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Edith
Escalón |
El
número de bovinos con mordeduras se redujo en un 78.5 por
ciento y el número de mordeduras en cada animal disminuyó
en un 92 por ciento. Además, la captura de murciélagos
se redujo en un 78 por ciento, lo que demuestra el control de la
población con esta técnica. |
Los
ataques que el ganado veracruzano sufre debido al murciélago
hematófago que, además de alimentarse de su sangre es
el principal transmisor de la rabia paralítica, han sido reducidos
en un 80 por ciento en el centro del estado gracias a una nueva técnica
vampiricida validada por un equipo de veterinarios, liderado por la
Universidad Veracruzana. |
El
ungüento se aplica en el cuerpo de los vampiros. para controlar
la población. |
Esta
metodología reducirá las pérdidas económicas
de los ganaderos que, según reportes oficiales, supera los
650 bovinos al año, pues la continua pérdida de sangre
provocada por los murciélagos (hasta 25 mililitros durante
30 segundos) los debilita, hace propensos a la infección de
sus heridas y, por si fuera poco, los lleva inevitablemente a la muerte
si el murciélago agresor es portador de la rabia.
Los ganaderos y autoridades sanitarias promovían tradicionalmente
la destrucción de los lugares de refugio de los murciélagos,
dinamitándolos o empleando gases tóxicos, sin embargo,
ni lograban al cien por ciento su objetivo ni resultaba una técnica
adecuada para el ecosistema, pues afectaban a otras especies benéficas.
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Considerando esto, la UV, junto a otras instancias, se dio a la tarea
de buscar una mejor solución.
En 2003, la Fundación Produce Veracruz aprobó un financiamiento
de más de 1.2 millones de pesos para la investigación
en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UV.
Entre los proyectos se hallaba el desarrollo de un vampiricida para
el control de la plaga de murciélagos en el centro de Veracruz.
Éstos son los resultados tras dos años de investigación. |
Eficacia
comprobada
La nueva metodología consiste en la aplicación de
un vampiricida que se inyecta al ganado con mordeduras cada 90 días,
permite controlar la población del murciélago y prevenir
la rabia en bovinos sin afectar especies benéficas. |
Como
integrante del equipo de investigación, Maria Luisa Méndez
Ojeda, académica e investigadora de la FMVZ de la UV, pudo
constatar que las diferencias entre el uso de la técnica vampiricida
convencional y la nueva técnica validada son enormes.
“El número de bovinos con mordeduras se redujo en un
78.5 por ciento y el número de mordeduras en cada animal disminuyó
en un 92 por ciento. Además, la captura de murciélagos
se redujo en un 78 por ciento, lo que demuestra el control de la población
con esta técnica”.
La nueva metodología –validada en Emilio Carranza, Santa
Cruz y Paso Lagarto, tres localidades del municipio de Soledad de
Doblado– consiste en la aplicación de una “vacuna”
vampiricida que se inyecta al ganado que ha recibido mordeduras con
intervalos de 90 días y que resulta, como se dijo antes, sumamente
efectiva. |

María Luisa Méndez Ojeda. |
De
hecho, esa es una de las ventajas de la propuesta validada por la
UV, pues permite controlar las poblaciones de estos animales sin afectar
otro tipo de murciélagos (existen más de 986 especies)
que se alimentan de frutas o de insectos y que incluso controlan plagas
y juegan papeles importantes en la conservación de los ecosistemas,
pues polinizan o dispersan frutos y semillas.
Por eso eran tan nocivos los métodos de control convencionales,
pues implicaban la destrucción de esos lugares con el uso de
gases tóxicos o dinamita, matando a todas las especies por
igual. Y es que según Méndez Ojeda, las diferentes especies
de quirópteros “viven juntas, pero no revueltas”,
pues aunque comparten los lugares de refugio, cada una se apropia
de alguna región específica y no interactúa con
las otras. |
Además,
el proyecto contempló la capacitación de ganaderos para
la captura, identificación y manipulación de los murciélagos
a los que aplican el ungüento vampiricida tradicional, la técnica
más económica y efectiva que hay, pues la pomada se
puede aplicar directamente sobre las mordidas que ha sufrido el ganado,
donde el vampiro normalmente regresa a alimentarse otra vez.
No obstante, también puede aplicarse directamente en los murciélagos,
que se capturan con redes de nylon fuera de sus refugios y a los que
se aplica el ungüento. Una vez liberados, regresan a su refugio
y se acicalan mutuamente ingiriendo la sustancia que los mata en un
lapso no mayor a 10 días, durante el cual matan, a su vez,
alrededor de 30 individuos más. |

La
aplicación del vampiricida inyectado redujo 90 por ciento
el número de mordeduras en cada animal. |

Los ganaderos fueron capacitados para distinguir
a murciélagos hematófagos de los que comen frutas
o insectos. |
“El
problema es que, muchas veces, al no contar con la asesoría
adecuada, el ungüento es aplicado en especies benéficas”.
La tecnología validada a nivel de campo será transferida
a otras zonas del estado y del país que tengan problemas
con la población de murciélago hematófago
y que hayan presentado brotes de rabia
en bovinos.
La investigadora señaló que esta transferencia es
particularmente valiosa en municipios marginales donde la pobreza
es una constante: “En Emilio Carranza, Santa Cruz y Paso
Lagarto, donde trabajamos, las familias tienen de tres a cinco
animales. Si uno de ellos se muere por la rabia o por las infecciones
de las mordidas, la pérdida es casi una tragedia”.
Principal alimento
Los murciélagos hematófagos más comunes se
alimentan principalmente de mamíferos y ocasionalmente
de mamíferos silvestres y otras aves. Las otras dos especies
hematófagas llamadas vampiro de patas peludas (Diphylla
ecaudata) y vampiro de alas blancas (Diaemus youngii)
se alimentan preferentemente de aves y poseen una distribución
restringida a los estados de Tamaulipas, Veracruz y Tabasco y
sur de la Península de Yucatán.
Los
problemas de la rabia
La
incidencia de la rabia transmitida por estos mamíferos
se ha incrementado conforme ha aumentado el desarrollo de la ganadería
en el país. En Veracruz, la Comisión Nacional de
Sanidad Agropecuaria reportó 410 focos de rabia paralítica
bovina de 1995 a 2000.
En América Latina, la rabia de murciélagos hematófagos
o vampiros constituye uno de ellos, contagiando a los animales
domésticos al momento de alimentarse, como se ha comprobado
en al menos tres especies diferentes de quirópteros hematófagos.
Una de ellas, conocida como vampiro común, es la más
abundante y de amplia distribución.
En nuestro país se encuentra a lo largo de las costas de
Golfo de México y Océano Pacífico, desde
el norte de Tamaulipas hasta Yucatán. Esta especie se alimenta
de mamíferos domésticos y ocasionalmente de aves.
Las otras dos especies de hematófagos llamadas vampiro
de patas peludas y vampiro de alas blancas se alimentan sólo
de aves.
Cabe señalar que este trabajo fue posible gracias a la
participación de veterinarios del Patronato de Apoyo a
la Investigación y Experimentación Pecuaria en México
y del Colegio Estatal de Médicos Veterinarios de Veracruz,
quienes junto con los universitarios participaron en todo el proyecto.
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Dónde
viven los murciélagos
La infección de la rabia ha sido comprobada en tres
especies de murciélagos hematófagos (Demodus rotundus,
Diphylla ecaudata y Diaemus youngii) las cuales se encuentran
restringidas a América tropical y subtropical. De éstas,
el vampiro común es la especie hematófaga más
abundante y de más amplia distribución, en México
se encuentra a lo largo de las costas del Golfo y océano Pacífico,
desde el norte de Tamaulipas y Sonora, hasta los estados de Tabasco,
Chiapas y la península de Yucatán. Su distribución
se extiende hasta Centro y Sudamérica. |
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