Año 5 • No. 176 • Abril 25 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Educar en y para la incertidumbre
El aprendizaje también nace de
la emoción, no sólo del intelecto
Alma Espinosa

Cruz Prado.
La mediación pedagógica pone énfasis en el proceso de aprendizaje y, específicamente, en el interlocutor o “aprendiente”, quien debe sensibilizarse ante este proceso y organizar el conocimiento para que sirva a su desarrollo y no para cumplir con las respuestas que necesita un profesor.

Cruz Prado, catedrática de la Universidad La Salle, en San José, Costa Rica, añadió que esta modalidad pedagógica propone que los docentes realicen un trabajo de mediación para que se produzca el acto de aprendizaje. Su fundamento está basado en una frase dictada por Simón Rodríguez, maestro de Simón Bolívar: “Lo que no se hace sentir no se entiende y lo que no se entiende no interesa”.
Durante una charla que sostuvo con académicos de diferentes áreas de la UV, Cruz Prado dijo que por esa razón, los pedagogos que prefieren la mediación resaltan la importancia de que el académico no sólo dé un discurso, sino que procure generar una emoción en el “aprendiente”. De ahí que se asegure que el aprendizaje nace de la emoción y no sólo del intelecto, afirmó la académica,

En la reunión, organizada por el cuerpo académico Complexus del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES), la académica costarricense explicó que la mediación pedagógica, propuesta en 1990 por Daniel Prieto y Francisco Gutiérrez, tiene como objetivo educar en y para la incertidumbre.

Ello implica un grado de creatividad muy grande, “porque la vida es incierta y en la medida que desarrollemos la creatividad, más tranquilidad tendremos en la incertidumbre porque así se tendrán más posibilidades de generar respuestas para el proceso adaptativo”.

Otro de los objetivos de la mediación pedagógica es educar para gozar de la vida, es decir, hacer las cosas con entusiasmo para disfrutarlas. Educar para la significación es otro propósito que involucra el sentido que adquiere para uno el aprendizaje y no sólo su memorización. Además, educar para la expresión conlleva la convivencia y la apropiación de la historia así como de la cultura.

La mediación es un planteamiento que nació con el problema del agotamiento de los sistemas formales educativos en Latinoamérica, principalmente en Guatemala a raíz del conflicto armado y la imposibilidad de realizar estudios presenciales. Para ello, Prieto y Gutiérrez crearon inicialmente un sistema a distancia, pero vieron la imperiosa necesidad de realizar un planteamiento alternativo para toda la estructura educativa.

Para Cruz Prado, los principios de la mediación pedagógica pueden verse igualmente en la biopedagogía, la cual plantea que el aprendizaje es la autoorganización de la información que se recibe en el nicho vital, y esboza que no existen conocimientos universales sino información que se ha producido por grandes personas. Justamente es esa información que se convierte en conocimiento hasta que la persona lo organiza en función de sus necesidades vitales e intereses.

De acuerdo con los autores, la mediación es “el tratamiento de contenidos y formas de expresión de los diferentes temas, a fin de hacer posible el acto educativo dentro del horizonte de una educación concebida como participación, creatividad, expresividad y relacionalidad”. En estos principios se fundamenta la Biopedagogía.