Adalberto
Tejeda.
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El
60 por ciento de los investigadores integrados en el Sistema Nacional
de Investigadores (SNI) en Veracruz laboran en la Universidad Veracruzana,
por lo que esta institución debe encabezar los esfuerzos de
la investigación científica y el desarrollo tecnológico
en la entidad, aseguró el director del Consejo Veracruzano
de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico
(Coveicydet), Adalberto Tejada.
“Tengo entendido que la dirección de Investigaciones
de la UV está planteando una estrategia muy inteligente, que
es la de atraer a grupos de investigadores al estado para fortalecer
la densidad de investigadores en Veracruz”, dijo Tejada. |
Según el director del Coveicydet, actualmente en la
entidad hay 0.3 investigadores del SNI por cada 10 mil habitantes,
lo que ubica a Veracruz muy por debajo de la media nacional, que es
de un investigador SNI por cada 10 mil habitantes; además aseguró
que hay .2 becas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt) por cada 10 mil habitantes.
Existen dos retos fundamentales tanto para el Consejo como para la
UV: cómo atraer inversión privada a la investigación
científica y el desarrollo tecnológico y cómo
aumentar la cultura científica de sociedad veracruzana.
“Tenemos que ver cómo le vamos a hacer para aumentar
la cantidad y la calidad de la investigación, evidentemente
no puede ser con los fondos que se tienen hasta ahora, podría
haber una reorientación de fondos, pero es limitado; si realmente
queremos crecer, tenemos que ver cómo hacer para conseguir
fondos externos y, además, debemos tener conciencia de que
no vamos a poder generar investigadores mientras no se haga socialmente
atractiva la carrera de la investigación”, aseguró.
Investigación
y posgrado
Por su parte, Rollin Kent, investigador experto en cuestiones de
Políticas en Educación Superior y Administración
Educativa y Políticas Públicas de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), aseguró que
es necesario que se apliquen en México programas de posgrado
que integren la enseñanza y la investigación, ya que
se ha comprobado que éstos son los más eficientes
y exitosos.
“Históricamente los modelos de posgrado se han orientado
en dos direcciones: enfocados a la investigación, como el
modelo alemán, y el modelo orientado hacia la enseñanza.
Lo ideal es integrar los dos modelos en un programa que dé
una formación integral a los alumnos”.
Dijo además que la oferta de posgrado que se ofrece en México
se puede clasificar como posgrados académicos, enfocados
principalmente a las ciencias y al desarrollo de investigación
científica, y los profesionalizantes, que se enfocan a las
necesidades del mercado laboral y a los que acuden personas que
buscan recalificarse para obtener un mejor empleo.
Ninguna de esas orientaciones es equivocada y en todo caso responden
a las necesidades educativas y laborales que impone la economía.
El investigador aseguró que cuando se habla de los posgrados
se está en presencia de un fenómeno de crecimiento
orgánico un poco descontrolado, donde hay poco control de
calidad y por lo tanto muchas veces, en instituciones de poca calidad,
se presta para el fraude al estudiante.
“Este es un dilema que debemos enfrentar, tanto los gobiernos
como las instituciones, para abatir la falta de regulación
y exigir estándares de calidad en los programas de posgrado
que se ofrecen”.
Al año 2003 había unos 600 programas acreditados en
el Padrón de Excelencia de Conacyt, frente a un
universo de cuatro mil 386 programas de posgrado. En instituciones
públicas había 435 doctorados, 800 especialidades
y mil 603 maestrías, y en instituciones privadas, había
90 doctorados, 422 especialidades y mil 398 maestrías.
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