En la comunidad serrana de Chiconquiaco, la UV ha sabido conjugar
su misión de distribuir el conocimiento socialmente útil
con su labor de extender los servicios a las comunidades, mediante
la creación de empleos y el apoyo a la salud y la nutrición
de la población con la participación de las Brigadas
Universitarios en Servicio Social (BUSS) y la Facultad de Nutriciòn.
En efecto, el trabajo de las BUSS ha logrado impulsar la creación
de una microemopresa para la producción del pan tradicional
fortificado, Nutripan, que dará trabajo a un grupo de mujeres
y además enriquecerá la dieta de los consumidores.
José Manuel Hernández Alonso, jefe del departamento
de Vinculación Social y Coordinador de las BUSS, dijo que
luego de varias consultas con la Facultad de Nutrición, el
sector empresarial y el Presidente Municipal de Chiconquiaco, la
UV decidió participar como instancia ejecutora a través
de la creación de esta empresa panificadora.
La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) publicó
en febrero pasado las reglas de operación del Programa
Jóvenes por México que, junto al proyecto Universidad
Contigo del Programa de Desarrollo Social, han posibilitado
que esa dependencia federal haya seleccionado al municipio de Chconquiaco,
para la aplicación de un proyecto productivo en el cual participarán
estudiantes y pasantes en su implantación y seguimiento,
apoyando a un grupo de productores de la comunidad.
La idea es fomentar la creación de una microempresa a través
de la fabricación de pan fortalecido con nutrientes apropiados,
en este caso el amaranto: “La Facultad de Nutrición
se encuentra procesando los ingredientes que habrán de enriquecer
el pan para que cumpla con las especificaciones de ley y sirva a
su vez para ayudar a combatir particularmente la desnutrición
infantil”.
En este proyecto participarán estudiantes de los últimos
semestres y pasantes de las carreras de Nutrición, Publicidad
y relaciones públicas y Relaciones industriales –quienes
se encargarán de crear la imagen corporativa, empaque, promoción
y difusión del producto–, Contaduría –quienes
llevarán toda la administración y contabilidad de
la empresa– y Arquitectura –quienes adaptarán
el local donde se procesará y expenderá el pan.
Por parte de la comunidad se formó un grupo de cuatro mujeres
quienes serán las primeras beneficiadas con el proyecto,
pues serán las encargadas de su elaboración. La Sedesol
aportará recursos para equipar la panadería y adquirir
los insumos básicos para la producción; la UV respaldará
técnicamente a través de la Facultad de Nutrición
y la dirección de Vinculación General, mientras que
el Ayuntamiento sufragará los gastos iniciales del proyecto
como la renta del local y servicios básicos. El grupo beneficiario
de mujeres adquirirá algunos insumos y pondrá su trabajo
personal. |