En ese nuevo esquema de participación empresarial en los
programas que ellos mismos necesitan, el Cusem sería
un gestor de desarrollo de proyectos y un vínculo para acercar
a los estudiantes al trabajo de proyectos empresariales en el campo,
que al día de hoy suman cerca de 100.
El Cusem, que en un lustro ha brindado 745 servicios a
empresas del estado, ofrece servicios de consultoría básica
y especializada, estudios especializados, estancias estudiantiles,
capacitación, gestión empresarial, investigaciones
y transformación, diseño de imagen y asesorías.
Con presencia en Veracruz, Xalapa, Coatzacoalcos, Córdoba
y Poza Rica, el Cusem cuenta con 80 consultores y tiene
registrados a 30 más que son independientes y fungen como
adjuntos en proyectos más especializados.
“Hemos trabajado con aproximadamente 50 empresas (33 de ellas
integradas en el programa Listos para el Mercado, que ganó
el concurso Development Marketplace 2003 del Banco Mundial), a las
que les hemos dado asesoría y hemos logrado un cambio en
la empresa, sus procesos y sus productos”, aseguró.
¿Qué hace el Cusem?
El Centro Universitario de Servicios a la Empresa de la UV se creó
en 2000, con la capacitación de maestros como consultores
de empresas, en un curso de consultoría general patrocinado
por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)
con el apoyo de la Secretaría de Economía.
“Con esto nos acercamos a la Cámara Nacional de la
Industria de la Transformación (Canacintra) y le
expusimos nuestro proyecto, les interesó y comenzamos a trabajar,
incluso ellos cambiaron sus normas nacionales para poder firmar
este convenio con la UV. El primer obstáculo al que nos enfrentamos
fue la duda que los empresarios tienen para con la Universidad,
argumentando que los profesores y alumnos no cuentan con experiencia
en campo, pero les hicimos ver que nosotros lo que tenemos son metodologías
de las que ellos carecen”, comentó Aparicio.
Inicialmente se ofreció el servicio de consultoría
básica, un diagnóstico de su estado financiero y operativo
y, conjuntamente con el empresario, se diseñaba un plan de
trabajo; después se incorporó la consultoría
especializada, en la que la Universidad tiene la oportunidad de
aplicar conocimientos de manera directa con las empresas. Los campos
en los que se empezaron a hacer estos trabajos fueron pensamiento
estratégico, mercado, costos y procesos, área financiera,
medio ambiente y diseño y desarrollo de tecnología.
El plan también incluía incorporar a los estudiantes
a estos procesos y diseñamos un producto enfocado a la resolución
de problemas, las Estancias Estudiantiles Empresariales, en que
el estudiante se involucra con la empresa para resolverle un problema
específico detectado en el diagnóstico inicial. Bajo
un concepto de anfitrión-huésped, la empresa trata
al estudiante como un invitado especial y el estudiante tiene compromisos
y obligaciones, contemplados en un contrato que más que legal
es de actitud.
Poco después se integró el servicio de Gestión
de apoyos, lo que los empresarios llaman “buscadores de tesoros”,
que consiste en detectar áreas de oportunidad para empresas
y programas de gobierno, y gestionar apoyos disponibles de acuerdo
a las necesidades, para lo cual se trabaja en una base de datos
de los mecanismos de apoyo que están disponibles para las
empresas y para la propia universidad.
“Hemos descubierto que hay muchos fondos que no se aplican
porque no hay proyectos, se trata de que armemos proyectos con los
empresarios y con las instituciones con las que estamos trabajando,
como ayuntamientos y dependencias de gobierno del estado”.
El siguiente paso es integrar la estructura para ofrecer un proceso
integral en tres etapas: diagnóstico básico, talleres
de capacitación a estudiantes y empresarios, y preparación
del empresario en sus áreas débiles –financieras,
contables, de producción–, con talleres que ellos mismos
sugieren para que empiecen a documentar sus procesos y poder hacer
planes integrales de negocios que les permita tener soluciones para
sus problemas, entre ellos solicitud de créditos.
Sería deseable, dijo, tener indicadores de desarrollo empresarial
para que las empresas medianas y pequeñas puedan aspirar
a más apoyos. Si se cuenta con estadísticas serias
y confiables de cuánto venden las empresas, cuánto
ahorran, cuánto personal retienen, cuántos nuevos
empleos generan y cuánto exportan, sería mucho más
fácil acceder a oportunidades de crédito gubernamental.
“También contemplamos la posibilidad de asesorarlos
para que apliquen bien los recursos de los que disponen, eso se
llama administración de proyectos y con eso se cerraría
el ciclo y el Cusem haría un trabajo total con las
empresas”.
En todo este proceso podrían participar estudiantes de Economía,
Administración, Contabilidad, Estadística, Relaciones
Industriales, Publicidad, Psicología y Pedagogía,
entre otras carreras.
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