Año 5 • No. 188 • Julio 18 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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En la familia es donde se genera el gusto por la lectura: Mario Muñoz
Gina Sotelo
En la familia se prepara una sensibilidad futura, proponiendo una visión del mundo diferente a la del común de la gente, que abre otros horizontes
y conduce hacia la imaginación y la creación

Leer multiplica nuestras oportunidades de vivir experiencias y adquirir conocimientos, amplía nuestras fronteras y nos acerca a otras disciplinas como la filosofía o el arte. Pero no es la escuela ni la iglesia sino la familia la que puede detonar el gusto por la lectura, considera Mario Muñoz, coordinador de la maestría en Literatura Mexicana de la UV.

Al clausurar el Taller de Lectura 2005 organizado por la dirección general de Bibliotecas, dijo que son otros caminos los que nos llevan a ella, a veces de un modo inesperado. En su charla “Mi experiencia con la lectura”, dijo que el germen para formar lectores está en la propia familia, además de en las instituciones que
generan cultura.

“En la familia se prepara una sensibilidad futura, proponiendo una visión del mundo diferente a la del común de la gente, que abre otros horizontes y conduce hacia la imaginación y la creación. Es ahí donde nace ese principio básico, sensibilidad que se adquiere en las primeras enseñanzas. Lo demás es perfeccionamiento”.

Para el autor de varios libros, posgraduado en Varsovia y ex director de la Facultad de Letras, la lectura es una forma de ir agregando nuevas necesidades a nuestra vida y un medio por el cual nos acercamos a otros intereses y campos de conocimiento como la filosofía, psicología, sociología, arte y literatura.



Mario Muñoz.
Mario Muñoz compartió en la USBI que tener las condiciones propicias para descubrir el arte en general lo llevó a los libros. Nacido en un caserón de Orizaba, espacio gótico que era parte del convento de San José de Gracia, de inmensos techos y paredones, descubrió siendo muy niño básculas, grilletes, calderos y muebles muy antiguos que resultaron atrayentes para la fantasía de un niño solitario como él.

Hijo único y de carácter retraído, gozaba de las historias de fantasmas y aparecidos que rodeaban de misterio su hogar. Su abuelo, comerciante en la época de la Revolución, le contaba experiencias fantásticas y sobrenaturales que lo fascinaron. Descubrió primero El Quijote, ilustrado por Gustav Doré, y siguió ampliando su conocimiento sobre hombres célebres, griegos, latinos, teatro, novela europea y norteamericana.
Damián, de Herman Hesse, mezcló en su mente qué es la literatura y qué es la vida, trasgrediendo la frontera entre lo real y lo imaginario. Sentía un prejuicio por la literatura mexicana hasta que conoció a Juan Rulfo, quien lo llevó a Juan José Arreola y Agustín Yánez. Luego seguiría Cortázar y García Márquez y un gran número de autores universales: «La realidad está más allá de nuestras propias fronteras».

Los talleres de lectura de la USBI se imparten también en la Facultad de Artes Plásticas, y son parte de un programa que coordina Conaculta. Actualmente sólo se imparten en Veracruz y Xalapa, pero próximamente también estarán en Poza Rica y Coatzacoalcos.