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Gina
Sotelo |
Celso
Arrieta, artesano gráfico como él se autonombra, ha
comprendido que el valor de sus imágenes, de sus diseños
al salir de su estudio cobran vida propia, comienzan su andar, no
le pertenecen más, siguen su propio curso. Por ello las observa
con distancia, satisfecho porque son lo mejor que pudo hacer, pero
que ahora ocupan un espacio en el imaginario colectivo.
Conocer el trabajo de Celso Arrieta es acercarnos a la historia gráfica
de la cultura en el estado. No hay festival o encuentro artístico
que no tenga un cartel firmado por él, el más reciente
el del Festival Internacional Junio Musical, representado iconográficamente
en su décima edición por la mano experimentada y discreta
del joven diseñador. |
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Pero
a Celso lo sigue tomando por sorpresa salir a la calle, la galería
pública como la llama, y ver la ciudad inundada de sus imágenes.
El gallo (Le Coq) que ha diseñado para este festival se ha
convertido en una nueva satisfacción para el artista: “es
la cuarta ocasión que hago la imagen para el (Festival) Junio
Musical, lo que es una gran responsabilidad pues de la noche a la
mañana te das cuenta de que has inundado las calles con la
repetición de tu imagen”.
Egresado de la Facultad de Artes Plásticas de la UV, Celso
es muy observador a la reacción de la gente que ve un cartel,
sabe que es el público el que decodifica sus imágenes
y tiene la última palabra: “hay personas que te dicen
‘esta imagen es muy bonita, pero ¿qué es?’
y ahí me doy cuenta de que no debo trabajar para un público
selecto, sino tener aspiraciones más universales”.
Con más de 100 carteles en su carpeta, Celso Arrieta se ha
labrado un prestigio, aunque reconoce no haber llegado a ser el diseñador
que le gustaría ser: “vivo fuera de todo ego y no me
creo todas las cosas que se dicen de mí, de hecho, no me tomo
muy en serio”.
Reafirmando la vida propia que adquiere la obra, los carteles de Celso
han viajado más que él. En el Museo de la Publicidad
de París se exhibe su cartel “El sueño de Maqueda”,
seleccionado por la 17th. International Poster Biennale, Warsaw 2000.
En su trabajo descarta subordinarse a las maravillas de la informática.
“La computadora es una herramienta y así lo seguirá
siendo, todos mis trabajos comienzan en mi tabla de dibujo, ahí
desarrollo la idea que quiero, pero es esta idea la más valiosa
que puedes tener y también la más difícil de
concretar”.
Ha explorado todas las vertientes del diseño, desde lo cultural
hasta lo comercial, pero prefiere el cartel artístico. Su cartel
ideal es aquel que arranca una sonrisa escondida o una mirada de satisfacción:
“me gusta que sean un trancazo visual rápido, si la gente
no tiene tiempo de detenerse a observarlos, si procuro que se lleven
algo y regularmente ese es el cartel que sale a las calles”.
Síntesis, comunicación, limpieza, abstracción
son algunos elementos del carácter plástico de Celso
Arrieta, huye del barroquismo y la saturación, sus fondos son
simples y sus elementos los necesarios y suficientes para decir las
cosas. “Cuando estoy frente a una obra siempre pienso que el
artista vive de la misma forma en la que crea, y pienso que así
es mi trabajo, sencillo, pero lo mejor que puedo hacer”. |
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