Córdoba,
Ver.- En la sierra de Zongolica, región extremadamente
marginada con una población mayoritariamente indígena,
se registra el consumo de una gran variedad de insectos que contienen
un alto nivel de proteínas comparado sólo con la carne
de res.
Los estudios realizados por investigadores de la Facultad de Ciencias
Biológicas, liderados por Ivonne Landero Torres, demuestran
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Ivonne Landero Torres. |
que
100 gramos de hormigas chicatanas contienen 47.8 por ciento de proteínas,
proporción similar a la de la carne de res, por lo que se
encuentran dedicados al estudio de especies de insectos comestibles
y medicinales.
El proyecto dio inicio hace aproximadamente un año. El primer
paso consistió en estudios preliminares, con un censo que
permitió detectar por lo menos 20 especies comestibles (de
las aproximadamente 504 registradas en el país) y 15 que
tienen usos medicinales.
El siguiente paso consiste en realizar estudios bromatológicos
a las especies recolectadas para conocer sus principales componentes
como humedad, fibra, proteína, calcio y fósforo, entre
otros. “Para ello necesitamos por lo menos un kilogramo de
cada una de las especies de insectos; de momento no contamos con
esas cantidades, pensando en un estudio más profundo tendríamos
que hacer una recolección más exhaustiva, por ahora
estamos haciendo un análisis más general”.
Para realizar estos estudios, la investigadora cuenta con la colaboración
de Julieta Ramos y Manuel Quino, investigadores del Instituto de
Biología de la UNAM, quienes apoyan con los estudios bromatológicos
y a verificar algunas especies que no son reconocidas.
Según Ivonne Landero, hay estudiantes que están haciendo
sus tesis en este tipo de temas. Una joven empezó ha iniciado
su tesis sobre las hormigas chicatanas en Huatusco y otra está
haciendo recolección de insectos medicinales y comestibles
en Zongolica para su estudio.
“La importancia del estudio que estamos realizando es conocer
qué especies son comestibles, cuáles son medicinales,
en qué tiempo se pueden encontrar y cómo las están
utilizando las personas del campo”.
De los casos más sobresalientes que se han encontrado en
la investigación, están las larvas de algunos lepidópteros
(mariposas) que se encuentran regularmente en árboles de
la zona y que salen en octubre y noviembre, y a las que los lugareños
les quitan los órganos internos y comen asadas las estructuras
o envolturas y algunos especimenes de los órdenes Hymenoptera,
Orthoptera, Coleoptera y Homoptera.
“Hay larvas de algunos coleópteros que son comestibles
y se encuentran en el maíz; son más pequeñas
y se comen completas, también asadas. Las chicharras también
se consumen frecuentemente y su temporada de abundancia es entre
mayo y junio”.
Se está estudiando una periplaneta americana, una
cucaracha que se ocupa en tratamientos para el asma y la tos. “Los
lugareños ponen a hervir un litro de agua con flores de bugambilia,
dos cucharadas de miel y cinco o siete cucarachas; el té
lo dan como agua de tiempo a las personas enfermas con buenos resultados.
Quienes lo utilizan aseguran que cura la bronquitis, el asma y en
general afecciones del sistema respiratorio”.
Entre las especies medicinales se cuentan algunos himenópteros
como las avispas, cuyos aguijones se ocupan para cuestiones de reumatoide;
con la aplicación de dos o tres piquetes pueden controlarse
los dolores.
La investigación
El trabajo se realizó durante seis meses en 13 localidades:
Zongolica, La Quinta, Tepetitlanapa, Nepopoalco, Ixcohuapa Laguna
Ixtapaluca, Comalapa, Loma de Dolores, Tepepanoxala, San Juan, Totolacatla,
Tequila, Amatitla y San Andrés.
Fueron entrevistadas 145 personas cuyas edades oscilaban entre los
18 y los
37 años y a curanderos de la Asociación Regional de
Médicos Tradicionales.
El trabajo de campo se efectuó tres veces por mes en forma
semanal o quincenal dependiendo de la estación del año,
se recolectaron los insectos, se colocaron en frascos con alcohol
al 70 por ciento y se trasladaron al Departamento de Zoología
del Instituto de Biología de la UNAM, para su determinación
taxonómica.
Los resultados de las entrevistas y las recolectas de los insectos
útiles en las localidades de estudio, son 20 especies de
insectos comestibles: nueve del orden Hymenoptera, siete
del Orthoptera, dos del Lepidoptera, una del Coleoptera
y una del Homoptera. Para las especies medicinales se reportan
17 especies que corresponden: nueve al orden Hymenoptera
y siete del orden Orthoptera, además se ha comprobado
que la mayoría de los insectos medicinales son ortopteros,
que las personas de la localidad emplean de diferentes maneras.
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