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Sólo
se promueven cuatro de las 116 con potencial comercial
En Veracruz existen más de 100 especies forestales
desaprovechadas
Edith Escalón |
En
Veracruz, más de 100 especies forestales con potencial comercial
han quedado en el olvido, pues los silvicultores han limitado sus
plantaciones a cuatro de ellas
–caoba, teca, melina y cedro rojo– que acaparan la atención
de los comercializadores de recursos maderables.
Estudios realizados por académicos y estudiantes de la Facultad
de Agronomía demuestran que tan solo |

Pompeyo Castillo y Gloria Alicia Pérez. |
en
la región del Totonacapan, que abarca del río Cazones
al río Tecolutla, en el norte de la entidad, se han localizado
más de 70 diferentes especies de árboles con potencial
forestal.
Lo mismo sucede en la región de Coatzacoalcos-Minatitlán,
donde un estudio reciente señala que en sólo 15 municipios
existen 65 especies de árboles con valor comercial.
El proyecto coordinado por Liliana Carvajal, académica e investigadora
de la UV, implica el rescate de estas especies con dos fines específicos:
recuperar el conocimiento tradicional que en torno a ellas aún
conservan las comunidades rurales y crear un banco de germoplasma,
que permita la conservación de esas especies para las generaciones
futuras.
Liliana Carvajal asegura que han localizado 116 especies forestales,
114 de árboles de uso tradicional –algunas muy clásicas
y otras poco conocidas– y dos de bambúes nativos, que
corresponden a 53 familias botánicas. Esta información
será publicada a detalle gracias al apoyo de Conacyt
y la Comisión Nacional Forestal, quienes financiaron la investigación.
Muestrear 234 localidades de ocho zonas del estado y entrevistar a
383 productores –informantes clave del estudio– sólo
fue posible gracias al trabajo de estudiantes de la licenciatura en
Agronomía y de la maestría en Manejo del Recurso Forestal,
quienes además lograron describir científicamente al
80 por ciento de las especies.
Para conocer en voz de los comuneros qué árboles utilizan
todavía para sus actividades cotidianas, cómo los llaman
y qué propiedades tienen, los estudiantes recorrieron cañadas,
sierras y los lugares más recónditos de Los Tuxtlas,
la Huasteca, el Totonacapan, Orizaba-Zongolica, Centro-Xalapa, Córdoba-Veracruz,
Playa Vicente-Uxpanapan y Cotzacoalcos-Minatitlán.
Los trabajos de conservación que propone el proyecto no sólo
son necesarios sino urgentes, pues Veracruz ha perdido ya 70 por ciento
de sus zonas arboladas: “Estamos hablando de un tesoro biológico
que debe ser resguardado, por eso es preocupante que cada vez sean
menos las áreas que conservan esta biodiversidad”.
La biodiversidad de nuestro estado es resultado de miles de árboles
de evolución que se están perdiendo, especies únicas
que son valiosas por sí mismas: “Veracruz, además
de ser verde, es altamente diverso, mucho más que muchos países,
y creo que debemos de valorar este tesoro, por eso hemos promovido
la recuperación de este germoplasma único”.
Para Gloria Alicia Pérez Rodríguez, una de las siete
tesistas del proyecto, es la diversidad biocultural (diversidad de
especies y el asentamiento de culturas) la que evidencia la riqueza
del estudio: “El Totonacapan, región que estudié,
conserva un conocimiento tradicional con más de dos mil años
de historia, que ha pasado de generación en generación.
Nosotros rescatamos lo que ellos sabían de sus árboles”.
Para recuperar este conocimiento y proponer con él alternativas
productivas para los campesinos es necesaria la recuperación
de especies: “Tenemos que plantar, sembrar y propagar esas especies
para conservar lo que aún tenemos y apoyar económicamente
a los pueblos rurales de Veracruz”.
Pompeyo Castillo Navarrete, también tesista del proyecto, critica
que las comunidades donde están esas masas forestales hayan
sido invadidas desde siempre con proyectos productivos “importados”,
obligándolos a plantar especies que no conocen, lo que redunda
en el fracaso de muchos proyectos. |
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