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Alertan
en la UV a especialistas en prevención de Sida
Comercio sexual:
entre más clandestino, más peligroso
Edith Escalón |
Paradójicamente,
la clave para la prevención de enfermedades de transmisión
sexual, como el Sida, relacionadas con el comercio sexual reside en
el reconocimiento de la existencia de espacios públicos dedicados
a esta actividad. La clandestinidad los vuelve aún más
peligrosos pues se colocan fuera del alcance de cualquier programa
de salud o educación sexual, aseguró Guillermo Egremy
Mendívil, especialista y consultor en este campo. |
Sólo
12 estados del país reconocen como un régimen de comercio
establecido el de burdeles o bares, entre ellos Veracruz, Chiapas
y el Distrito Federal, lo que les permite manejar, desde el municipio,
el control sanitario de trabajadores sexuales, así como tratamientos
y prevención de enfermedades, además de educación
sexual, aunque reconoció que no es fácil este seguimiento
pues estos sitios representan lo más clandestino de la sexualidad,
aunque la gente sepa cuáles son y dónde están.
Puso como ejemplo un programa de prevención y educación
sexual en “el camino verde”, un camino que lleva al Jardín
Botánico en el Distrito Federal, que la gente elige para tener
encuentros sexuales. “Lo importante es conocer los lugares de
encuentro y a esos lugares llevar estrategias de alcance, llegar |

Guillermo
Egremy Mendívil. |
a donde se da el comercio y los encuentros sexuales y no abrir un
centro para que la gente asista”.
En su participación en el diplomado VIH-Sida Enfoque Integral
que imparte la UV a personal académico y de salud del estado,
el consejero sexual certificado por la Asociación Americana
de Educadores Sexuales de la Universidad de Washington señaló
que en el comercio sexual las trabajadoras han estado siempre en el
ojo del huracán, pero advirtió que su presencia es muy
baja, estadísticamente hablando. “Ellas representan alrededor
de 0.35 por ciento a nivel nacional, porcentaje que, comparado con
la predominancia en hombres que tienen sexo con hombres –entre
12 y 15 por ciento– es mínima”.
Este es uno de los verdaderos retos de la prevención y educación
sexual pues a diferencia de las trabajadoras sexuales, organizadas
en grupos de trabajo y generalmente en espacios de encuentro determinados,
los hombres que realizan estas actividades lo hacen de manera autogestiva
e independiente: “Uno de los grandes retos de hoy es cómo
llegar hasta ellos, cómo encontrarlos si trabajan de manera
independiente, sólo dejan un teléfono o no tienen lugar
físico establecido”. |
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