Año 5 • No. 189 • agosto 22 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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El respeto a los derechos humanos no es imposible pero tampoco gratuito
Juan Carlos Plata
Las democracias, el mejor escenario para el respeto a estas garantías individuales, pero la corrupción detiene los avances, afirmó Marta Silvia Moreno Luce, del Instituto de Investigaciones Jurídicas
Contar con sistemas políticos y sociales que garanticen el cabal respeto a los derechos humanos no es imposible, pero tampoco es gratuito y requiere la participación de toda la sociedad y de sistemas de educación que refuercen la cultura del respeto a estos derechos desde la niñez, señaló Martha Silvia Moreno Luce, del Instituto de Investigaciones Jurídicas.

“No se tiene que pensar en que las cosas son imposibles, que se dé un respeto irrestricto de los derechos humanos es cosa de buena voluntad, de educación. Es evidente que nos falta educación en materia de derechos humanos, y si a esto le sumamos que los principales violadores de estos derechos son regularmente las autoridades administrativas, no hay un contexto propicio; sin embargo, es posible revertir esta situación, aunque no es un proceso que se dé por sí solo, no es gratuito”.

La investigadora explicó que en la actualidad las democracias son los contextos que más favorecen el respeto a los derechos humanos, pero es necesaria la participación de la ciudadanía para lograr que esas garantías se respeten.

Marta Silvia Moreno Luce.
“La tendencia internacional es que la democracia sea la forma de gobierno en todos los estados y que se respete el Estado de Derecho; y es en un contexto como éste en el que se puede dar una mejor observancia de los derechos humanos porque en cualquier otro sistema de gobierno existen condiciones que facilitan y, en muchos casos, promueven su violación”.

En los países latinoamericanos, la mayoría de los cuales han transitado hacia el modelo democrático, el principal problema es la corrupción imperante, que también representa un escollo para el cabal respeto a los derechos humanos. “Con una policía corrupta, servidores públicos corruptos y representantes populares corruptos, no se puede dar un marco para el completo respeto a los derechos humanos”.

La corrupción, explicó, impide que los países se ocupen de tener una educación de primer nivel, un buen sistema de seguridad social y se cumple a medias la construcción de vivienda popular y la creación de fuentes de trabajo; en todos estos derechos humanos sociales, el estado tiene que invertir y no lo hace porque el dinero simple y sencillamente desaparece.

“Es necesario informar, difundir la cultura de los derechos humanos en los cuerpos policíacos, en las agencias del Ministerio Público, pero también la población tiene que educarse y hacer valer sus derechos, porque si uno no exige esto se vuelve un círculo vicioso del que no se puede salir”.
Globalización y derechos humanos
Moreno Luce aseguró que el proceso de globalización ha afectado muchos derechos humanos, principalmente los llamados sociales, como el derecho al trabajo.

“A la par de este proceso de globalización, hay otro de localización que ha ido reforzando los nacionalismos, la lucha por los valores nacionales y las minorías, y también hay un auge de los derechos humanos de las minorías, los grupos indígenas, discapacitados, mujeres y niños”.

Asociado también a la globalización, el fenómeno de la migración también se ha convertido en un severo problema de derechos humanos. “No podemos negar que la situación de los migrantes en todo el mundo, desde los latinoamericanos que van a Estados Unidos hasta los africanos y asiáticos que van a Europa, es a todas luces violatoria de sus derechos. Los estados deben garantizar el respeto de los derechos humanos de todas las personas, sean ilegales o no”.