|
|
Las políticas restrictivas de migración tienen
un efecto criminal, advierte jurista
Edith Escalón |
Las
políticas restrictivas de migración legal que cierran
las puertas de los países receptores sin considerar su capacidad
de absorción laboral tienen un efecto criminal, pues favorecen
las redes mafiosas que dedican sus esfuerzos a fomentar, con esta
nueva forma de esclavitud, la corrupción, la explotación
y la violación de los derechos fundamentales de los migrantes. |
María
Beatriz García Sánchez. |
María Beatriz García Sánchez, especialista en
derecho Penal Internacional, dijo que existe una gran paradoja en
este fenómeno de la globalización, pues por un lado
se habla de medidas de protección al migrante y, por otro,
se fomentan políticas públicas que lo castigan y lo
reprimen.
La investigadora de la Universidad Rey Juan Carlos explicó
el contexto en el que se dan estas contradicciones al participar en
el análisis que realizó el Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UV, sobre las transformaciones legales que
surgen en torno a la globalización. |
La mayoría de los gobiernos en la Unión Europea y
de los países desarrollados habla de proteger los derechos
de los migrantes contra las redes mafiosas, la trata de personas
y el tráfico ilegal, pero al mismo tiempo impone políticas
de migración que no sólo fomentan este delito, sino
que castigan a los que lo cometen.
Todavía impera en los gobiernos el principio de soberanía,
por la que tienden a cerrarse, pues creen que así aseguran
su sociedad de bienestar: “Se cree que si se abren las puertas,
si se absorbe más de lo que puede la economía, se
rebaja el bienestar”.
“Ese problema tiene otras soluciones, entre las que podría
mencionar la solidaridad y los acuerdos de cooperación”.
Su propuesta es la intervención del derecho penal no sólo
atacando las redes mafiosas, sino castigando cualquier conducta
que vaya en contra de los intereses de inmigración clandestina,
aunque no vulnere los derechos fundamentales.
Habló entonces de acudir a medidas sociales y jurídicas
de cooperación entre los países de destino y de origen,
y promover en éstos un proceso flexible de regularización
para evitar las redes mafiosas, midiendo los receptores su capacidad
de absorción y ajustándola a sus necesidades de mano
de obra.
“Efectivamente no se pueden abrir las puertas indiscriminadamente,
pero si no se tienen estudios sobre la capacidad de absorción
de sus inmigrantes sólo se van a crear políticas restrictivas
que no permiten la migración legal”.
En España existe una capacidad de absorción mucho
más alta que la que se había reconocido: “Nuestra
capacidad de absorción era de un 11 por ciento y se estaba
absorbiendo en el país a tres por ciento de los migrantes,
fue el nuevo gobierno quien hizo un proceso de regularización
flexible de acceso a la inmigración legal, que espera minimizar
los efectos negativos de la migración ilegal”.
|
|
|