Año 5 • No. 185 • junio 27 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Pilar Velasco, secretaria Académica:
Las cuotas de inscripción y preinscripción regresan a estudiantes en forma de becas
Edgar Onofre
Dos terceras partes de los recursos generados en la preinscripción cubren gastos diversos del propio proceso, mientras que la parte restante apoya proyectos académicos.
Los recursos derivados de las cuotas que los estudiantes de la UV aportan al momento de inscribirse en sus facultades, regresa a cada una de ellas en forma de becas de inscripción o escolares para los alumnos de mejores promedios, informó la secretaria Académica Pilar Velasco Muñoz-Ledo.

Dijo que, por acuerdo del Consejo Universitario General (CUG), los recursos generados de esta manera permiten cubrir miles de becas otorgadas a sus estudiantes con promedio de nueve o superior, mientras que los recursos generados por las cuotas de los estudiantes al Patronato o Fideicomiso, de carácter voluntario y monto variable, son administrados y utilizados de acuerdo con las necesidades de cada comunidad.

¿En qué se usan los recursos de las cuotas voluntarias a patronatos?
Las cuotas al Patronato constituyen “una cuota voluntaria que puede variar, desde 100 pesos que pide el de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS), hasta mil 200 que solicita el de Veterinaria de Veracruz, según lo establezcan los respectivos consejos técnicos”.

Pilar Velasco subrayó que la mayoría de los alumnos aportan esas cuotas y se ha apelado a la solidaridad de la comunidad universitaria, pues dichos recursos son usados por las facultades para adquirir equipo de cómputo, software especializado y otros insumos necesarios para mejorar las condiciones de aprendizaje.

Señaló que muchos de los cuestionamientos por el destino de estos recursos tienen que ver con cierta falta de comunicación y desinterés entre los estudiantes, algunos de los cuales “no se enteran de sus derechos y obligaciones hasta que tienen un problema. La mayoría no lee el Estatuto de los Alumnos y no se enteran de becas o el servicio médico facultativo (con que cuentan todos los estudiantes y es proporcionado por el IMSS)”.

“Hace años, los alumnos no conocían el destino del dinero, a veces estaba en la cuenta personal de algún funcionario, por eso se empezaron a regular los patronatos y la Secretaría de Administración y Finanzas (SAF) ha establecido lineamientos para utilizarlos, y supervisa su manejo”.

Con relación a los recursos que ingresan a la UV luego del proceso de preinscripción, derivados de las cuotas por derecho a examen de admisión, Velasco Muñoz-Ledo explicó que dos terceras partes (unos nueve millones de pesos) se utilizan para cubrir los gastos derivados de las más de 32 mil solicitudes de admisión registradas anualmente en la Universidad.

¿Y los de las cuotas de preinscripción?
Del total de recursos generados durante la preinscripción, una tercera parte cubre el pago al Centro Nacional para la Evaluación (Ceneval) por concepto del examen, mientras que una parte similar cubre los gastos que implica un proceso de esta magnitud, realizado simultáneamente en cinco regiones del estado, y que requiere de formularios, publicación de convocatorias y resultados, salario de dos días para 800 aplicadores, pago de la seguridad que resguarda y almacena en bóvedas los exámenes antes y después de su aplicación, credenciales y viáticos del personal de la UV que organiza, con meses de anterioridad, este proceso en todo el estado.

La parte restante, explicó, se aplica, como todos los recursos de la UV, en proyectos de la institución.

“El servicio que dan las clínicas del área de Ciencias de la Salud (odontológico, consulta de medicina general y especialidades, nutrición, entre otros) tiene un costo de diez pesos para la población. Un servicio como éste no sería posible si no fueran gracias a los recursos que proporciona la propia institución y que se obtienen de fuentes como ésta. También se utiliza para sostener las Casas de la Universidad o las Brigadas Universitarias en Servicio Social, para los cuales no existe un presupuesto específico”.

Directivos, obligados a rendir cuentas
Dijo que la disposición de los recursos derivados del Patronato depende de decisiones tomadas en el seno de cada facultad, y reconoció que los estudiantes, padres de familia y sociedad en general tienen el derecho de saber el destino de tales recursos.

Los directivos están obligados a proporcionar información clara al respecto (en caso de ser negada pueden acudir a instancias como la Contraloría, la Secretaría Académica o la Rectoría) y ninguno de los directores puede disponer libremente del dinero, sino que necesita dos de tres firmas posibles para hacer uso de él.

“La comunidad debe tener la confianza de solicitar la información y si ésta se les niega, puede acudir con las autoridades a través de medios como el correo electrónico del rector (rarias@uv.mx), la secretaria Académica (mvelasco@uv.mx) o el de vozdelacomunidad@uv.mx y tener también la confianza de que los correos se leen y contestan”.