UniVerso: El Periódico de los Universitarios

El 7.5 por ciento de la población general con edad de 20 años y más padece diabetes mellitus. Se presenta en un grado ligeramente mayor en mujeres que en hombres, por lo que son ellas las que encabezan la lista de muertes por esta causa. De acuerdo con datos que arroja la Encuesta Nacional de Salud aplicada en 2000, proporcionados por José Luis Castillo Hernández, Veracruz ocupa el primer lugar en prevalencia de diabetes.

En la FILU, el director de la Facultad de Nutrición de la UV explicó que enfermedades como las cardiovasculares, cerebrovasculares y la diabetes disminuyen la calidad de vida de los mexicanos. Una de las causales de la presencia de estos padecimientos es la ingesta de grasas saturadas, polisaturadas y los llamados ácidos grasos.

Castillo Hernández se pronunció porque se regule en México el uso de ácidos grasos trans en la industria alimentaria. Estos ácidos, explicó, “son compuestos que se generan durante la fabricación de algunas grasas mediante un proceso conocido como hidrogenación parcial”.

Las grasas trans tienen “características deseadas en la industria tales como la untabilidad, cremosidad y una mayor vida de anaquel”, y entre los productos que las contienen mencionó las hamburguesas, galletas, margarinas, sustitutos de crema, pan, frituras, tamales y palomitas de maíz.

Sin embargo, a pesar de que en el plano mundial se han realizado diversos estudios acerca de los ácidos y su repercusión en la salud, en México desafortunadamente es improbable encontrar investigaciones y normas que regulen su utilización.

Dijo que investigadores de Nutrición realizarán un plan de acción para regular el uso de ácidos grasos en la industria alimentaria en México, para contribuir a la prevención de enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y no transmisibles relacionadas con la nutrición para favorecer la calidad de vida de la población mexicana y reducir los costos en la atención de la salud.

El plan busca mejorar la legislación vigente en torno al uso de ácidos grasos trans presentes en los alimentos, promover la inclusión de este tema en los programas y planes de formación de los recursos humanos en salud y generar programas de orientación y educación a la población en general.