Año 5 • No. 194 • septiembre 26 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Rulfo sólo tenía dos obras en el alma: De la Colina
Juan Carlos Plata

El escritor vivía angustiado por pensar que cualquier cosa que escribiera no fuera de la calidad de sus obras publicadas, aseguró
Juan Rulfo vivía angustiado por pensar que cualquier cosa que pudiera escribir no fuera del valor de El llano en llamas y Pedro Páramo , por lo que se justificaba de mil maneras, aseguró el escritor José de la Colina. “Creo sinceramente que no tenía en el alma más que esos dos libros y para mí eso bastaba, más vale ser Juan Rulfo con dos libros que Luis Spota con 300”.

Jesús Medina.

En la presentación de su libro Personería, realizada en la FILU de Xalapa, José de la Colina dijo que Rulfo “fue un hombre que con dos obras absolutamente extraordinarias, grandes de verdad –creó un personaje, Pedro Páramo, cuando el problema de la literatura mexicana es que no tiene personajes que se queden en la gente–, él mismo se espantó, toda la gente dijo ¿ahora qué nos va a dar?, empezó a esperar y Rulfo comenzó a vivir con la angustia de que lo que hiciera después no iba a valer tanto, tenía miedo”.

Esto influyó para que el carácter de Rulfo fuera áspero, aunque esto es de cierta manera opacado por el mito del Rulfo humilde, apocado y silencioso.
“No sé si decir que era buena persona, era un hombre áspero y tenía una cosa que a mí me parecía abominable: Juan Rulfo no hablaba bien de nadie, ni siquiera de su gran amigo Juan José Arreola, quien sólo decía mieles de él. Era una persona muy difícil de tratar, consideraba en bloque a la gente, decía por ejemplo que todos los argentinos eran maricones”.

El libro más reciente de José de la Colina, Personería, incluye 26 narraciones de anécdotas o reflexiones del autor sobre escritores que van desde Alfonso Reyes hasta Octavio Paz, pasando por Juan José Arreola, Juan Vicente Melo, Sergio Galindo y José Revueltas, entre otros.

De la Colina recordó la relación que tuvo con algunos de los personajes incluidos en su libro. “Salvador Novo era muy corrupto, muy inmoral, y no lo digo por su homosexualidad, era un hombre que puso al día, como en su tiempo lo hizo Alfonso Reyes, una prosa castellana ágil. Reyes era un escritor que parecía que escribía con el aire, así de ligero era, no vacuo, ligero” .