| Año 5 • No. 195 • septiembre 5 de 2005 | Xalapa • Veracruz • México |
Publicación
Semanal |
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primera vez analizarán vestigios de conchas marinas en Veracruz Alma Espinosa |
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| Se considera que especialistas del Templo Mayor hagan una réplica del collar de la Dama de Tlacojalpan | ||
| A
pesar de su riqueza arqueológica y de haber sido una de las
primeras tierras que pisaron los conquistadores españoles,
Veracruz no cuenta con un trabajo serio enfocado al análisis
de los objetos prehispánicos realizados a base de concha, afirmó
Adrián Velásquez Castro, coordinador del taller Arqueología
experimental en materiales conquiológicos del Templo Mayor. Por ello fue importante lograr un primer acercamiento con algunas de las piezas encontradas en las excavaciones del Bajo Papaloapan, a cargo de Pedro Jiménez Lara, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS). La pieza que ha despertado la atención por su belleza y por la importancia de la osamenta, es el collar de concha de la Dama de Tlacojalpan, hallada en el sitio arqueológico La Campana, de la que se realizará un estudio más profundo y se elaborará una réplica para su exhibición permane nte en la Casa de las Mariposas, proyecto que contempla un museo de sitio en el municipio de Tlacojalpan. Al ofrecer una conferencia sobre la producción especializada de los objetos de concha del Templo Mayor, Adrián Velásquez explicó que el objetivo del proyecto sobre técnicas de manufactura de los objetos de concha del México prehispánico es investigar las técnicas de elaboración de estos objetos. “Sabemos que las conchas de moluscos fueron muy importantes para las sociedades del México prehispánico. Del preclásico superior, del 300 a .C. y hasta la conquista europea, se extrajeron conchas de determinadas especies de moluscos, de las costas del litoral Atlántico como el Pacífico de México”. Se ha descubierto que estas conchas fueron trasladadas principalmente a los sitios tierra adentro, entre los que destacan Teotihuacan, Tula y el Templo Mayor. Las conchas se utilizaron para elaborar objetos de lujo que servían para engalanar las elites y para culto religioso. Hay que recordar que en estas sociedades todo estaba muy mezclado, por lo que es muy difícil separar el aspecto político del religioso. Incluso, el estatus también podía estar muchas veces muy ligado a una cuestión simbólica y religiosa. Después de la aparición de un texto en la década de los setenta, no se ha realizado otro estudio profundo acerca de los objetos de concha, por lo que este proyecto recobra su importancia. Adrián Velásquez dijo que, por ello, se investiga a detalle diferentes colecciones; se empezó en el posclásico tardío en el Templo Mayor; luego, en las colecciones del preclásico en el sitio arqueológico Las Bocas, en Puebla, y del clásico se analizaron piezas de Teotihuacan. “Ahora estamos estudiando algunos materiales de Veracruz con Pedro Jiménez. Esto es interesante porque es uno de los primeros acercamientos en ese sentido”. Dijo que les interesa estudiar la pieza, saber cómo le hicieron y estimar cuánto tiempo pudo haber llevado la elaboración. |
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