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Juan
Capetillo desentraña la historia de la disciplina en nuestro
país
La presencia de Fromm en México
impulsó formación de psicoanalistas
Alma Espinosa |
Es
común en nuestros días escuchar a varios mexicanos hablar
del psicoanálisis, pero pocos se han detenido a reflexionar
sobre cómo se ha desarrollado en México. Por ello, Juan
Capetillo Hernández, del Instituto de Investigaciones Psicológicas
(IIP), emprendió la búsqueda de los orígenes
de esta disciplina que, desde su nacimiento, causó revuelo
no sólo en los círculos científicos sino también
en la sociedad.
Aunque en nuestro país se empezó a hablar del psicoanálisis
desde 1910, no es sino hasta 1937 cuando que se inicia su estudio
y hasta 1950 comienza a practicarse formalmente. Ello se debió
a que en 1949 llegó a radicar a nuestro país el psicoanalista
Eric Fromm, quien ya gozaba de gran prestigio y había sido
alumno de psicoanalistas cercanos a Sigmund Freud, llamado el “padre
del psicoanálisis”. |
Juan
Capetillo Hernández. |
Gracias
al arribo de Fromm desde Nueva York, debido a los problemas de salud
que aquejaban a su esposa por el clima tan severo de aquella ciudad,
los psicoanalistas que se habían formado en nuestro país
–gracias a los cursos impartidos en la UNAM– vieron la
oportunidad de completar su ciclo de profesionalización en
la disciplina.
Y es que para practicar esta disciplina es necesario someterse a un
psicoanálisis y que los expedientes sean revisados por otros
psicoanalistas, además del que tiene contacto directo con el
paciente. Fue así que Eric Fromm se convirtió en el
psicoanalista y en el supervisor de todos los casos. |
Durante
su estancia, Fromm impartió varios cursos, como el de Dinámica
de lo inconsciente, y se creó el Grupo Frommiano, conformado
por 12 especialistas. De 1949 a 1951, otro grupo de estudiosos decidieron
terminar su preparación en Nueva York y Argentina. Entre ambos
grupos surgieron diferencias teóricas, con lo que surgieron
el grupo formado por Eric Fromm y la Asociación Psicoanalítica
Mexicana.
“No sería algo para extrañarse que la situación
de conflicto entre estos dos grupos hubiera dado mayor impulso a la
institucionalización del Psicoanálisis”.
A finales de la década de los sesenta habría de surgir
otra organización, el Círculo Psicoanalítico
Mexicano, inspirado en las teorías de Igor Caruso que buscaba
vincular a Sigmund Freud con Carlos Marx. Gracias al interés
en esta disciplina y a distintas tendencias que surgieron, la producción
de artículos y libros sobre el tema fue prolífica. La
actividad profesional se concentraba en el Distrito Federal, Monterrey
y Guadalajara.
El psicoanálisis aparece en Veracruz, a partir de 1960. Existe
como referencia un artículo de Ramón Parres en la revista
La palabra y el hombre.
Después del golpe de Estado en Argentina, en la década
de los setenta, varios argentinos salieron de su país y llegaron
a México a continuar con el desarrollo del psicoanálisis.
A partir de entonces, las teorías de Jacques Lacan cobraron
mucha importancia debido a su impacto en la disciplina.
Según Capetillo, Lacán continúa estando presente
en las mentes de los psicoanalistas de hoy. Afortunadamente, el estudio
y práctica de la disciplina se ha dispersado por todo el país,
y en Xalapa ha tenido gran repercusión. |
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