La FILU es, definitivamente, un espacio para la lectura y el aprecio de las novedades editoriales más importantes del mundo contemporáneo, y quien se ve verdaderamente beneficiado con una feria como ésta es el lector.

Adelantó que el objetivo de la FILU 2006 para Veracruz-Boca del Río será descentralizar la riqueza que ofrece esta fiesta editorial, para que los veracruzanos disfruten de una mayor diversificación de actividades. Para ello se empezará a planear y evaluar desde ahora el programa del próximo año.

Respecto a la temática central de este año, Democracia, política y educación, dijo que fue del interés de todos los universitarios, y por ello, se empezará desde ahora a definir el tema eje de la edición 2006, sobre el cual la sociedad debe reflexionar.

José Luis Rivas Vélez, director de la Editorial de la UV, destacó que sin ese amigo íntimo que es el libro, nuestro mundo sería muy distinto: “Es una relación especial y cercana la que se entabla con este peculiar instrumento del saber”.

Al referirse a la supuesta crisis editorial que se augura en el mundo, el poeta manifestó que “las labores aparajedas a la producción de libros difícilmente desaparecerán ya que la lectura es una actividad natural de los hombres, una especifidad de nuestra humana condición”.

Ese placer que constituye una necesidad vital es el que movió movido a la UV a fundar en 1957 su editorial, primero con la colección Ficción, cuyas labores no han dejado de crecer hasta sumar hoy un catálogo que supera los mil títulos publicados, la cual ha albergado históricamente 50 colecciones y mantienen un producción anual de 60 nuevos títulos, entre ellos una decena de distintas publicaciones periódicas de la UV.

Crítico literario, poeta y traductor, Rivas subrayó que el éxito y gran aceptación de la Feria Internacional del Libro Universitario se ha hecho extensivo a la región Veracruz, que con rapidez ha adquirido un carácter propio y un público que aumenta año con año.

Ante la presencia de directores de facultades, maestros, alumnos y público asistente, Rivas citó al escritor Alberto Manguel, quien dijo: “Los lectores, por supuesto, saben que las virtudes de un libro, más allá de sus palabras, se hallan en su habilidad de acompañarnos, de ser discreto, de plegarse a nuestras obligaciones y caprichos y de nunca abandonarnos por razones de peso, de costo o de espacio”.