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México
es vulnerable ante el
posible ataque de nuevos virus
Juan Carlos Plata |
La
falta de infraestructura, personal capacitado e investigación
para la identificación de nuevos virus como SARS, ébola,
influenza aviar (H5N1), hanta, sabín, entre otros, así
como para habilitar un plan de emergencia sanitaria y contención,
hacen que México sea vulnerable a epidemias altamente peligrosas,
aseguró Roberto Zenteno Cuevas, investigador del Instituto
de Salud Pública de la UV. |

Roberto Zenteno Cuevas. |
“En
los últimos años se ha descubierto una gran cantidad
de nuevos virus; lamentablemente en México no existen reportes
de virus caracterizados, porque hay una falta de preparación
de recursos humanos y también porque no ha habido mucho interés
por parte de las autoridades de salud, más preocupadas por
resolver las enfermedades que ya tienen”.
Ante ello, los sistemas de salud no se pueden dar el lujo de manejar
recursos y personal altamente calificado para que inicien la caracterización
de virus que pueden ser dañinos, lo que a la larga podría
tener graves consecuencias, porque significa que en caso de presentarse
un problema de este tipo el país sería dependiente de
entidades extranjeras de salud. |
“Si
tomamos en cuenta que, del cuadro de vacunación actual, el
80 por ciento de las vacunas que se aplican en México son importadas,
en caso de alguna nueva epidemia nuestra dependencia sería
total”.
Aseguró que no existen planes de emergencia claros para emergencias
de tipo sanitario o para casos de bioterrorismo, y explicó
que lo más que llegan a hacer las autoridades sanitarias es
cerrar aeropuertos, revisar a la gente y hacerle un par de preguntas
sobre si se ha sentido mal, pero no hay un seguimiento.
“Nuestra red de salud es tan precaria que no sabemos si nos
está asaltando un virus nuevo y, en todo caso, si hay algún
brote de él; las asistencias llegan en las últimas fases
de la enfermedad, se hace un cerco sanitario, se recuperan a dos o
tres personas, pero si los síntomas no se ajustan a los cuadros
que ellos tienen registrados sólo buscan ciertas coincidencias
y no se hace una investigación”.
Mencionó algunos de los virus detectados en el mundo que podrían
ser amenazas serias a la salud de la población: una variedad
del virus del herpes, del que se desconoce el agente transmisor pero
que produce una enfermedad llamada roseta infantil; el virus guaranito,
común en Perú y que causa una fiebre hemorrágica
similar al ébola, cuyo agente transmisor en un roedor; el vibriocólera,
que se pensaba erradicado pero del cual se han descubierto nuevas
variedades que son capaces de producir un proceso infeccioso serio;
la bartonella , transmitida por gatos; el virus hanta que produce
una especie de síndrome pulmonar y la gente muere por ahogamiento
y, finalmente, tanto el virus sabín como el ebola, transmitidos
por roedores y que producen fiebre hemorrágica.
Se refirió también a otros virus un poco más
conocidos como el Rotavirus, que ocasiona fuertes diarreas en niños
y en tres días puede matar al paciente y del que apenas se
están desarrollando vacunas experimentales; el Parvovirus B19,
del que ya se están observando casos en humanos; el VIH-grupo
0, conocido como súper VIH del que ya hay casos en México;
el virus del Nilo; el Papiloma humano, del que hay cerca de 24 tipos
diferentes y con dos variedades que se encuentran fuertemente asociados
al cáncer cérvicouterino.
“Los nuevos virus obligan a desarrollar esquemas nuevos que
implican acercamientos totalmente diferentes y trabajos de investigación
especializados. Sin ánimo de ser alarmista, hay que decir que
hay un riesgo muy serio”.
Investigación en el Instituto de Salud Pública (ISP)
En el ISP se está concluyendo una investigación con
una enfermedad llamada leptoespirosis, cuyo agente causal es una bacteria
trasmitida por animales como perros, gatos y cerdos, con un cuadro
clínico similar al del dengue, que causa procesos febriles,
dolores en las articulaciones, malestar en los ojos, etcétera.
“El año pasado hubo un brote de enfermedades febriles
similares al dengue en una zona de Oaxaca, se hicieron los estudios
respectivos a la población afacetada y en muchos casos los
resultados no fueron positivos a dengue, pero ya no se hicieron más
análisis y toda esa gente se quedó sin un diagnóstico.
Nosotros retomamos estas personas, les hicimos el procedimiento diagnóstico
para leptoespirosis y hasta ahora el 80 por ciento de los enfermos
han dado positivo; se les esta proporcionando ya un tratamiento especifico
con antibióticos”.
Zenteno Cuevas dijo que los servicios de salud hacen su procedimiento
estandarizado y si la gente no responde a éste, no saben qué
hacer, les dan algo para la fiebre, los dan de alta y si la libran
bien y si no, mala suerte.
Dos casos: SARS e influenza aviar
El último nuevo virus que estuvo de moda fue el SARS, que se
inició en una zona rural de China para afectar a los humanos
y alcanzar una magnitud mundial. “En esa ocasión hubo
un esquema de contención organizado por la OMS, cerraron aeropuertos,
hubo emergencia sanitaria en todos los países potencialmente
expuestos y lograron detener el virus. En América llegó
a Toronto, donde se logró aislar a las personas infectadas,
pero si se hubiera extendido el virus en Canadá, seguramente
hubiera llegado a México”.
Ahora hay emergencia mundial por un nueva variante del virus de influenza,
H5N1, que salió de Asia, avanzó por Rusia y está
ya en Europa, todo esto en menos de dos meses; hay gran alarma porque
de la gripe aviar a la mutación que afecta a los humanos el
paso es muy pequeño.
“Para tener una idea de lo que puede pasar, hay que recordar
el ataque de influenza española de 1910, que inició
a partir de una infección en cerdos, mató a más
personas que todos las bajas directas de la Primera Guerra Mundial
–estamos hablando de más de 10 millones de muertes–,
y eso se dio cuando los traslados de las personas eran más
lentos; ahora, que en dos semanas puedes recorrer el mundo entero,
la enfermedad se puede propagar con mucha mayor facilidad y velocidad”.
Investigar, única solución
La única solución para contar con caracterizaciones
de esos virus en el país es un trabajo de investigación
conjunto entre las autoridades de salud y las universidades. Las instituciones
de salud no tienen el personal ni los recursos para hacer investigación
de este tipo, pero las universidades pueden generar el personal y
proyectos de investigación.
El proceso de desarrollo que estamos viviendo nos obliga a replantear
los procedimientos de contención de enfermedades, además
de que las condiciones ambientales y de estrés al que son sometidos
los animales en cultivo podrían estar generando tasas de mutación
de virus mucho más altas, lo que produciría más
enfermedades que afectan al hombre. |
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