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Junto
con el IMSS y la UNAM
Busca la UV detectar virus del
Papiloma Humano de alto riesgo
Carolina Cruz |
Boca
del Río, Ver.- Pese al avance de la tecnología
médica, el cáncer cervicouterino causado por el Virus
del Papiloma Humano (VPH) sigue ocupando el primer lugar nacional
como causa de muerte en mujeres, mientras que en Veracruz ocupa el
segundo sitio. El progreso de la tecnología e investigaciones
científicas nada pueden hacer contra el miedo y la apatía
de las mujeres por realizarse periódicamente el examen del
Papanicolau.
Gustavo Méndez Machado, jefe de la dirección de Investigación
de la Unidad no. 14 del IMSS, lamenta el hecho “porque este
tipo de cáncer es uno de los más fáciles de tratar
cuando se detecta a tiempo”.
En el Instituto de Medicina Forense de la UV, Guadalupe Melo Santiesteban
trabaja, junto con investigadores del Instituto Mexicano del Seguro
Social y de la Universidad Nacional Autónoma de México,
en el desarrollo de una técnica de biología molecular
para detectar si el VPH de la portadora pertenece a la categoría
de alto o bajo riesgo, y con ello decidir el tratamiento a seguir.
“Por medio de una técnica de biología molecular
–citología de base liquida bajo inmunoestoquímica
con p16–, es posible detectar la proteína P16 que se
encuentra en las células epiteliales afectadas por el VPH.
Según la cantidad, el estudio revela una gama de colores café,
que van desde el claro que indica bajo riesgo, hasta el café
obscuro que señala alto riesgo”, indicó la investigadora.
La muestra, sumamente sencilla, se toma de las secreciones del canal
vaginal y se analiza en el Laboratorio de Inmunoestoquímica
del Instituto de Medicina Forense, que trabaja con dos poblaciones:
la controlada, que son pacientes del IMSS, y la abierta, constituida
por mujeres que no cuentan con cobertura médica.
Hasta el momento se ha detectado que en la población controlada,
la mayoría presenta virus de bajo riesgo: “faltan los
hallazgos en la población abierta, con lo cual podremos definir
el tipo de virus y determinar si están en el mismo porcentaje
las dos poblaciones.
”Aunque existen más de 100 virus reportados en la literatura,
sólo 13 son oncogénicos para evolucionar a cáncer
cervicouterino: el bajo o alto riesgo determina la clase de manejo,
permitiendo evitar la cirugía cuando no es necesaria y ser
manejados de una manera más conservadora”, aseguró
Melo Santiesteban.
“Con el tratamiento correcto –que dura alrededor de dos
años– y eliminando los agentes causantes o condicionantes,
el VPH de bajo riesgo puede ser eliminado, lo que evita acciones invasivas
como la histerectomía o la eliminación del cuello de
la matriz”.
Gustavo Méndez Machado señala que, en el IMSS, “nos
interesa saber cuál es el virus del papiloma humano que tiene
la paciente, si es de bajo riesgo para proporcionar el tratamiento
que procede o si es de alto riesgo y va a transformar la matriz o
el cuello, en cuyo caso se optará por medidas invasivas”.
El inicio de actividad sexual a temprana edad y tener varias parejas,
son los principales factores predisponentes para contraer el VHP.
Pero los médicos, pese a las tecnologías de punta para
detectarlo, tienen que bregar con dos elementos culturales: la apatía
y el miedo de las mujeres por hacerse el Papanicolau y la renuencia
de sus parejas por recibir también el tratamiento. |
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