Año 6 • No. 199 • octubre 31 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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  Junto con el IMSS y la UNAM
Busca la UV detectar virus del
Papiloma Humano de alto riesgo
Carolina Cruz
Boca del Río, Ver.- Pese al avance de la tecnología médica, el cáncer cervicouterino causado por el Virus del Papiloma Humano (VPH) sigue ocupando el primer lugar nacional como causa de muerte en mujeres, mientras que en Veracruz ocupa el segundo sitio. El progreso de la tecnología e investigaciones científicas nada pueden hacer contra el miedo y la apatía de las mujeres por realizarse periódicamente el examen del Papanicolau.

Gustavo Méndez Machado, jefe de la dirección de Investigación de la Unidad no. 14 del IMSS, lamenta el hecho “porque este tipo de cáncer es uno de los más fáciles de tratar cuando se detecta a tiempo”.

En el Instituto de Medicina Forense de la UV, Guadalupe Melo Santiesteban trabaja, junto con investigadores del Instituto Mexicano del Seguro Social y de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el desarrollo de una técnica de biología molecular para detectar si el VPH de la portadora pertenece a la categoría de alto o bajo riesgo, y con ello decidir el tratamiento a seguir.

“Por medio de una técnica de biología molecular –citología de base liquida bajo inmunoestoquímica con p16–, es posible detectar la proteína P16 que se encuentra en las células epiteliales afectadas por el VPH. Según la cantidad, el estudio revela una gama de colores café, que van desde el claro que indica bajo riesgo, hasta el café obscuro que señala alto riesgo”, indicó la investigadora.

La muestra, sumamente sencilla, se toma de las secreciones del canal vaginal y se analiza en el Laboratorio de Inmunoestoquímica del Instituto de Medicina Forense, que trabaja con dos poblaciones: la controlada, que son pacientes del IMSS, y la abierta, constituida por mujeres que no cuentan con cobertura médica.

Hasta el momento se ha detectado que en la población controlada, la mayoría presenta virus de bajo riesgo: “faltan los hallazgos en la población abierta, con lo cual podremos definir el tipo de virus y determinar si están en el mismo porcentaje las dos poblaciones.

”Aunque existen más de 100 virus reportados en la literatura, sólo 13 son oncogénicos para evolucionar a cáncer cervicouterino: el bajo o alto riesgo determina la clase de manejo, permitiendo evitar la cirugía cuando no es necesaria y ser manejados de una manera más conservadora”, aseguró Melo Santiesteban.

“Con el tratamiento correcto –que dura alrededor de dos años– y eliminando los agentes causantes o condicionantes, el VPH de bajo riesgo puede ser eliminado, lo que evita acciones invasivas como la histerectomía o la eliminación del cuello de la matriz”.

Gustavo Méndez Machado señala que, en el IMSS, “nos interesa saber cuál es el virus del papiloma humano que tiene la paciente, si es de bajo riesgo para proporcionar el tratamiento que procede o si es de alto riesgo y va a transformar la matriz o el cuello, en cuyo caso se optará por medidas invasivas”.

El inicio de actividad sexual a temprana edad y tener varias parejas, son los principales factores predisponentes para contraer el VHP. Pero los médicos, pese a las tecnologías de punta para detectarlo, tienen que bregar con dos elementos culturales: la apatía y el miedo de las mujeres por hacerse el Papanicolau y la renuencia de sus parejas por recibir también el tratamiento.