Año 6 • No. 204 • diciembre 5 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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No es tóxica, resulta más económica y es biodegradable
Crean estudiantes una pintura ecológica a base de suero de leche
Edith Escalón

Estudiantes de Ingeniería Química crearon una pintura biodegradable más económica y no afecta la salud.
Para brindar una alternativa ecológica al uso de pinturas comerciales altamente contaminantes y tóxicas, estudiantes de Ingeniería Química de la UV han creado una pintura biodegradable a base de suero de leche, harina, colorantes orgánicos y otros componentes naturales, que resulta más económica y, a diferencia de las comerciales, no afecta la salud.

Su producción industrial es químicamente viable y económicamente asequible, según demuestran estudios de mercado, análisis técnicos y de riesgo, presentados en el Primer Foro Tecnológico de Ingeniería Química y Ambiental, celebrado en la Facultad de Ingeniería.

Las pinturas a base de aceite, thiner, solventes, colorantes y algunos tipos de recubrimientos y lacas constituyen el 60 por ciento de los desechos peligrosos que se arrojan al entorno ambiental, pues su pigmento está, por lo general,
fabricado con materiales pesados como el bióxido de cadmio y de titanio, según señala la investigación realizada por los estudiantes.

En cambio, la pintura que ellos han creado está elaborada con suero de leche (como elemento base), al que adicionan cal, harina de trigo, fécula de maíz, aceites vegetales, pigmentos orgánicos y colorantes naturales extraídos de betabel, jamaica, flor de muerto, hojas, zanahorias y otros vegetales. Por ello, tanto su producción como su aplicación resultan inofensivas para el medio ambiente y para la salud humana.

Según los estudios químicos que realizaron, la pintura ecológica tiene las mismas propiedades que las comerciales a base de aceite o agua, como el poder cubridor, intensidad de color, adherencia, facilidad de aplicación y durabilidad. “Lo único que cambia la pintura ecológica son sus efectos”, aseguró Ariza del Moral Dorantes, integrante del equipo creativo.

Explicó que la pintura a base de aceite es tóxica desde su elaboración, pues implica el uso de contaminantes devastadores, como el bióxido de titanio, que en este proceso genera un desecho líquido que contiene ácido sulfúrico, metales pesados e hidrocarburos clorados; por tanto, destacó la importancia de una pintura de base natural como la que proponen, que no incluye en fabricación estos compuestos.

Otra de las desventajas de las pinturas comerciales es que, al momento de aplicarlas, los contaminantes que contienen penetran en el organismo por inhalación, afectando la salud (dolor de cabeza, mareo, náusea, fatiga, piel seca, irritación de ojos, congestión de fosas nasales y tos), dijo Mireya Carballo Dorantes.

Ambas coincidieron en que el uso del suero en la pintura ecológica representa una ventaja en dos sentidos: “La disponibilidad del suero de leche es una de las principales, pues de cada 10 litros de leche para queso, seis son de suero; además, evitaría la contaminación del agua, pues generalmente es desechado en el drenaje sin darle un uso que beneficie a los productores”.

De acuerdo con el estudio técnico realizado, la mejor opción para la ubicación de una planta industrializadora de pintura ecológica sería la ciudad de Coatepec, pues además de tener cercanía con los principales centros de consumo, presenta, como en ningún otro sitio, disponibilidad de materia prima.

“Debido a que en La Orduña existe una planta de la empresa Nestlé, en la cual se produce leche condensada, hemos pensado instalar en ese predio la planta de pintura, pues además de tener la principal materia prima, tendríamos asegurado el abastecimiento de los servicios auxiliares para planta, como agua, luz, drenaje y vías de comunicación”.

La pintura ecológica es ideal para utilizar en el recubrimiento de juguetes y artículos de consumo para niños, que no pueden ser teñidos por pinturas, tintas, barnices, lacas y esmaltes formulados en base acuosa o aceite vegetal que contienen compuestos de plomo, según lo señala la Norma Oficial Mexicana.

A esta ventaja hay que añadir su precio. Aún considerando los costos de producción, venta, distribución y transporte, el precio final por litro sería inferior al de las pinturas comerciales: “Esta es una de las razones por las que consideramos que es conveniente invertir en una empresa que produzca industrialmente esta pintura ecológica”, comentaron Julio César Hernández Ortiz y Guadalupe Verónica León Martínez, los otros miembros del equipo de producción.

Cabe señalar que la idea de regresar al uso de elementos naturales para elaborar pigmentos la retomaron las estudiantes de las pinturas rupestres, que han perdurado durante más de 20 mil años. Algunos de estos dibujos eran monocromáticos y pintados con óxidos de hierro naturales, ocre o rojo, y otros usaban colores hechos con cal, carbón vegetal, ocres amarillo y rojo y tierra verde (ocre verde).