Año 6 • No. 204 • diciembre 5 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Este jueves 8 de diciembre
Tlacojalpan exhibirá su riqueza cultural y arqueológica en el MAX
Alma Espinosa
Veracruz fue un estado clave para el desarrollo de la cultura olmeca, cuyas huellas son estudiadas ahora por los arqueólogos para desentrañar las raíces de lo que hace a todos los que habitan este lugar orgullosamente veracruzanos.

La Dama de Tlacojalpan.

Los antropólogos, dedicados a estudiar el origen y desarrollo de las sociedades humanas así como sus diferencias, han hecho una labor invaluable al intervenir en esta búsqueda y dotar de identidad a los pobladores de estas tierras fértiles y exuberantes.

La Universidad Veracruzana ha sido una institución esencial en los trabajos de estudio y excavación de sitios como El Tajín, Tres Palmillas, El Manatí, Loma Iguana, La Antigua, El Zapotal, Quiahuixtlán, Playa Vicente, Medias Aguas, El Socorro, Serafín, Carrizal, Campo Viejo, Macuiltépetl, Piedra Labrada, Cerro de las Mesas, El Trapiche, La Campana y El Panteón.


Payppcubapa.

Desde hace cinco años, un grupo de investigadores y estudiantes, coordinados por Pedro Jiménez Lara, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS), inició el proyecto Patrón de asentamiento y poblamiento prehispánico en la Cuenca del Bajo Papaloapan, que comprende los municipios de Tlacojalpan, Otatitlán, Chacaltianguis y Cosamaloapan; se han realizado numerosas tareas de excavación tanto en tierra como en agua, y se han encontrado piezas fundamentales para el estudio y desciframiento de los grupos sociales que habitaron el sitio hace cientos de años.

Tlacojalpan: agua y cultura
Debido a la trascendencia de las piezas y al interés por que la sociedad veracruzana conozca utensilios, ofrendas e incluso restos óseos de nuestros ancestros, el jueves 8 de diciembre, a las 19:00 horas, se inaugurará la exposición temporal “Tlacojalpan: agua y cultura” en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX), que reunirá 60 piezas de lítica, cerámica y hueso.

Pedro Jiménez explicó que el nombre de la exposición, que estará hasta el 15 de enero, hace alusión al pueblo, su cultura y, desde luego, al río Papaloapan: “mostraremos las piezas que hemos encontrado, estudiado y restaurado desde distintas perspectivas a lo largo de estos cinco años”.

Esta será la primera vez en que sea expuesto el proyecto La Dama de Tlacojalpan (medicina forense y antropología física), que incluye una osamenta encontrada en el sitio La Campana, así como pertenencias y ofrendas que ayudaron a determinar que vivió entre los años 1000 y 1500 a.C. Para conocer su verdadero rostro, los restos óseos fueron enviados a expertos de la Procuraduría General de Chihuahua, quienes realizaron estudios de antropología forense y restitución facial (Ver Universo, Núm. 185, 27 de junio de 2005).

Una vez concluida la restauración y de que Gaudencio Hernández, de los Talleres Libres de Artes de la UV, realizara una réplica, la Dama de Tlacojalpan será expuesta y pondrá fin a la expectativa que ha crecido desde que se hizo el anuncio de su regreso al estado.

“Estamos tratando de hacer una exposición bien presentada, desde la perspectiva de lo que esto significa para Veracruz, pues por primera vez se van a exhibir piezas que son desconocidas, piezas de culturas que decimos que ahí están pero no sabemos quiénes son”, dijo el investigador.

Con la museografía de Jorge Acevedo, del Ivec, se contextualizará la exposición en un ámbito acuático para mostrar los resultados de la línea de arqueología subacuática que se desarrolló como parte del proyecto.
“Tlacojalpan: agua y cultura” también mostrará algunos rasgos culturales que se han identificado, así como el origen de la lítica y la procedencia de los materiales con que se confeccionó. De igual manera se podrán apreciar piezas de cerámica y de concha.

Se presentarán dos cajas de luz. La primera contendrá lo representativo de la arqueología subacuática; la otra mostrará un plano topográfico de un sitio único en Mesoamérica: El Socorro. Un grupo representativo de Tlacojalpan ofrecerá comida y bebida típicas de la región, en una velada que será amenizada por los grupos Son de Tlacojalpan, Son de Arena y un trío.

Arqueología del Bajo Papaloapan
Antes de la inauguración, se realizará el foro académico Arqueología del Bajo Papaloapan, en el que participarán todos los investigadores, académicos y estudiantes que han estado involucrados en el proyecto, para dar a conocer los principales resultados en estos años de estudio.

En él, Pedro Jiménez Lara dará una retrospectiva del proyecto y dará los detalles de la creación de la Casa de las Mariposas, Complejo Cultural Tlacojalpan, que podría abrirse en el segundo semestre de 2006 y que se instala en una casa donada por la comunidad, restaurada por la Comisión para el Desarrollo del Papaloapan, que servi´ra como museo regional con las piezas que serán exhibidas en el MAX.

En el foro también participará María Antonia Aguilar Pérez, quien expondrá sobre las condiciones geográficas y ecológicas que pudieron propiciar el desarrollo cultural en la Cuenca Baja del Papaloapan.
Ana Katalina Celis Hernández, estudiante de la UV, hablará sobre los trabajos de arqueología subacuática, en que participaron investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Estos trabajos se realizaron por el constante cambio en la orografía de la superficie terrestre cercana al río Papaloapan, que está siendo analizado desde la perspectiva de la arqueología.

Xochitl del Alba León Estrada, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, hablará de los artefactos y herramientas líticas, particularmente la obsidiana, en el Bajo Papaloapan. Después de los procesos tecnológicos que desarrollaron las sociedades mesoamericanas, la lítica fue importante en la elaboración de utensilios, herramientas y lascas para uso doméstico, bélico y ornamental, así como en la arquitectura y la escultura.

Amílcar Guillermo Vargas explicará cómo ha sido la relación de los habitantes con el desarrollo del proyecto, que ha contribuido a que la población revalore su patrimonio arqueológico y esté consciente de la gran riqueza que posee. Una consecuencia de esto es que se organizó para conformar una asociación civil en busca de la defensa y conservación de su patrimonio arqueológico y cultural.

“Cuando la comunidad no se relaciona mucho, nada más queda como una temporada de campo, con lo que arqueólogos y todo el material se lleva a bodegas para analizar y la comunidad queda exactamente igual. En este caso se ha motivado que la gente obtenga un beneficio social”.