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Cuatro investigadores de la UV, a
la Academia Mexicana de Ciencias
Ricardo Luna/Edgar Onofre |
Cuatro
especialistas de la UV en diversas áreas del conocimiento fueron
designados nuevos miembros de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC),
órgano que reúne a los más destacados científicos
del país, de acuerdo con la información difundida por
la propia AMC en su portal de Internet. |
Félix
Báez-Jorge. |
En
el área de Ciencias Exactas fue aceptado Alejandro Raúl
Hernández Montoya, del Departamento de Física e Inteligencia
Artificial, mientras que en Ciencias Naturales lo fue Pablo Pacheco
Cabrera, del Instituto de Neuroetología (INE). En el área
de Ciencias Sociales y Humanidades, los investigadores Félix
Báez Jorge, del Instituto de Antropología, y Alberto
Javier Olvera Rivera, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales
(IIHS) también se incorporaron a la AMC. |
Para
el historiador Félix Báez-Jorge, el nombramiento significa
mayor responsabilidad con la Universidad: “Mi trayectoria
académica y mis alumnos me obligan a dar un mayor rendimiento
en mis investigaciones y mi trabajo de docencia. Además,
tengo responsabilidad con el contexto social, donde vivo, porque
no sólo se refiere a la entidad académica donde actúo
sino al propio estado de Veracruz”. |

Alberto Olvera Rivera. |
Agregó
que dicho nombramiento da la posibilidad de tener acceso a otros foros,
a otros espacios de comunicación académica, como plataforma
de lanzamiento para tener relaciones con entidades y colegas que no
tenía. “La Academia te ayuda muchísimo para estos
contactos y estos espacios que se van creando. También te crea
la responsabilidad de proponer, construir nuevos conocimientos y proponer
nuevas tendencias de investigación en tu ramo”. |
Alberto Olvera Rivera, investigador y director del IIHS, aseguró
que la distinción significa un reconocimiento a muchos años
de trabajo en su disciplina. "Creo que los investigadores tenemos
como una de nuestras aspiraciones tener el reconocimiento de nuestros
pares y la pertenencia a la Academia Mexicana de la Ciencia es, sin
duda, uno de los más altos honores que podemos tener".
A pesar de que, en su opinión, en el campo de las Ciencias
Sociales no existe la cultura de buscar la pertenencia a este tipo
de espacios, ser miembro de la AMC otorga reconocimiento y prestigio.
Dijo que la admisión a la AMC confiere “visibilidad nacional,
lo cual es importante para los investigadores de provincia, dado que
en el país tenemos una enorme concentración, centralización
de la producción científica en la ciudad de México.
Y para los investigadores de provincia resulta más complicado
alcanzar visibilidad y reconocimiento nacionales. Así que,
para nosotros es doblemente importante esta pertenencia a una sociedad
de científicos como ésta”.
Para Alejandro Hernández Montoya, de Inteligencia Artificial,
la admisión a la Academia es un reconocimiento a su propio
trabajo y a la institución académica donde labora. “El
ingreso a esta prestigiada institución no sólo es una
distinción para el científico, también le significa
reconocimiento a la entidad académica a la que pertenece porque
prueba que en ésta se hace investigación científica
competitiva”.
Agregó que si bien ha recibido varias distinciones nacionales
e internacionales, el haber sido elegido miembro de la AMC resulta
especial pues significa reconocimiento por parte de la comunidad científica
del país, que lo califica como un científico productivo
y de alto nivel. “Este reconocimiento me fue otorgado en el
área de la Física y es un aliciente para continuar con
mi labor de investigación científica y representar a
mi Universidad dignamente”.
El fisiólogo Pablo Pacheco apuntó que la admisión
a la Academia “estrechará lazos de carácter académico
y científico con el resto de la comunidad del país,
la cual es muy reducida en número y un tanto dispersa por las
distancias”. Es también, dijo, una oportunidad para “estar
al día con lo más novedoso en materia científica
tanto del área de la fisiología como con el resto de
las disciplinas de investigación
del país”.
El hecho de que académicos de la UV –una universidad
relativamente joven en materia científica, al contrario de
su tradición humanística– obtengan acceso a una
academia nacional resulta importante porque podrán seguir muy
de cerca el devenir de la ciencia en México y pertenecerán
a la comunidad científica nacional.
La distinción a los cuatro investigadores de la UV como miembros
activos de la Academia Mexicana de Ciencias se hará oficial
durante el primer trimestre de 2006, en el inicio del año académico
de la AMC.
La AMC es una asociación civil independiente y sin fines de
lucro. Después de 45 años de vida, actualmente agrupa
a mil 716 miembros de destacadas trayectorias académicas que
laboran en diversas instituciones del país y el extranjero.
Así, esta organización enlaza a científicos de
muy diversas áreas del conocimiento bajo el principio de que
la ciencia, la tecnología y la educación son herramientas
fundamentales para construir una cultura que permita el desarrollo
de las naciones, pero también el pensamiento independiente
y crítico a partir del cual se define y defiende la soberanía
de México. |
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