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Juan
Carlos Plata
(Fotos: César Pisil) |
Diversificar
la agroindustria cañera con la producción de etanol,
forraje e incluso energía eléctrica es la mejor opción
para el rescate del sector, además de que favorece el equilibrio
ecológico, aseguró Roberto Bravo Garzón, director
del Cevim de la UV |
En
el estado de Veracruz, más de un millón de personas
dependen económicamente del cultivo y procesamiento de la caña
de azúcar. Sin embargo, en los últimos años esta
industria ha sufrido graves crisis con la introducción al mercado
nacional de la alta fructosa. Es por ello que, aprovechando la gran
fortaleza en cuanto a investigación agrícola que se
tiene en la Universidad Veracruzana UV), el Centro Virtual de Investigaciones
Multidisciplinarias de la UV (Cevim) –con apoyo de varias instituciones
de educación superior del país y extranjeras–
trabaja para proponer nuevas opciones productivas para esta agroindustria.
El primer paso fue la elaboración de un plan estratégico
a mediano y largo plazo, basado en trabajos de investigación
del Cevim y de la maestría en Manejo y Explotación de
los Agrosistemas de Caña de Azúcar –única
de su tipo en el país–, con el que la UV busca una reconversión
tecnológica que logre revertir la crisis que sufre el sector
cañero estatal y nacional.
Los investigadores de la UV buscan nuevas opciones a fin de diversificar
al sector cañero para que deje de ser dependiente de un solo
producto, el azúcar, y comience a producir más etanol
y forraje, e incluso energía eléctrica. Estas iniciativas
podrían tener importantes repercusiones de índole económica,
además de contar con amplias ventajas de carácter ecológico. |
Roberto
Bravo Garzón.
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Para
Roberto Bravo Garzón, ex rector de la UV y director del Cevim,
sería de vital importancia retomar las experiencias de países
como Brasil, Colombia y varios de la Unión Europea, que han
desarrollado y ya utilizan tecnología en los procesos químicos
e industriales que les permite obtener una serie de co-productos de
la caña.
“México está produciendo un millón de toneladas
de azúcar adicionales a lo que puede absorber el mercado nacional,
y esta azúcar no se pude colocar tan fácilmente en los
mercados internacionales. Además, se tiene el problema de la
competencia desleal que está haciendo Estados Unidos al obligarnos
a importar alta fructosa, un edulcorante más barato que el
azúcar que se utiliza principalmente en los refrescos, industria
que representa la tercera parte del mercado nacional del azúcar”,
dijo. |
Por
ahora, dijo el ex rector de la UV, la entrada de alta fructosa se
ha podido moderar por un gravamen que el Senado de República
le ha impuesto, pero a partir del 2008, que entra en vigor el Tratado
de Libre Comercio para productos agrícolas, ya no se podrá
evitar esa importación, además de que en México
ya se está sembrando maíz transgénico (que
es de donde se saca la alta fructosa) y ya existen dos fábricas
de este edulcorante, por lo que las empresas refresqueras se inclinarán
al consumo de este producto por ser más barato.
“La idea es hacer enfocar una buena parte de nuestro sector
cañero hacia la producción de etanol. Porque independientemente
de que estamos importando esta sustancia, en México no se
le ha dado uno de los usos que ya se le da en varios países
de Sudamérica y Estados Unidos, que es mezclarlo con la gasolina”,
señaló.
El director de Cevim afirmó que si se empezara a dedicar
una buena parte del campo cañero a producir alcohol, no solamente
se podría evitar la importación, sino que además
se podría utilizar el alcohol mezclado con gasolina y reducir
la dependencia del combustible importado –la demanda nacional
de gasolina crece a 4.2 por ciento anual y de diesel al 4.8 por
ciento anual y Petróleos Mexicanos no tiene recursos para
aumentar su capacidad de refinación–, al mismo tiempo
que se salvaría el mercado de los derivados del azúcar.
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Miguel Osvaldo Ascanio García.
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Según
Bravo Garzón, la caña no se ha utilizado sistemáticamente
para alimento de ganado bovino, entre otras cosas, porque producía
una enfermedad llamada timpanismo, pero se han encontrado nuevas variedades
de caña que no producen daño a la salud de los animales.
“Investigaciones hechas en Cuba demuestran que ciertas variedades
de caña usada como alimento, balanceado con otros, puede dar
un rendimiento de hasta un kilo de engorda diario, lo que significaría
bajar a la mitad el tiempo que los propietarios se tardan para tener
un ganado listo para la venta, con lo que se duplicaría el
volumen de carne para el país y se abatirían los precios
para el productor y para el consumidor. Al grupo de investigadores
del Cevim ya se incorporaron dos especialistas de la Facultad de Veterinaria
y Zootecnia de la UV, en Veracruz, que empezarán, en breve,
a probar estas variedades de caña en el rancho de la facultad”,
aseguró. |
Otra
de las grandes ventajas de la caña de azúcar es que
es ecológica, ya que para crecer –proceso que es muy
acelerado–, requiere una gran cantidad de carbono que toma de
la atmósfera. Por tanto, además de que limpia el ambiente,
fija el carbono en el suelo, enriqueciéndolo. Incluso, hay
datos de investigaciones internacionales que señalan que una
hectárea de caña de azúcar produce la misma cantidad
de oxígeno que una hectárea de bosque.
Según investigaciones preliminares realizadas por un grupo
de investigadores del Colegio de Posgraduados, campus Tabasco, y precisado
posteriormente por especialistas del Cevim, se ha considerado que
producto de la quema y requema anual de los cañaverales en
México se está emitiendo a la atmósfera cerca
de 26 toneladas de CO2 por hectárea al año, aspecto
que, como se ha publicado, debe ser suspendido inmediatamente, pues
además de su efecto contaminante es una de las principales
causas de la degradación de los suelos.
Asimismo, existen datos de investigaciones hechas en Brasil que aseguran
que la caña de azúcar puede absorber cerca de 13.5 toneladas
de CO2 por hectárea
al año. |
Alta
rentabilidad industrial |
Bravo
Garzón aseguró que los nuevos ingenios que se proponen
tienen varios propósitos: por una parte, producir alcohol,
azúcar y energía eléctrica, lo que permitiría
gozar de una alta rentabilidad a nivel industrial, además de
tener la posibilidad de que la producción de azúcar
y etanol puede acoplarse a la demanda del mercado.
“Esto resolvería un problema de balanza de pagos, bajaríamos
el nivel de importaciones de gasolina y etanol, además de que
ayudaría mucho a la agroindustria azucarera. Para esto se necesitan
ingenios con equipo nuevo y lo que queremos es que la UV participe
en esta reconversión industrial, así como en la formación
de los cuadros necesarios para este proceso y luego difundir ese conocimiento”,
aseguró. |
Investigación
de caña en la UV |
Bravo
Garzón aseguró que luego del cierre del Instituto para
el Mejoramiento de la Producción de Azúcar (IMPA) en
México, y la dilución del Grupo de Países de
Latinoamérica y el Caribe Exportadores de Caña de Azúcar
(Geplacea), organismo internacional que agrupaba a los países
productores de caña de azúcar, la UV se empezó
a preocupar por quién iba a continuar los trabajos de investigación
acerca de la caña. Entonces se decidió la creación
del Centro Virtual de Investigaciones Multidisciplinarias (Cevim),
que agrupa a investigadores de diferentes áreas que conjuntamente
analizan la problemática de esta importante agroindustria.
Esto es importante, aseguró el especialista, “porque
en Veracruz más de un millón de personas dependen de
la caña, es la entidad que tiene la mayor producción
cañera del país y porque tiene una serie de problemas
referentes tanto a la productividad agrícola como a la industrial”.
De acuerdo con el director del Cevim, la mayor parte de los ingenios
del estado de Veracruz cuentan con tecnología atrasada, hay
dos o tres que están en mejores condiciones y son los que tienen
una mayor productividad, pero en general hay un atraso significativo.
La UV quiere, siguiendo el ejemplo de la parte agrícola, revertir
ese atraso creando una maestría para la parte técnica
y mecánica, según explicó.
“Todo esto forma parte de una estrategia general, de mediano
y largo plazo que la UV, a través del Cevim, está tratando
de impulsar, por lo tanto es probable que pronto se incorporen nuevos
investigadores. Ya tenemos apoyos de otras universidades a nivel nacional:
nos está poyando un investigador de la Universidad Autónoma
Metropolitana, hay gente del Instituto Tecnológico de Veracruz,
probablemente pediremos apoyo al Instituto Politécnico Nacional,
que en materia de tecnología es uno de los pilares del país”,
añadió. Maestría
en Manejo y Explotación de Agrosistemas de Caña de
Azúcar
Por su parte, Miguel Osvaldo Ascanio García, miembro del
cuerpo de académicos de la maestría en Manejo y Explotación
de Agrosistemas de Caña de Azúcar y fundador del programa,
aseguró que de ésta han egresado 70 personas, con
trabajos de tesis directamente relacionados con la situación
y problemática reales del campo cañero.
Si a esto se le suma que en la maestría de Ciencias del Suelo,
que terminó en el 2000 en Xalapa, de los 15 egresados siete
hicieron su tesis en caña de azúcar, y que en la maestría
y doctorado en Biotecnología Agrícola hay cinco o
seis investigaciones relacionadas con caña de azúcar,
“estamos hablando de 80 ó 90 maestros y doctores en
Ciencias que han hecho sus investigaciones a partir de la agroindustria
azucarera. No es mucho en comparación con lo que debemos
hacer, pero es un aporte sustancial”, dijo Ascanio García.
s
El académico afirmó que el trabajo que se ha hecho
hasta el momento ha sido únicamente costeado por la UV y
con los apoyos académicos de varios institutos, principalmente
del INICA de Cuba, y señaló que “con más
apoyos seríamos el primer centro de formación de recursos
humanos calificado, y al mismo tiempo daríamos cursos para
los productores y para los técnicos de nivel medio que trabajan
en los ingenios, es decir, un plan de desarrollo y formación
de recursos humanos que no sólo contempla a los maestros
y doctores en ciencias, sino también se ocupa de los ejidatarios,
los pequeños propietarios y los técnicos”.
Esta maestría va a actualizarse, así como la creación
de un doctorado.
Indiscutiblemente que toda esta actividad, aunada a la formación
de ingenieros agrónomos en la UV, está coadyuvando
a un incremento de la productividad agrícola con una mentalidad
ecologista. Además, Roberto Bravo Garzón insistió
en que con un mayor apoyo, el Cevim podría jugar un rol destacado
dentro de la agroindustria azucarera mexicana.
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