Año 6 • No. 206 • enero 9 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Juan Carlos Plata
(Fotos: César Pisil)
Diversificar la agroindustria cañera con la producción de etanol, forraje e incluso energía eléctrica es la mejor opción para el rescate del sector, además de que favorece el equilibrio ecológico, aseguró Roberto Bravo Garzón, director del Cevim de la UV
En el estado de Veracruz, más de un millón de personas dependen económicamente del cultivo y procesamiento de la caña de azúcar. Sin embargo, en los últimos años esta industria ha sufrido graves crisis con la introducción al mercado nacional de la alta fructosa. Es por ello que, aprovechando la gran fortaleza en cuanto a investigación agrícola que se tiene en la Universidad Veracruzana UV), el Centro Virtual de Investigaciones Multidisciplinarias de la UV (Cevim) –con apoyo de varias instituciones de educación superior del país y extranjeras– trabaja para proponer nuevas opciones productivas para esta agroindustria.

El primer paso fue la elaboración de un plan estratégico a mediano y largo plazo, basado en trabajos de investigación del Cevim y de la maestría en Manejo y Explotación de los Agrosistemas de Caña de Azúcar –única de su tipo en el país–, con el que la UV busca una reconversión tecnológica que logre revertir la crisis que sufre el sector cañero estatal y nacional.

Los investigadores de la UV buscan nuevas opciones a fin de diversificar al sector cañero para que deje de ser dependiente de un solo producto, el azúcar, y comience a producir más etanol y forraje, e incluso energía eléctrica. Estas iniciativas podrían tener importantes repercusiones de índole económica, además de contar con amplias ventajas de carácter ecológico.

Roberto Bravo Garzón.

Para Roberto Bravo Garzón, ex rector de la UV y director del Cevim, sería de vital importancia retomar las experiencias de países como Brasil, Colombia y varios de la Unión Europea, que han desarrollado y ya utilizan tecnología en los procesos químicos e industriales que les permite obtener una serie de co-productos de la caña.

“México está produciendo un millón de toneladas de azúcar adicionales a lo que puede absorber el mercado nacional, y esta azúcar no se pude colocar tan fácilmente en los mercados internacionales. Además, se tiene el problema de la competencia desleal que está haciendo Estados Unidos al obligarnos a importar alta fructosa, un edulcorante más barato que el azúcar que se utiliza principalmente en los refrescos, industria que representa la tercera parte del mercado nacional del azúcar”, dijo.

Por ahora, dijo el ex rector de la UV, la entrada de alta fructosa se ha podido moderar por un gravamen que el Senado de República le ha impuesto, pero a partir del 2008, que entra en vigor el Tratado de Libre Comercio para productos agrícolas, ya no se podrá evitar esa importación, además de que en México ya se está sembrando maíz transgénico (que es de donde se saca la alta fructosa) y ya existen dos fábricas de este edulcorante, por lo que las empresas refresqueras se inclinarán al consumo de este producto por ser más barato.

“La idea es hacer enfocar una buena parte de nuestro sector cañero hacia la producción de etanol. Porque independientemente de que estamos importando esta sustancia, en México no se le ha dado uno de los usos que ya se le da en varios países de Sudamérica y Estados Unidos, que es mezclarlo con la gasolina”, señaló.

El director de Cevim afirmó que si se empezara a dedicar una buena parte del campo cañero a producir alcohol, no solamente se podría evitar la importación, sino que además se podría utilizar el alcohol mezclado con gasolina y reducir la dependencia del combustible importado –la demanda nacional de gasolina crece a 4.2 por ciento anual y de diesel al 4.8 por ciento anual y Petróleos Mexicanos no tiene recursos para aumentar su capacidad de refinación–, al mismo tiempo que se salvaría el mercado de los derivados del azúcar.

Miguel Osvaldo Ascanio García.

Según Bravo Garzón, la caña no se ha utilizado sistemáticamente para alimento de ganado bovino, entre otras cosas, porque producía una enfermedad llamada timpanismo, pero se han encontrado nuevas variedades de caña que no producen daño a la salud de los animales.

“Investigaciones hechas en Cuba demuestran que ciertas variedades de caña usada como alimento, balanceado con otros, puede dar un rendimiento de hasta un kilo de engorda diario, lo que significaría bajar a la mitad el tiempo que los propietarios se tardan para tener un ganado listo para la venta, con lo que se duplicaría el volumen de carne para el país y se abatirían los precios para el productor y para el consumidor. Al grupo de investigadores del Cevim ya se incorporaron dos especialistas de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la UV, en Veracruz, que empezarán, en breve, a probar estas variedades de caña en el rancho de la facultad”, aseguró.
Otra de las grandes ventajas de la caña de azúcar es que es ecológica, ya que para crecer –proceso que es muy acelerado–, requiere una gran cantidad de carbono que toma de la atmósfera. Por tanto, además de que limpia el ambiente, fija el carbono en el suelo, enriqueciéndolo. Incluso, hay datos de investigaciones internacionales que señalan que una hectárea de caña de azúcar produce la misma cantidad de oxígeno que una hectárea de bosque.

Según investigaciones preliminares realizadas por un grupo de investigadores del Colegio de Posgraduados, campus Tabasco, y precisado posteriormente por especialistas del Cevim, se ha considerado que producto de la quema y requema anual de los cañaverales en México se está emitiendo a la atmósfera cerca de 26 toneladas de CO2 por hectárea al año, aspecto que, como se ha publicado, debe ser suspendido inmediatamente, pues además de su efecto contaminante es una de las principales causas de la degradación de los suelos.

Asimismo, existen datos de investigaciones hechas en Brasil que aseguran que la caña de azúcar puede absorber cerca de 13.5 toneladas de CO2 por hectárea
al año.
Alta rentabilidad industrial
Bravo Garzón aseguró que los nuevos ingenios que se proponen tienen varios propósitos: por una parte, producir alcohol, azúcar y energía eléctrica, lo que permitiría gozar de una alta rentabilidad a nivel industrial, además de tener la posibilidad de que la producción de azúcar y etanol puede acoplarse a la demanda del mercado.

“Esto resolvería un problema de balanza de pagos, bajaríamos el nivel de importaciones de gasolina y etanol, además de que ayudaría mucho a la agroindustria azucarera. Para esto se necesitan ingenios con equipo nuevo y lo que queremos es que la UV participe en esta reconversión industrial, así como en la formación de los cuadros necesarios para este proceso y luego difundir ese conocimiento”, aseguró.
Investigación de caña en la UV
Bravo Garzón aseguró que luego del cierre del Instituto para el Mejoramiento de la Producción de Azúcar (IMPA) en México, y la dilución del Grupo de Países de Latinoamérica y el Caribe Exportadores de Caña de Azúcar (Geplacea), organismo internacional que agrupaba a los países productores de caña de azúcar, la UV se empezó a preocupar por quién iba a continuar los trabajos de investigación acerca de la caña. Entonces se decidió la creación del Centro Virtual de Investigaciones Multidisciplinarias (Cevim), que agrupa a investigadores de diferentes áreas que conjuntamente analizan la problemática de esta importante agroindustria.

Esto es importante, aseguró el especialista, “porque en Veracruz más de un millón de personas dependen de la caña, es la entidad que tiene la mayor producción cañera del país y porque tiene una serie de problemas referentes tanto a la productividad agrícola como a la industrial”.

De acuerdo con el director del Cevim, la mayor parte de los ingenios del estado de Veracruz cuentan con tecnología atrasada, hay dos o tres que están en mejores condiciones y son los que tienen una mayor productividad, pero en general hay un atraso significativo. La UV quiere, siguiendo el ejemplo de la parte agrícola, revertir ese atraso creando una maestría para la parte técnica y mecánica, según explicó.

“Todo esto forma parte de una estrategia general, de mediano y largo plazo que la UV, a través del Cevim, está tratando de impulsar, por lo tanto es probable que pronto se incorporen nuevos investigadores. Ya tenemos apoyos de otras universidades a nivel nacional: nos está poyando un investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, hay gente del Instituto Tecnológico de Veracruz, probablemente pediremos apoyo al Instituto Politécnico Nacional, que en materia de tecnología es uno de los pilares del país”, añadió.

Maestría en Manejo y Explotación de Agrosistemas de Caña de Azúcar
Por su parte, Miguel Osvaldo Ascanio García, miembro del cuerpo de académicos de la maestría en Manejo y Explotación de Agrosistemas de Caña de Azúcar y fundador del programa, aseguró que de ésta han egresado 70 personas, con trabajos de tesis directamente relacionados con la situación y problemática reales del campo cañero.

Si a esto se le suma que en la maestría de Ciencias del Suelo, que terminó en el 2000 en Xalapa, de los 15 egresados siete hicieron su tesis en caña de azúcar, y que en la maestría y doctorado en Biotecnología Agrícola hay cinco o seis investigaciones relacionadas con caña de azúcar, “estamos hablando de 80 ó 90 maestros y doctores en Ciencias que han hecho sus investigaciones a partir de la agroindustria azucarera. No es mucho en comparación con lo que debemos hacer, pero es un aporte sustancial”, dijo Ascanio García.
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El académico afirmó que el trabajo que se ha hecho hasta el momento ha sido únicamente costeado por la UV y con los apoyos académicos de varios institutos, principalmente del INICA de Cuba, y señaló que “con más apoyos seríamos el primer centro de formación de recursos humanos calificado, y al mismo tiempo daríamos cursos para los productores y para los técnicos de nivel medio que trabajan en los ingenios, es decir, un plan de desarrollo y formación de recursos humanos que no sólo contempla a los maestros y doctores en ciencias, sino también se ocupa de los ejidatarios, los pequeños propietarios y los técnicos”.
Esta maestría va a actualizarse, así como la creación de un doctorado.

Indiscutiblemente que toda esta actividad, aunada a la formación de ingenieros agrónomos en la UV, está coadyuvando a un incremento de la productividad agrícola con una mentalidad ecologista. Además, Roberto Bravo Garzón insistió en que con un mayor apoyo, el Cevim podría jugar un rol destacado dentro de la agroindustria azucarera mexicana.