Año 6 • No. 207• enero 16 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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Eutanasia, la muerte dulce
* Lourdes Reyes Muñoz
La vida es aquel periodo durante el cual podemos disfrutar de aspectos materiales, morales y espirituales, y en el que ponemos todo nuestro empeño para tener una vida mejor, pero ¿qué sucede cuando, por diversas razones, ya no nos es posible disfrutar de esa vida?

El tema es complejo y escabroso y da origen a toda una gama de posturas, desde la más naturalista: Dios es el dueño de la vida y él dispone cuando se entra a ella y cuando se sale; hasta la más tecnocrática: El individuo gravemente enfermo, para quien la vida es un peso, puede decidir cuándo y cómo morir.

Encontramos este fenómeno otras veces en la historia, pero actualmente se muestra en un cierto sentido inédito.

Definiciones de eutanasia
Etimológicamente, la palabra “eutanasia” se deriva del griego eu, que significa “bueno”, y thanatos que significa “muerte”. Esto quiere decir principalmente buena muerte, muerte apacible, sin sufrimiento.

En la práctica es el acto que pone fin a la vida de un enfermo terminal a su solicitud, de quienes él depende o por decisión del médico que lo atiende; es también definida como la muerte intencional del paciente producida por acto u omisión de quienes lo tienen a su cuidado.

¿Cuáles son los tipos de eutanasia?
La eutanasia puede clasificarse en voluntaria e involuntaria. La primera es aquella en la que el paciente acepta que se le suspendan los tratamientos terapéuticos que le prolongan la vida y/o solicita que se le suministren medicamentos que le produzcan la muerte. Este tipo de eutanasia se caracteriza porque el paciente presta su consentimiento para la acción (suministrar fármacos) o la omisión (suspensión de tratamientos o desconexión de aparatos), cuyo resultado esperado es el fin de su vida.

Por otra parte, la eutanasia involuntaria es aquella en la cual el paciente no presta su consentimiento para la muerte. En ella el fin de la vida se produce ya sea sin el consentimiento del paciente o bien contra su voluntad. En estos casos se habla de dar una “muerte piadosa”.

Ambas clases de eutanasia pueden, a su vez, sub-clasificarse en activa, positiva o directa y pasiva, inactiva o indirecta.

La eutanasia activa es aquella en la que existe una acción positiva tendiente a producir la muerte, como por ejemplo proporcionar una sobredosis de píldoras conciliadoras del sueño o suministrar una inyección de cloruro de potasio.
La eutanasia pasiva inactiva o indirecta es la producida por la omisión de los tratamientos o medicamentos o terapias o alimentos que prolongan el proceso de morir. Están, las más clásicas para los enfermos incurables, atormentados por el dolor.

Pasando a las formas más modernas, se da por ejemplo la eutanasia de los niños nacidos deformes, también una eutanasia prenatal, que interviene sobre el feto antes de su nacimiento; así como la eutanasia de los ancianos inválidos y que son concebidos como una carga.

¿La eutanasia es legal en México?
En México, la eutanasia o muerte por piedad, no se permite. Aquí, el artículo 312 del Código Penal impide el suicidio asistido de un enfermo terminal. En el código penal lo podemos encontrar como delito, enunciado a partir del tipo penal de “Participación en el suicidio”. Esto es, comete el delito mencionado aquella persona que determine a otra a quitarse la vida, lo convenza, le otorgue los instrumentos necesarios, lo auxilie, o bien, llegue al grado de causar él mismo la muerte (a petición del fallecido).

En México, la eutanasia es una práctica de los pacientes de escasos recursos. La pobreza, que impide proporcionar un tratamiento adecuado a familiares con enfermedades terminales, lleva a solicitar el alta voluntaria para llevarse al enfermo a morir en su domicilio, para que así tenga una muerte digna.

¿Qué está pasando en los tribunales?
La eutanasia es una decisión individual, pero es necesario que se legisle para evitar abusos y satisfacer más allá de ideas filosóficas, religiosas, culturales y políticas.

¿Existe alguna alternativa para la eutanasia?
La alternativa real para la eutanasia es cuidar con amor y adecuadamente a los moribundos.

El enseñamiento terapéutico es un intento de retardar lo más posible la muerte, gracias a una intervención médica. Los cuidados paliativos, surgidos como modalidad de abordaje específica para estas circunstancias y adoptados como especialidad en varios países del mundo, aportan a la medicina un caudal de nuevos conocimientos, habilidades y actitudes que resultan particularmente propicias para facilitar alivio y confort a quienes padecen sufrimiento asociado a una enfermedad incurable, ya sea propia o de un ser querido. La medicina puede, incluso, eliminar el dolor.

Eutanasia en el mundo
Esta práctica se encuentra penada, legal y moralmente, en la mayor parte del mundo debido a que las diversas tradiciones religiosas establecen la santidad de la vida.

Para las religiones teístas la vida es un don de Dios, no del hombre, y por lo tanto no tienen derecho alguno a disponer de ella. En la medicina científico-técnica el Código Hipocrático compromete a todos los médicos a no administrar droga letal alguna a nadie, aunque la pida, ni permite sugerir su uso.

*Estudiante de tercer semestre de la Facultad de Enfermería de la UV, región Córdoba- Orizaba. Correo electrónico: lulisrm@hotmail.com, lulurm@hotmail.com