Año 6 • No. 208  • Enero 23 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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                 Roberto Ortiz Escobar
Durante este mes, el cineclub de la Universidad Veracruzana está presentando un ciclo de cine internacional que integra las películas Amadeus, El pequeño Buda, Tiempos violentos, Doce monos, Sexto sentido, Voces inocentes y El espinazo del diablo.

Esta última se exhibe el próximo miércoles en el aula Clavijero de manera gratuita. A continuación, mi comentario.

En plena Guerra Civil española, el niño Carlitos (Fernando Tielve) es asignado a una pareja de viejos que habitan una casona ruinosa en medio de un paraje desértico ubicado en lo más remoto del territorio español, adonde tal vez no descubran al pequeño y otros infantes que habitan esa mazmorra, ya que todos son hijos de militantes republicanos.

Si bien algunos personajes no alcanzan un trazo del todo convincente como lo exige su complejidad (Jacinto – Eduardo Noriega), o bien, carecen de una buena caracterización (Federico Luppi, el exprofesor argentino Casares, recitando desde el principio sus parlamentos), lo interesante de El espinazo del diablo es que Del Toro ha creado una convincente metáfora de la Guerra Civil, a partir de una historia de fantasmas, propia del cine terrorífico y fantástico.
La apuesta es clara y sencilla porque desde un principio se exponen las cartas desde el punto de vista argumental, lo cual impidió, con el manejo pausado de una trama exenta de nudo dramático y gran clímax, que la historia rematara en un disparate impertinente como sucede con muchas cintas de terror contemporáneas de efectos especiales apantallantes como gratuitos.

En esa casa desolada y llena de recovecos, Carlitos deberá superar las pruebas iniciáticas de sus compañeros, pero sobre todo, ganarse a pulso la confianza de Jaime (Iñigo Garcés), un adolescente que liderea al grupo infantil y que esconde un traumático recuerdo, clave para desenredar la madeja que han tejido los chavales en torno a un fantasma que habita en algún rincón de la casona.
Conjunción feliz de realidad histórica y ficción genérica que rechaza el recurso técnico manido o la referencia temporal forzada. Del Toro y sus otros dos guionistas supieron encontrar el punto intermedio y prudente. Por un lado, la vertiente genérica se acoge a un horror vivencial humano y no tanto sobrenatural, se diría que éste es un pretexto para exponer actitudes y sentimientos encontrados en una situación limite (el odio, el amor, la solidaridad, la confianza, la maldad, la pasión y la venganza). Por otra parte, está la guerra, sus facciones, e inminentes resultados trágicos (una República cada vez más cercada, una bomba desactivada como recuerdo bélico traumático, una casona echada a su suerte como ejemplo angustiante del abandono de las potencias a la nación republicana, un fervor católico de estimulo elocuente en un futuro franquismo, etc.).

Ciertamente a Guillermo del Toro no le interesó exclusivamente la creación de un microcosmos socio- bélico- político, ya que su historia se compromete también con unos personajes, que, según él, están “confundidos con sus emociones” y apelan más bien al sentido lúdico de Tom Sawyer, o bien del cómic, específicamente el de Paracuellos, cuyo autor, Carlos Jiménez, realizó el story board y el diseño de algunos de los sets.

El espinazo del diablo es más una película de suspenso, que una de acción terrorífica con efectos especiales al por mayor. La truculencia por sí misma ha pasado a un segundo plano en esta ocasión, ya que del Toro decidió identificarse con sus personajes, sus conflictos y su entorno ominoso. De ahí la logradísima atmósfera claustrofóbica de unos seres que no apostaron a experiencias pesadillescas, pero que las deben vivir a bocajarro ante el vendaval de la guerra.

Frente al odio y la afrenta solo queda en los pequeños la actitud solidaria y la confianza, aunque también el recurso instintivo y salvaje, a la manera de los personajes infantiles de El señor de las moscas.

Fantasmas como eco de un pasado español desdichado... fantasmas cual acoso cotidiano a vidas iniciáticas... fantasmas que señalan la existencia fallida a través de seres no natos por su bifurcada espina dorsal ... fantasmas reales que reclaman auxilio humano para finalizar su condición de almas en pena..
roeamarcord@yahoo.com.mx