Año 6 • No. 208  • Enero 23 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 Libros


 General

 Investigación


 
Arte

 
Deportes

 
Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

  Farmacéuticas deben investigar
herbolaria medicinal
Dunia Salas Rivera
El conocimiento popular sobre las plantas medicinales está basado en la eficacia; por ello, para curar no es necesario comenzar dilucidando la composición química de la planta, ni aislando su principio activo, sino que se empieza con la clínica, demostrando el efecto medicinal que tiene el producto en el enfermo, aseguró Xavier Lozoya Legorreta, durante el simposio Armonizando la medicina tradicional e integral, realizado en la USBI de la Universidad Veracruzana (UV).

Lozoya Legorreta agregó que el terapeuta tradicional no necesita indagar, mejorar, ampliar, ni desarrollar el conocimiento: «Esa es una obsesión del pensamiento científico. Esta mentalidad es la que dice cómo se puede desarrollar y fijar ese conocimiento y cómo transmitirlo a los demás». Por ello, y a pesar de que todos los mexicanos saben –por ejemplo– algo de herbolaria, no hay respeto por el conocimiento popular.

De ahí la necesidad de involucrar el conocimiento científico como método y herramienta para validar el otro: «Sólo así se devolverá a la cultura popular su reconocimiento, lo demás es demagogia. El día que hagamos eso empezaremos a sentir orgullo realmente por nuestro conocimiento popular», expresó el integrante del Laboratorio de plantas medicinales y citomédicas, del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Es preciso no olvidar que en la segunda mitad del siglo XX ya se hizo investigación, y aunque ya se colectaron las plantas, se crearon lo herbarios y las colecciones, ya se hicieron las revistas, los estudios farmacológicos, químicos, toxicológicos y etnobotánicos, planteó, «¿por qué no estamos en 2006 llenos de medicamentos herbolarios procedentes de México?, ¿por qué se consumen plantas medicinales de China, Japón, Europa y por qué nadie tiene un medicamento de plantas medicinales mexicanas?».

Lozoya Legorreta lamentó que haya sido la misma academia la que ha propiciado esa situación: «En la universidad no se utilizan las plantas medicinales hasta que sean investigadas, hasta que se aísle su principio activo y se haga la toxicología. Mientras tanto, el resto del mundo, las investiga desde 1970».

Involucrar desde el principio a la industria farmacéutica
La propuesta metodológica de quien fuera jefe de la División de Investigación Biomédica de la Coordinación de Investigación Médica del IMSS, es que los proyectos deben alejarse de la academia y acercarse más a la industria farmacéutica, porque «la verdad de la investigación de las plantas medicinales es que todo está diseñado para que cueste una vida realizarla».

Xavier Lozoya refirió que al inicio de sus investigaciones había un proyecto nacional con una convocatoria a la intelectualidad científica de que se unieran al mismo: «Hace 20 años que no hay un proyecto nacional y las universidades no los tienen».

Insistió en que los estudios de plantas medicinales deben empezar incluyendo a la industria: «O involucran a la industria desde el primer día o el proyecto no tiene sentido. A nosotros nos tomó 30 años incorporarla. Apenas, en este 2006, el Seguro Social está desarrollando los primeros medicamentos con la industria farmacéutica».