Año 6 • No. 208  • Enero 23 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Participan el MIT y 50 instituciones académicas más
Estudia la UV, junto a Nobel mexicano y la NASA, contaminación atmosférica
Edith Escalón
Mario Molina, Nobel de Química en 1995 por advertir al mundo sobre el agujero en la capa de ozono, lidera el proyecto
La Universidad Veracruzana (UV), única en el país que forma profesionistas en Ciencias Atmosféricas, se sumará en 2006 a la iniciativa de investigación científica en materia de contaminación atmosférica generada en megaciudades que promueve, desde hace más de una década, el mexicano Mario Molina, quien en 1995 ganó el premio Nobel de Química al advertir al mundo sobre la existencia de un agujero en la capa de ozono, resultado de la emisión de gases contaminantes que las actividades humanas provocan.

Los aviones realizarán sobrevuelos en los que medirán con instrumentos externos la evolución y transporte de contaminantes.
Apoyado por el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), la NASA, y más de 30 instituciones norteamericanas, 20 mexicanas y 10 de países europeos y asiáticos, el proyecto de investigación –coordinado por el Centro Molina para Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio– busca entender mejor cómo se generan, dispersan, transportan y transforman los contaminantes y los efectos que provocan en la salud humana, a partir del estudio de la segunda megaciudad más grande del mundo: la Ciudad de México.

En su visita a la UV, Luisa Molina, esposa del Nóbel mexicano e investigadora del MIT, presentó los detalles del proyecto a científicos, académicos y estudiantes de distintas áreas de la Universidad, quienes participarán en la campaña de mediciones programada para el mes de marzo y en la que buscarán recopilar la mayor cantidad de información en cuanto a la presencia de gases, partículas, radiación, aerosoles, biomasa de emisiones, entre otras actividades.
Explicó que los estudios serán en dos modalidades: aéreos y superficiales. Los primeros se realizarán con sobrevuelos de cinco aviones instrumentados, dos de ellos de la NASA, que se encargarán del estudio de la evolución y transporte de contaminantes a escala global. Los itinerarios comprenden recorridos de Veracruz- México-Veracruz y Veracruz-Houston-Veracruz.

Las mediciones superficiales se realizarán desde tres sitios base: uno dentro de la Zona Metropolitana del Valle de México, otro en el Estado de México y el tercero en Hidalgo, el objetivo del estudio es saber qué pasa con las “pluma” de contaminación que genera la Ciudad de México.
Y es que según añadió Sasha Madronich, investigador del National Center for Atmospheric Research, los modelos meteorológicos actuales estiman que los contaminantes que esta megaciudad genera “viajan” hasta el Golfo de México: “Para corroborar la hipótesis tenemos que saber qué pasa en este trayecto, lo que implica hacer mediciones muy precisas de los contaminantes de la atmósfera desde su origen hasta la región costera y marítima de Veracruz”, comentó.

Su ubicación geográfica, pero sobre todo, la capacidad científica y académica de la Universidad Veracruzana, única institución que forma especialistas en Ciencias Atmosféricas, y cuenta con investigadores expertos en ingeniería, instrumentación electrónica, matemáticas, física y muchas otras disciplinas, definió su participación en este proyecto como institución estratégica.

Juan Cervantes, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra de la UV, comentó que es invaluable la oportunidad de participar en un proyecto de este tipo, al lado de más de 300 investigadores de diferentes países, cuyos hallazgos servirán para el diseño de políticas dirigidas a la mejora de la calidad del aire en el Valle de México, pero ante todo, un proyecto que generará conocimientos en torno a la contaminación atmosférica y sus efectos.

Luego de la exposición, Cervantes comentó que en esta iniciativa participarán sobre todo alumnos de licenciatura, aunque no descartó que se integren también los de maestría, además de grupos científicos y académicos cuyas líneas de investigación se relacionen con los objetivos del proyecto denominado Milagro (Megacity Initiative: Local and Global Research Observations).

Beneficios del proyecto
Según plantearon el investigador norteamericano Sasha Madronich y las mexicanas Beatriz Cárdenas y Dora Salcedo, el proyecto permitirá realizar la primera evaluación regional de lo que una ciudad puede causar en términos de contaminación; mejorar el desarrollo de modelos meteorológicos y de calidad del aire, entender la importancia de las diferentes fuentes contaminantes.

Además, resaltaron la oportunidad única para la investigación que implica, la colaboración institucional y el uso del instrumental más novedoso en cuanto a mediciones atmosféricas. De hecho, señalaron que gran parte del equipo que utilizarán, tanto en las mediciones superficiales como en las aéreas, son prototipos que se han diseñado ex profeso para estos trabajos, o equipos que apenas están saliendo a la luz.