Descubierta hace 50 años, la deshidratación osmótica
(DO) es una operación que permite eliminar el agua contenida
en un alimento, al ponerlo en contacto directo con una solución
altamente concentrada. Este proceso tiene lugar porque el agua dentro
del alimento (solución diluida) se difunde a través
de las membranas celulares, que son semipermeables, hacia el medio
que le rodea (solución más concentrada) con el fin
de establecer un equilibrio.
Como esta membrana es sólo parcialmente selectiva, también
se produce, pero en menor medida, cierta impregnación del
soluto hacia el alimento. Esto se traduce en la incorporación
de un sólido seleccionado (sales, aceite, vitaminas y sustancias
naturales benéficas) al comestible, al mismo tiempo que este
pierde el agua de su interior, y por lo tanto, peso. Esto produce
un alimento que puede ser almacenado más tiempo, y que además,
resulta fortificado por diversos elementos que le fueron añadidos.
Entre las ventajas de la DO están su bajo costo y sencillez,
ya que puede ser realizada incluso de manera artesanal. “Además,
este tipo de procesos no causa daño a nivel celular”,
explicó Azuara Nieto. “Esto es importante porque después
se pueden hacer alimentos con mejores características sensoriales
y que, además, se puedan reconstituir hidratándolos
y serían más parecidos a su estado natural, que con
otros procedimientos físicos o químicos. Por ejemplo,
el secado con aire es muy barato, pero hace que los alimentos pierdan
vitaminas y algunas propiedades organolépticas, como el sabor,
el olor y la textura”. Incluso se ha comprobado que las técnicas
mixtas, como utilizar la DO como etapa preliminar y luego finalizar
la conservación con secado, mejora sustancialmente el aspecto,
sabor y propiedades nutrimentales, como la conservación de
la vitamina C.
Gracias a la DO se ha logrado también extender la vida poscosecha
de frutas delicadas como la guayaba, sin alterar sus propiedades,
por lo que el desarrollo de tecnología que incorpore este
proceso tendría importantes beneficios económicos,
sociales y nutrimentales en un estado agrícola como Veracruz.
“El único problema que presenta es que, hasta la fecha,
no existe un equipo continuo para llevarla a cabo”, argumentó
el investigador.
Por equipo continuo se entiende la tecnología necesaria para
realizar el proceso de DO en cantidades industriales. Por la entrada
de una máquina se introduce la materia prima, y por el otro
sale el producto procesado. Compañías europeas, como
Danone, y otras de Estados Unidos han desarrollado ya este tipo
de equipo, pero en México aún se debe importar esta
tecnología, lo cual resulta caro.
Las investigaciones del Instituto de Ciencias Básicas de
la UV sobre esta línea están enfocadas al desarrollo
de un osmodeshidratador continuo, a la optimización del proceso
y a la experimentación con técnicas mixtas y otras
inéditas, como la impregnación y la microencapsulación
de aceite de naranja o limón, licopeno (una sustancia presente
en frutos rojos que es un poderoso antioxidante y anticancerígeno
natural) y prebióticos (que son microorganismos vivos, que
tomados como suplemento alimenticio, tienen efectos benéficos
sobre la flora intestinal).
Alguno de los proyectos, financiados por Conacyt y la Universidad
Veracruzana, que ha desarrollado Azuara Nieto y su equipo son: “Impregnación
de frutas con prebióticos”, «Control de la estabilidad
de filetes de pollo aplicando la tecnología de barreras»,
«Tomate osmodeshidratado de alto contenido en licopeno»
y «Uso de la DO para microencapsular aceites esenciales en
tejidos celulares». En el campo teórico, en 1992, crearon
una ecuación que sirve para describir la cinética
del proceso y poder manipularlo de manera más efectiva.
Los artículos, fruto de estas investigaciones, han sido publicados
por medios como el International Journal of Food Science and Technology,
Food Research Internacional, Journal of Food Engineering, Journal
of Food Processing and Preservation, Lebensmittel-Wissenchaft und
Technologie y la Revista de la Academia de la Investigación
Científica, entre otras. Cabe mencionar que estos estudios
han sido citados más de 200 veces por investigadores de varias
partes del mundo.
Ebner Azuara Nieto es egresado de la Facultad de Ciencias Químicas
de la Universidad Veracruzana, realizó estudios en la UNAM,
y de doctorado en el Politécnico Nacional. Ha dirigido numerosas
tesis del área de Ingeniería Química, publicado
más de 24 artículos de investigación en medios
internacionales, además de ser miembro del Sistema Nacional
de Investigadores, desde 1998.
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