Año 6 • No. 209 • enero 30 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 Libros

 General

 Investigación

 
Arte

 Deportes


 Contraportada


 Números  Anteriores


 Créditos



 

 

  Investigadora de Lingüístico Literarias
Risa y tradición popular, bases para
reescribir la historia de la literatura
Alma Espinosa
Se debe hacer una lectura virginal, preguntarse qué se encuentra en el texto y reconocer quién enuncia: Martha Elena Munguía Zataraín, investigadora de la UV
Es necesario elaborar una visión histórica de los procesos literarios que no sea cronológica y no esté obsesionada con trazar una línea evolutiva. Para ello es necesario volver a leer los textos tratando de quitar los prejuicios de las clasificaciones y tomar en cuenta un aspecto trascendental: la cultura popular, de la que se desprende el humor, aseguró Martha Elena Munguía Zataraín, del Instituto de Investigaciones Lingüístico Literarias de la Universidad Veracruzana (UV).

Como parte de su línea de investigación: Historia Literaria en Hispanoamérica, Martha Munguía trata de elaborar otras categorías o herramientas que sirvan para pensar el proceso de cambio, de transformación literaria sin dejar completamente de lado los distintos movimientos que se han registrado, pues siempre van a cohabitar.

Especificó que no trata de hacer un catálogo cronológico de autores con las supuestas grandes obras, porque eso no es una perspectiva histórica. Además, las historias literarias siempre se han organizado con base en acontecimientos extra literarios o culturales, como los momentos históricos sociopolíticos o socioeconómicos; o bien, se importan los movimientos literarios de Europa como el Romanticismo, el Realismo, entre otros.

Martha Munguía Zataraín publicará un libro acerca de la imagen del burdel en la literatura latinoamericana.

Para lograr su propósito, la doctora en Literatura Hispánica por el Colegio de México, dijo que ha emprendido la relectura de textos de autores mexicanos tomando en cuenta el humor, la risa con visiones estéticas, como foco artístico para recrear la vida y el mundo. Los libros que eligió no son los catalogados como grandes obras, sino textos híbridos con una clara orientación satírica.

En los textos satíricos, comentó Munguía Zataraín, la risa está disminuida. “Es una risa ejercida desde la superioridad del escritor que se asume como un ser moral y que desde ahí puede mirar vicios y costumbres de un pueblo o de un político”; no obstante, la sátira también se utiliza con otro sentido relacionado con una actitud distinta de quien enuncia, como la utilizada en las obras no canónicas; tal es el caso de las perseguidas por la Santa Inquisición.
Con base en lo anterior, la investigadora trata de articular una perspectiva para hacer la historiografía de cómo ha penetrado la risa en la literatura, qué tipo de risa es, cómo se ha convertido en discurso, de qué manera se ha formado proyecto estético y cómo ha creado una o varias vertientes.

Para ejemplificar lo anterior, la maestra en Letras Mexicanas por la Universidad Nacional Autónoma de México, mencionó al escritor Renato Leduc, cuyas obras no han sido muy leídas, pero gozan de un gran sentido del humor. Otros autores que han incluido la risa como parte de sus obras son Juan Rulfo, Guillermo Prieto, Manuel Payno y Vicente Rivapalacio, pero se les ha estudiado con gran solemnidad.

Para descubrir esa risa, muchas veces entre líneas, se debe leer dejando atrás todo prejuicio genérico; es decir, no mostrar predisposición al momento de acercarse a una novela o a un poemario. “Habría que empezar por una lectura virginal, preguntarse qué se encuentra en el texto y reconocer quién enuncia, desde dónde y cómo se relaciona este narrador, si es que hay, con las otras voces”, sugirió.

La investigadora agregó que es importante dejar hablar al libro antes de escuchar otras voces críticas; así como no leer los textos de manera aislada porque éstos siempre están en diálogo. “Un texto se alimenta de otros discursos de la época... siempre hay que ponerlos en diálogo porque a veces uno sí le contesta a otro texto y así surgen una serie de cadenas discursivas dialógicas que es necesario recuperar”, comentó

Antes de concluir la entrevista, Martha Munguía adelantó que al finalizar 2006 publicará un libro de la imagen del burdel en la literatura latinoamericana. Será una compilación de artículos que escribió acerca de la prostitución, el dolor o felicidad siempre enunciada por los varones, pues la prostituta nunca ha tenido acceso a la palabra y se le ha visto como mujer manchada, caída, víctima e incluso se le ha llegado a demonizar.