Año 6 • No. 209 • enero 30 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 Libros

 General

 Investigación

 
Arte

 Deportes


 Contraportada


 Números  Anteriores


 Créditos



 

 

 

El dos de febrero se celebra en todo el mundo
Día Internacional de los Humedales:
Mucho que celebrar en Veracruz

Edith Escalón

Tan evidente como la conciencia ecológica social es el avance en la
protección y conservación que ha hecho la Universidad Veracruzana (UV) de los humedales de la entidad, como lo demuestra el rescate de manatíes huérfanos en las lagunas de Alvarado, la reforestación de manglares en el sur y centro del estado, el saneamiento de cuerpos de agua y los numerosos estudios de especies, impactos, contaminación y en general, del estado que guardan estos ecosistemas, cunas de diversidad biológica y fuentes de agua.

 

“La gente ahora sabe que en estos ecosistemas se conservan bosque enteros de manglar, decenas de especies se protegen de la caza ilegal y la extinción, y sobreviven miles de anfibios, reptiles, mamíferos y aves, y entiende lo importante que es protegerlos”, dijo Enrique Portilla, integrante del Instituto de Investigaciones Biológicas de la UV.

De hecho, comentó que hace sólo unos meses un grupo de ganaderos donó 12 hectáreas de su predio para establecer en Alvarado un área privada de conservación, en la que dos cooperativas de mujeres pescadoras trabajarán proyectos productivos con especies nativas de importancia comercial.

Este es sólo un ejemplo de los resultados de 10 años de programas de educación ambiental en éste, el humedal más grande de México, que cuenta con más de 200 mil hectáreas: “Con la conciencia ecológica han crecido las acciones para su protección, y eso es lo que cuenta”, señaló Blanca Cortina Julio, universitaria cuyo trabajo comunitario y de educación ambiental le valió en 2005 el Premio Estatal de Medio Ambiente.

Comentó que los programas de educación ambiental que en un principio se enfocaron a la gente de las comunidades ribereñas –principalmente pescadores que viven del humedal– ahora se han hecho extensivos a los ganaderos, no sólo por las implicaciones de la reconversión de uso del suelo, sino porque los agroquímicos que utilizan en sus siembras van a dar tarde o temprano al humedal, a través de los ríos Papaloapan, Acula y Río Blanco.

Mención aparte dieron al club Herederos del Humedal en el que los hijos de los pescadores, al lado de los universitarios, han asimilado con talleres, caricaturas, concursos de dibujo, historietas y teatro guiñol la importancia de la protección ambiental, y han hecho de ésta un compromiso personal. A ellos se debe el rescate de cinco de los manatíes que hoy resguarda el Acuario de Veracruz, que fueron protegidos por las comunidades que en otro tiempo los cazaban para su aprovechamiento comercial.

A este logro se suma la recuperación y protección zonas de pastos marinos que sirven de alimento a las familias de manatíes, la determinación del grado de contaminación de agua y peces por metales pesados y los estudios de especies de aves, mamíferos y reptiles, trabajos que se han publicado en trabajos de tesis, y en revistas científicas especializadas, aumentando así el conocimiento que se tiene de estos ecosistemas.

De hecho, a diferencia de lo que sucedía hace una década, hoy se cuenta con un diagnóstico –inacabado, pero más preciso– del estado que guardan los sistemas animales y vegetales, un mapa que cuenta con estadísticas y datos acerca de la superficie arbolada, las tasas de deforestación, las características del uso de suelo y un registro de las especies que habitan en el humedal.

No obstante la importancia de los logros científicos, Enrique Portilla refirió que los avances más notables se han dado en las gestiones que para la conservación han realizado junto con las comunidades de los 10 municipio que son el área de influencia del sistema lagunar, tanto para la difusión de programas de educación ambiental como para impulsar la investigación y protección de áreas privadas.

Portilla, quien ha impulsado en la zona la participación comunitaria desde 1996, señaló que con la suma de otros organismos al proyecto, entre ellos la asociación civil Pronatura y el Ayuntamiento de Alvarado, los programas de educación ambiental están empezando a llegar a las áreas urbanas. “Ahora ha empezado a haber una preocupación colectiva por lo que está pasando en las lagunas, por los proyectos de reforestación, por la contaminación, y esos eran temas que en los ámbitos urbanos no se discutían”.