Okolodkov, con más de 30 años de experiencia en la
taxonomía de organismos acuáticos, dijo que aún
en los países más avanzados que sufren de mareas rojas
es muy complicado contrarrestar sus efectos porque no se conoce
plenamente el funcionamiento de los organismos que la provocan.
“En algunos países, como Estados Unidos, Canadá,
Japón y Nueva Zelanda se utiliza la dispersión de
algunas partículas en la columna de agua para sedimentar
a estos organismos –llamados dinoflagelados–, hacia
el fondo del mar, pero al menos 200 especies de éstos producen
quistes que pueden sobrevivir en la oscuridad y en bajas temperaturas,
por lo que es bastante difícil pelear con los objetos sobre
los cuales no sabemos mucho”, dijo.
El científico aseguró que dichos organismos no son
exclusivos de esta zona, incluso, dijo, hay hipótesis de
que durante los últimos 30 años se ha venido dando
una expansión de florecimientos masivos de dinoflagelados
en todo el globo. El fenómeno de la marea roja es más
característico para las zonas tropicales y templadas, pero
en los últimos 12 años ha habido invasión de
estas especies en la región del ártico. Éste
es un fenómeno natural, pero ahora hay algunos factores que
aumentan la escala del fenómeno.
“En el golfo de México, la especie que más problemas
ha generado en los últimos años es la karenia brevis
y desde 2002 ha sido observada una especie no tóxica que
el año pasado causó tres o cuatro mareas rojas fuertes
en Veracruz”, señaló el investigador.
Okolodkov explicó que el grupo causante de mareas rojas y
de la enfermedad conocida como ciguatera, son los dinoflagelados,
que estrictamente no son algas, son organismos eucarióticos,
parientes de los parásitos del tipo de la malaria. Un grupo
bastante raro, porque en el sentido de evolución, son organismos
unicelulares pero bastante avanzados.
“Las toxinas que estos organismos generan son metabolitos
secundarios; hay varias hipótesis sobre el por qué
las producen: tal vez para interacción o para protección;
y a través del consumo de mariscos y peces coralinos que
han estado en contacto con estas sustancias, el hombre se intoxica
e, incluso, pueden ocasionarle la muerte”.
Los dinoflagelados tienen su origen en la zona tropical, pero esto
no significa que no tengan presencia en las zonas polares, en el
ártico –en la que el investigador trabajó cerca
de 20 años– hay entre 400 ó 500 especies de
dinoflagelados, en las zonas templadas y tropicales hay muchas más,
tal vez unas dos o tres veces más.
Las
toxinas
El científico explicó que en la actualidad hay descritos
cerca de 140 tipos diferentes de toxinas de dinoflagelados, y cada
año se describen nuevos.
“Las toxinas más comunes son las que causan diarreas,
otras causan parálisis ya que atacan al sistema nervioso,
algunas son muy fuertes porque bloquean impulsos y pueden llegar
a provocar amnesia. Estas toxinas causan problemas principalmente
en tres sistemas del organismo humano: el cardiovascular, nervioso
y gastrointestinal; y la comunidad científica se ha preocupado
más por las toxinas que atacan a los sistemas nervioso y
cardiovascular”, señaló Okolodkov.
Muestreo
local, investigación global
El científico aseguró que es muy importante realizar
este tipo de investigaciones taxonómicas de manera local,
ya que cada año, con el gran desplazamiento que están
teniendo estos organismos a través del planeta, los problemas
de mareas rojas pueden ser causados por especies diferentes y con
repercusiones diferentes.
“Los estudios locales son muy importantes, por eso desde mayo
pasado, la Unidad de Investigación de Ecología de
Pesquerías en conjunto con el Acuario de Veracruz, estamos
intentando analizar el ciclo anual de la comunidad citoplanctónica
–en la que están incluidos los dinoflagelados–
en las aguas costeras de Veracruz”, dijo.
|