|
|
Palabrería
hueca, los intentos del Gobierno por fomentar la lectura
Viable,
hacer jóvenes adictos
a la lectura: Helena Beristáin
Alma Espinosa |
Si
hay adictos al alcohol, las drogas y el trabajo, no resulta descabellada
la idea |
Con
la aparición del alcohol y las drogas naturales y sintéticas
se han disparado los índices de personas adictas, principalmente
la población joven. Incluso, conforme la posmodernidad hace
su aparición surge otro tipo de adicciones como la que se tiene
hacia el trabajo. Aprovechando esta tendencia, la escritora Helena
Beristáin consideró viable crear una adicción
a la lectura.
No es tan descabellada la idea de hacer adictos a los jóvenes,
pues está en la naturaleza humana aficionarse a algo, explicó
Beristáin durante el curso “Lectura analítica
de textos artísticos”, el cual impartió a alumnos
de la maestría en Literatura Mexicana del Instituto de Investigaciones
Lingüístico-Literarias (IIL-L) de la Universidad Veracruzana
(UV).
Además, respecto de los esfuerzos del gobierno por incentivar
la lectura en los jóvenes, Helena recordó que en otras
épocas sí se hicieron esfuerzos; un ejemplo fue la intensa
campaña de alfabetización, para la cual ella elaboró
algunos libros de texto e incluso dio clases en diferentes partes
de la Ciudad de México. No obstante, en la actualidad, dijo,
“todos los proyectos son palabrería hueca”. |
![](images/Helena-Beristain.gif)
La escritora Helena Beristáin aseguró
que el docente debe ser astuto y creativo para incentivar la lectura.
|
“Procuro
que los estudiantes se aficionen a la lectura porque ésta
es inagotable. Si uno se pasa toda la vida leyendo, de todas maneras
no va a leer todo lo que se ha escrito. Pero a través de
esa práctica la gente se ilustra constantemente, se vuelve
más culta, incluso se transforma”, asentó la
autora de La dimensión retórica del texto literario.
Un lector sabe su pasado, los vericuetos de las diferentes civilizaciones
y las ocurrencias históricas que han ido a aterrizar en la
literatura. “Todo esto no puede ser más que provechoso,
porque de agravarse el vicio lo único que puede suceder es
que ya no quepa en su casa debido a tanto libro”, comentó
en el Auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán”, del
Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV.
¿Pero,
para qué hacer adictos a los jóvenes? Helena explicó
que todas las personas nacemos con la obligación de hacer
algo bueno por la humanidad porque tenemos conciencia y porque somos
el único animal histórico. Entonces, al inducir a
los estudiantes a la lectura los salvamos de otros vicios como el
del alcohol y las drogas. |
Helena ha tomado muy en serio la tarea e incluso comenzó a
realizarla desde 1953, año en que inició su carrera
como docente en la Escuela Nacional Preparatoria número uno,
adscrita a la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ahí se dio cuenta que era erróneo preguntar a los alumnos
el argumento y personajes principales de una obra, pues no incentivaba
la lectura, ya que entre compañeros se contaban la historia.
Entonces, decidió cuestionar detalles de la estructura de la
novela, el orden de los acontecimientos e incluso pedía que
caracterizaran a alguno de los personajes. Esto ayudaba a que los
jóvenes se vieran obligados a leer porque a veces tenían
flojera, pero si un maestro hace señalamientos acerca de la
estructura de los textos artísticos puede lograr que se aficionen
a la lectura e incluso se dediquen a escribir, detalló Beristáin,
quien recuerda haber sido maestra de los escritores Carlos Monsiváis
y Oscar de la Borbolla.
Al hablar de los posibles cambios que pudieran presentar los alumnos
de hace cinco décadas a los de ahora, la escritora del Diccionario
de retórica y poética, aseguró que no hay diferencia
alguna, pues los jóvenes siempre son de la misma manera y son
susceptibles de ser atraídos a la lectura, sólo basta
con ser astuto y creativo.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|