Boca del Río, Ver.- El coral
es la especie que más se daña en el ecosistema de la
Laguna Arrecifal de la Isla de Sacrificios, ya que su disponibilidad
guarda una relación directa con el resto de las especies que
ahí habitan, reveló Horacio Pérez España,
investigador de la Unidad de Investigación de Ecología
y Pesquerías de la Universidad Veracruzana (UV).
“Si se afecta al coral, se afecta a las demás especies,
animales y vegetales, que coexisten en este espacio, ya que es el
sustento del ecosistema”, afirmó y dio a conocer que
recién se concluyó el “modelo trófico”
de la Laguna Arrecifal de la Isla de Sacrificios, cuyo propósito
fue contribuir al conocimiento de la estructura y funcionamiento de
este ecosistema.
Ubicado frente a las costas del Veracruz y Boca del Río, este
ecosistema está representado por 84 especies de diferentes
familias de corales. Los más representativos son los corales
duros, con 52 especies (dos de ellas protegidas: Acropora palmata
o cuerno de alce y A. cervicornis o cuerno de ciervo), así
como los corales blandos, entre los cuales encontramos la especie
resguardada Plexaura homomalla.
Asimismo, el investigador declaró que la apertura de la Isla
de Sacrificios al turismo sería viable siempre y cuando se
delinearan y limitaran estrictamente las actividades que realizaría
el público visitante. “Tendría que ponerse mucho
cuidado, porque no puede abrirse de manera tan extensiva al público,
sino restringirse a ciertas actividades para poder mantener el equilibrio
ecológico”, afirmó. Permite
herramienta realizar predicciones
Un modelo trófico es una representación gráfica
de las diferentes especies que conforman un ecosistema, relacionadas
a través de como y de qué se alimentan. Este concepto
viene de la palabra griega trophos y significa relativo a la nutrición.
Se trata de una herramienta de investigación relativamente
nueva para representar las relaciones entre especies en un ecosistema.
Además, al ser dicho modelo una formulación simplificada,
imita un fenómeno del mundo real y permite simular situaciones
complejas y realizar predicciones. “Esto es importante, porque
a través de este instrumento podemos conocer qué pasaría
si una especie disminuye, aumenta, o es pescada en mayor o menor
frecuencia”, explicó el biólogo marino. También
busca, desde un punto de vista holístico, posibilitar la
adopción de esquemas de manejo pesquero, considerando simultáneamente
las especies de los recursos más importantes.
Para la elaboración de este modelo, fue necesario realizar
un extenso trabajo de campo y recolectar la información relativa
a las especies que forman el ecosistema. Una vez obtenidos los datos,
fueron llevados al laboratorio, donde a través de su manejo
en programas especiales de cómputo, investigadores de esta
unidad desarrollaron el modelo. “Este tipo de programas ya
existen; lo que sí es indispensable para el biólogo
es tener una formación matemática que permita utilizar
creativamente las herramientas”, declaró Pérez
España.
Financiado por Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep),
una nueva versión de este modelo trófico, que abarcaría
el Sistema Arrecifal Veracruzano completo, se encuentra en evaluación
ante las autoridades del Conacyt para su posible patrocinio durante
el próximo ejercicio.
Actualmente, la Unidad de Investigación de Ecología
y Pesquerías de la Universidad Veracruzana trabaja, en coordinación
con las autoridades municipales de Veracruz, Boca del Río
y Alvarado, el Acuario de Veracruz y el Sistema Arrecifal Veracruzano,
en la estructuración de un Plan que permita el manejo sustentable
de esta importante área natural protegida.
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