El secreto para llevar una vejez exitosa radica
en el compromiso y la motivación que el individuo mantiene
con la vida, afirmó Jorge Azamar Martínez, investigador
miembro del Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad
Veracruzana (UV), quien añadió que no existe secreto
alguno para alcanzar una edad avanzada y que basta con llevar una
alimentación balanceada y una actividad física moderada.
“Se cree que existe una especie de secreto para alcanzar una
edad avanzada, pero no es así. Numerosos estudios comprueban
que basta con llevar una alimentación balanceada y una actividad
física moderada, evitar ciertos hábitos nocivos y, sobre
todo, mantener el optimismo ante la vida, para poder disfrutar de
una existencia larga y productiva”, dijo Azamar Martínez,
autor de un estudio documental sobre el proceso de envejecimiento
y la situación de las personas de la tercera edad en México
y el mundo.
Como es sabido, las rápidas y profundas transformaciones económicas,
sociales, políticas, tecnológicas y médicas en
que se encuentra el mundo actual han generado un incremento en la
esperanza de vida, el cual es de 80 años, según la Organización
Mundial de la Salud. Este organismo vaticina, para 2025, la existencia
de 500 millones de personas mayores de 60 años. Cifra que se
nutre día a día “con los 750 mil individuos que
alcanzan, mensualmente, la tercera edad en el mundo”, comentó
el investigador.
Azamar Martínez explicó que en el Instituto de Salud
Pública de la UV, la investigación se centra, principalmente,
en crear modelos y herramientas de investigación para evaluar
detalladamente las tendencias y situaciones e identificar las necesidades
de la población, con el fin desarrollar tecnología,
experiencia y métodos necesarios para la práctica de
la ciencia médica. Los resultados de esta investigación
fueron concretados en el libro Abriendo las puertas al envejecimiento,
publicado por el ISP, que aborda las complejidades de este fenómeno
desde distintas disciplinas. Contra
los estereotipos de la vejez
Mientras realizaba su investigación, Azamar Martínez
halló la preponderancia de cuatro mitos relacionados con
el proceso de envejecimiento humano. Estas concepciones arraigadas
socialmente, de una manera u otra, han limitado el ejercicio integral
de las actividades humanas durante esta etapa de la vida.
El primer mito se refiere a la salud y presupone el carácter
inevitable de las enfermedades durante la vejez. “Se supone
que ser viejo es vivir enfermo, cuando muchos estudios determinan
que la población mayor de 70 años que padece alguna
condición médica es minoritaria”, afirmó
el especialista, quien añadió que las dolencias de
la vejez “pueden evitarse o disminuirse llevando un estilo
de vida saludable”.
El segundo mito se refiere al factor genético e infiere que
la vejez exitosa es de alguna manera hereditaria. El científico
aclaró que aunque estas dos variables parezcan tener relación,
la mala salud es resultado directo del descuido de los buenos hábitos
y de la actitud derrotista y resignada ante fenómenos que
percibimos como inevitables. El especialista dijo que está
comprobado que los estilos de vida que llevamos en nuestra juventud
y madurez “determinan más nuestro futuro estado de
salud que los factores hereditarios”.
Otro mito es la creencia de que los ancianos son incapaces de aprender.
“Esta apreciación es completamente errada, pues las
personas mayores pueden, quieren y disfrutan aprendiendo cosas nuevas
o realizando actividades distintas a las acostumbradas”, dijo
el científico. Incluso subrayó que la actividad mental
estimula las capacidades intelectuales y previene enfermedades degenerativas
como el Mal de Alzheimer y la depresión.
Con referencia a la supuesta desaparición de la vida sexual,
Azamar Martínez citó un estudio norteamericano que
asegura que el 70 por ciento de los hombres mayores de 60 años
son sexualmente activos. “La sexualidad no se ve afectada
durante la vejez, sino que ésta es un reflejo de la confianza
depositada en uno mismo y en una actitud positiva hacia la vida,
dos de los factores claves para un envejecimiento exitoso”,
aseveró el médico, quien afirmó también
que el peor enemigo de la tercera edad es el encierro voluntario
que, la mayor parte de la veces, enmascara una depresión.
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