Año 6 • No. 212  • Febrero 20 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Por ello, revistas especializadas rechazan sus artículos
Redacción, talón de Aquiles
de los investigadores
Alma Espinosa
Atención a la redacción gramaticalmente correcta, recomienda la fundadora de la Academia Mexicana de la Lógica y de la Federación de Mujeres Universitarias
La falta de una clara exposición de ideas y objetivos, así como errores considerables de redacción, son las principales causas por las que reseñas, discusiones y artículos escritos por investigadores son rechazados por los dictaminadores de revistas especializadas en todas las áreas, explicó la dictaminadora Lourdes Valdivia, ante miembros del Instituto de Contaduría Pública de la Universidad Veracruzana (UV).

Al presentar su ponencia “Perspectivas sobre la publicación en México”, Lourdes Valdivia resaltó que los investigadores presentan recurrentemente graves errores de redacción y de claridad en sus escritos, lo que provoca que un gran porcentaje de éstos sean rechazados por los dictaminadores responsables de elegir el material a publicarse en las revistas periódicas.
Aunado a las faltas anteriores, explicó, los investigadores dedicados a las disciplinas humanistas recurren más a redactar un mayor número de cuartillas –muchas veces innecesarias. Ahí es cuando se ve la ventaja que tienen los de otras áreas como Contaduría, pues, aseguró, son más claros en sus argumentos y llegan más pronto al punto que les interesa aportar, aclarar o desmentir.

La integrante del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dijo que el problema inicial radica en que si los científicos no saben investigar no podrán escribir un documento que dé a conocer los fines con que fue elaborado y las aportaciones que hará a la comunidad científica.

Lourdes Valdivia impartió la conferencia “Perspectivas sobre la publicación en México” en el Instituto de Contaduría Pública.

Al mencionar los criterios que se consideran para publicar un texto, una de las fundadoras de la Academia Mexicana de la Lógica y de la Federación de Mujeres Universitarias, enfatizó en poner especial atención en la redacción gramaticalmente correcta. En cuanto a la estructura, el documento deberá iniciar con un resumen, introducción, desarrollo del tema, conclusiones y referencias bibliográficas.

Para satisfacer el criterio referente a la redacción, sugirió adquirir la práctica de la lectura cotidiana, escribir ensayos y someter el documento a críticas constructivas entre compañeros, lo cual es posible, comentó, mediante un taller organizado para tal propósito. Acerca de la preparación del académico, dijo que cada criterio a considerar por los dictaminadores requiere de por lo menos un curso mínimo de seis horas.
La extensión del documento varía de acuerdo con la categoría, por ejemplo los artículos requieren de 20 páginas a doble espacio con una tipografía de 12 puntos. En el caso de que se agreguen cuadros o gráficas éstas deberán contener un pie explicativo, estar numeradas y plenamente justificadas, ya que podrían causar conflictos en el proceso de diseño de la revista.

Es preciso tener mucho cuidado en las referencias bibliográficas, indicó, pues éstas no deben exceder más de tres años de su publicación, salvo en casos de obras clásicas. Esto porque las revistas tienen como objetivo aportar datos nuevos y si la fuente de información es más añeja no tendrá novedad alguna.

Para satisfacer la exigencia de los dictaminadores, precisó, se debe tener claro el tipo de contribución, localizar al menos tres revistas en las que se desea publicar e investigar los criterios y propósitos de las publicaciones seleccionadas. Recomendó a los investigadores, reunidos en el aula magna del Instituto de Contaduría, que analicen la estructura de los textos ya publicados para detectar las características y reproducirlas.

Finalmente, recomendó adoptar el hábito de escribir cotidianamente, además de leer. Para sus propuestas deberán iniciar con la idea central y desarrollarla. A continuación es recomendable, aseguró, escribir las conclusiones para terminar con la elaboración de la parte introductoria.

La última recomendación fue que si enfocan su atención a autores u obras en un idioma extranjero, es necesario que lo dominen, de lo contrario su trabajo no estará fundamentado