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En
Veracruz
Plaguicidas no dañan la salud por sí solos, sino por
su uso inadecuado Juan
Carlos Plata |
Es
el uso inadecuado y no los propios elementos tóxicos de los
plaguicidas lo que causa daños a la salud, ya que, si éstos
se utilizan según la recomendación –de tiempo,
dosis, etcétera–, sus componentes químicos cumplen
su función, se metabolizan y desaparecen, aseguró el
investigador del Instituto de Medicina Forense, Stefan Waliszewski.
“Antes de salir al mercado, los plaguicidas son sometidos a
una larga serie de pruebas para determinar su toxicidad, se establece
una norma para su uso y así obtener un beneficio, que es proteger
las cosechas; si el campesino utiliza cualquier plaguicida, de acuerdo
a la recomendación –lo que implica que va a tener un
tiempo para combatir la plaga, metabolizarse y desaparecer–,
no pasará nada; pero si el producto a consumir se trata con
el plaguicida un día antes de su venta, es obvio que las cantidades
de éste serán muy altas y el producto será dañino
para el consumidor”, afirmó Waliszewski.
Una vez que estos compuestos se encuentran en el cuerpo humano pueden
ocasionar severos daños y es necesario hacer monitoreos y estudios
de estos compuestos en los humanos para determinar la magnitud del
peligro, de los que el Instituto de Medicina Forense de la UV es pionero
en el país. El costo de estos análisis oscila entre
los mil 500 y dos mil pesos por cada muestra. |
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“En
México no existen datos de monitoreo porque no hay estos estudios;
en Europa, por ejemplo, todo está reglamentado a través
de ciertas normas de las secretarías de Salud, existen laboratorios
que se dedican exclusivamente a analizar miles de muestras para ver
el estado de contaminación por plaguicidas en distintos productos
alimenticios; y en Estados Unidos también hay un trabajo parecido”,
dijo el investigador.
El Instituto hace la toxicología y la circulación ecológica
de estos contaminantes –principalmente organoclorados–,
además de analizar el ecosistema, cómo se distribuyen
de acuerdo a sus contenidos y sustancias activas, entre el suelo y
diferentes plantas; también se trabaja en su volatilización
y distribución en la atmósfera, su transporte a través
de diversas partículas y efectos mutagénicos de los
ingredientes de las partículas.
Los plaguicidas organoclorados
Son aquellos compuestos que presentan cloro en su molécula,
esta clasificación agrupa a un considerable número de
compuestos sintéticos, cuya baja presión de vapor y
gran estabilidad físico-química condicionan que su persistencia
en el ambiente sea elevada.
Pueden ingresar al organismo por ingestión, inhalación,
o por contacto con la piel y, según el investigador, se pueden
acumular y ocasionar interferencias, principalmente en el balance
hormonal; pueden circular por el sistema sanguíneo.
“Los trastornos que pueden causar estas sustancias en la salud
de los humanos son muy variadas, hay cerca de 300 compuestos e ingredientes
activos de plaguicidas con estas características, y cada uno
tiene su modo de acción; además, el nivel de exposición
a estas sustancias es diferente en un trabajador de una planta que
hace insecticidas, en un consumidor de alimentos o en una persona
que vive cerca de una plantación rociada con insecticida”,
aseguró Walisezewski.
La penetración dérmica de los plaguicidas organoclorados
varía ampliamente, desde el DDT, que es poco absorbido por
la piel intacta, hasta aquellos como Endrín, Aldrín,
Dieldrín y Heptacloro, que penetran con mayor rapidez y proporción.
Los efectos tóxicos de los plaguicidas organoclorados se observan
con mayor rapidez después de su ingestión, que por exposición
dérmica o inhalación. |
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