Año 6 • No. 214 • marzo 6 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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La UV, sus libros y sus autores
Astucia, una novela para
contar historias de charros
Germán Martínez Aceves
“No hace mucho que existió la célebre asociación de los Hermanos de la Hoja, compuesta de varios sujetos determinados a afrontar los continuos peligros a que están expuestos los contrabandistas, denominados así porque su comercio lo hacían con la hoja de tabaco, conocidos con este título o el de los Charros Contrabandistas de la Rama”.
De esta manera inicia Astucia, el jefe de los Hermanos de la Hoja o los charros contrabandistas de la Rama de Luis G. Inclán, una de las mejores novelas de aventuras que se han escrito en español y que recoge relatos de una banda dirigida por Lorenzo Cabello, Astucia, quien protege sus cargamentos de tabaco por la rutas del centro del país y enfrenta a todo tipo de facinerosos con un sentido de justicia muy especial en un ambiente de charros. La recuperación de esta serie de aventuras se debe a la meticulosa investigación del maestro Manuel Sol, del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias, quien nos ubica muy bien el contexto donde se desarrollan las historias de los Hermanos de la Hoja y hace una defensa oportuna del lenguaje popular usado en esa época.

Luis G. Inclán era también impresor y publica por primera vez el tomo I de Astucia... en 1865 y el segundo tomo en 1866, en una edición, a decir del maestro Manuel Sol, “muy descuidada, llena de errores y erratas”, pero que se instala desde ese momento, como una de las novelas mejor estructuradas y con un lenguaje ágil que trasciende en el tiempo. La novela se divide en dos partes, la primera consta de 16 capítulos que incluye “Historia de Lorenzo Cabello“, “Historia de Pepe el Diablo”, “Historia de Atanasio Garduño”; y la segunda de 14 capítulos con “Historia de Alejo Delgado”, “Historia de Chepe Botas y Juan Navarro” e “Historia del coronel Astucia”.

En el prólogo, Luis G. Inclán describe así a sus personajes: “En estos charros se ve patentizado a toda luz el verdadero carácter mexicano, y virtudes naturales de los rancheros que figuran como gente de la clase media entre los fuereños en donde ajenos a los fingimientos de falsa política, con la mejor buena fe manifiestan los sentimientos de su corazón, probando con hechos su franqueza, hospitalidad, desinterés, respetos, sincera amistad y cuanto bueno y útil puede tener un hombre para sus semejantes”.

Los integrantes de la agrupación que encabeza Astucia son: José López o Pepe el Diablo, Atanasio Garduño o Tacho Reniego, Alejo Delgado o el Charro Acambareño, José María Morales o Chepe Botas, y Juan Navarro o el Tapatío que se enfrentan en diversas escaramuzas o emboscadas a “los mañosos»” Paco el Curro, la Barragana Vieja, el Eclipse, el Garabato, el Cuachichil, el Atepocate, el Barrillero, el Cedacero, Polvolilla, el Quebrantahuesos, el Chagollero, el Gata Mansa, entre otros.

Los escenarios de las epopeyas de los Hermanos de la Hoja transcurre en Jungapeo. Tuxpan, Tepatitlán, Querétaro, San Felipe del Obraje, Toluca, Ciudad de México, Cuautla, Puebla, Tlaxcala, Huamantla, en parte del estado de Veracruz, es decir, prácticamente el centro del país, en medio de haciendas, ranchos, parajes, suertes de charrería, fiestas y una infinidad de usos y costumbres que se desarrollan aproximadamente entre 1840 y 1870.

Como bien apunta Manuel Sol, no se puede considerar una novela histórica pues los hechos de la historia de México, que son muy intensos en esas época, casi no aparecen reflejados en los relatos, no obstante que se desarrollan en un contexto entre las invasiones norteamericana y francesa, o luchas intestinas, como la Guerra de Reforma.

Es notable el manejo del lenguaje popular que realiza Inclán, lo que logra una mayor viveza y picardía en los personajes que, de acuerdo con la época, conforman un vocabulario híbrido entre el español y las lenguas indígenas o bien, en la manera de interpretar el español, así, como ejemplo, encontramos renco en lugar de rengo; haiga como haya; jallamos como hallamos; aguardientero como aguardentero; satisfaciera como satisficiera; El Oro, esta es una anotación fundamental que hace el maestro Sol, pues dice que en ediciones que trataban de enmendarle la escritura a Inclán, ponían El loro, cambiando el sentido del nombre de ese lugar del Estado de México; Tepatitlán como Pantitlán; devisan como divisan; intratos como nitratos; sambutieron como zambulleron; hoyoso (que tuvo secuelas de la viruela); calávares como cadáveres, y así en un largo lenguaje popular que bien podría formar un abundante glosario.

Gracias a este rescate literario, podemos deleitarnos con una novela de aventuras y ver la fotografía de un México de la segunda mitad del siglo XIX que nos devela las estrategias de vida de aquellas épocas y que sin duda darían pauta, años después, a ciertas aventuras de charros para el cine mexicano o para las radionovelas.

Astucia, el jefe de los Hermanos de la Hoja o los charros contrabandistas de la Rama de Luis G. Inclán, es una coedición en dos tomos de la Universidad Veracruzana y el Fondo de Cultura Económica, se editó en el 2005. Se puede adquirir en el Servicio Bibliográfico Universitario, en sus dos direcciones, Hidalgo 9 o Xalapeños Ilustres 37; en las USB’s que se encuentran en el estado o en la Dirección General Editorial, Juan de la Barrera 209. Comentarios a esta reseña favor de enviar a gemartinez@uv.mx