Año 6 • No. 214 • marzo 6 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 Libros

 General

 Investigación

 
Arte


 Deportes


 Contraportada


 Números  Anteriores


 Créditos



 

 

 
Con el fin de comprender el funcionamiento del cerebro humano
Robots que “aprendan a aprender”, sueño de la Robótica: José Negrete
Fernanda Melchor
Tras 50 años de la aparición de la Inteligencia Artificial como disciplina, José Negrete Martínez, investigador de la Universidad Veracruzana (UV), trabaja permanentemente en la creación de un robot que “aprenda a aprender”, lo que ayudará a la comprensión de la naturaleza de nuestro propio cerebro:
“Si construyéramos un robot que de manera presencial pudiera ayudar a una persona el difícil arte de ‘aprender a aprender’, estaríamos en camino de crear una nueva especie, que llamaría Robot sapiens”, explicó.
La aspiración de la Robótica como ciencia, añadió, es crear robots humanoides, no precisamente en cuanto a la forma, sino a su estructura cognitiva. La creación de tal robot no sería un intento de “humanizar” a las máquinas, sino de comprender y reproducir los complejos mecanismos del cerebro: “No me gusta usar la palabra ‘humanizar’, preferiría que este hecho se tradujera como reproducir ciertas capacidades de racionalización, que no hemos podido desarrollar plenamente todavía, como el proceso de abducción”, añadió.

Según el investigador, la abducción es el mecanismo utilizado para crear un concepto que funcione como la mejor explicación de un fenómeno. “No es una actividad lógica, porque para abducir, el ser humano debe completar un vacío de información que no se posee; en este proceso radica la percepción de las cosas”, aclaró.

“Por ejemplo, hasta hace poco nos hemos dado cuenta de que la percepción es una cuestión selectiva. No percibimos todos los datos que nos permiten clasificar algo como ‘manzana’, sino algunas características. Nos aventuramos a pensar que el objeto es una manzana y hasta vemos una manzana”.
Explicó que en los seres humanos, la abducción nos hace ver los objetos tal como los imaginamos; es este mismo proceso perceptivo el que se pretende introducir al cerebro de los robots “y que algún día haremos aquí, aunque a largo plazo, porque primero debemos hacer cosas muy elementales, como que los robots no anden tonteando por ahí”, bromeó Negrete.

Evolución conjunta
La idea de un robot inseparable del usuario será el tema del próximo artículo del investigador. “El robot y su usuario son una unidad y, por lo tanto, deben evolucionar juntos, un poco de la misma manera en que el automóvil hizo evolucionar al hombre, aunque en un nivel intelectual”, aclaró. De esta idea se desprende la interesante cuestión de la manera en que modificarán los robots actuales los mecanismos cognoscitivos de los humanos, asunto del que ya se ocupa la psicología moderna.

El fundador de la maestría en Inteligencia Artificial de la UV se mostró en desacuerdo con las tendencias dominantes entre los ingenieros, que buscan proporcionar a los usuarios el uso del robot sin esfuerzo. Es decir, que ni la máquina ni la persona cambien o se adapten a través de la interacción. “Yo creo lo contrario, que debemos buscar el cambio y la adaptación, y preguntarnos cómo se pueden hacer robots cada vez mejores dadas estas capacidades, de tal manera que existan robots individualizados para cada necesidad y preferencia”, afirmó el académico.

La ciencia veracruzana
Sobre el estado de la ciencia en la UV, el prestigiado investigador aseveró que la institución obtiene cada vez más reconocimiento por parte de la comunidad científica, al grado que, próximamente, el Departamento de Inteligencia Artificial será la sede de un Congreso Internacional de Biónica, donde Negrete Martínez fungirá como presidente.

La Biótica pretende extraer ideas de la robótica y la biología para la creación de máquinas para uso protésico de los seres vivos. “Los seres humanos somos biónicos desde ayer», bromeó el especialista. «Desde que inventamos el garrote para pegarles a los demás somos cyborgs, por habernos inventado un brazo extra”, aunque aclaró que no es algo que las personas perciban concientemente.

El fundador de la maestría en Inteligencia Artificial de la UV aseguró que dentro de ésta existe un grupo de robotistas interesados en estas cuestiones fundamentales, pero desgraciadamente no existe la posibilidad de construir robots que puedan ejecutar los descubrimientos hechos.

“Implementamos robots ‘de juguete’, cuyo uso nos guía en el proceso de creación, pero deberíamos estar jugando con robots industriales, de tamaño humano, físicos, con el fin de teorizar. No tenemos esa opción por motivos absolutamente económicos, pues el robot que yo me imagino acapararía todo el presupuesto del departamento”, aseveró Negrete Martínez, quien a través del desarrollo de la línea de investigación “Robots cerebroides” intenta comprender qué es un cerebro robot, con el fin de construir uno físicamente.

“Afortunadamente ya abandoné los robots simulados por computadora, pues para mí el robot es siempre una cosa material y cuanto menos computación le pueda yo poner adentro, mejor”, explicó.

El científico acaba de recibir la noticia de que el Consejo Universitario de la UV le concederá en fecha próxima un doctorado honoris causa, en virtud de sus méritos científicos y excepcional trayectoria en los campos de la medicina, la fisiología, la biofísica, la biocibernética, las matemáticas, la pedagogía y la robótica.