Año 6 • No. 214 • marzo 6 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Todos somos corresponsables, dijo
La mala educación destruye sitios arqueológicos: Mario Navarrete
Alma Espinosa
El cuidado de los sitios y zonas arqueológicas debe enseñarse desde preescolar y reforzarse en los siguientes niveles educativos, ya que Veracruz tiene alrededor de seis mil lugares con vestigios y no es posible que se dé abasto para proporcionar seguridad a cada uno, aseguró Mario Navarrete, integrante del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV).

Mario Navarrete, del Instituto de Antropología, ha catalogado alrededor de 40 sitios arqueológicos.
“A todos los veracruzanos nos toca cuidar los restos. No es correcto responsabilizar siempre al Instituto Nacional de Antropología e Historia, a la policía o a las autoridades municipales. Es justo que todos asumamos nuestra responsabilidad porque no podemos poner un policía las 24 horas en seis mil lugares distintos”, expresó.

Mario Navarrete se ha dedicado los últimos años a explorar todo el territorio veracruzano en busca de cualquier vestigio que indique la existencia de un sitio arqueológico que, a diferencia de la zona arqueológica, no cuenta con servicios para ser visitado por el turismo, no se cobra la entrada y mucho menos tiene algún tipo de seguridad.

La finalidad de su investigación es marcar en el mapa de Veracruz la localización de los sitios, así como la condición y arquitectura de los edificios. ¿Cuál es su importancia? Con el registro exacto que indique hasta los productos que eran sembrados en el área, las generaciones posteriores podrán conocer los sitios, ya que éstos desaparecen fácilmente.
Lo anterior se debe al poco o nulo conocimiento por parte de empresarios, propietarios de terrenos o vecinos de los edificios prehispánicos de la importancia de la conservación de la historia: “Una falta trascendental de formación, información y sensibilización”.

Hasta el momento Mario Navarrete ha logrado catalogar alrededor de 40 sitios arqueológicos, entre los cuales existen algunos espectaculares por su construcción y otros que apenas presentan algunos tiestos o partes de piezas e incluso edificios arqueológicos. En estos lugares, el investigador también ha analizado la estabilidad de las construcciones y las posibilidades de que colapsen. En caso de que exista riesgo elabora un plano detallado y registra decenas de fotografías.

Al respecto, Navarrete detalló que pone especial cuidado en la arquitectura de los sitios para compartirlo con sus estudiantes de la maestría en Restauración Arquitectónica, que se imparte en el Instituto. Además, detalló, el Catálogo es la segunda parte de un proyecto que nació con el nombre de “Procesos destructivos en la arquitectura prehispánica” y que ya concluyó.

Como parte de sus actividades de investigador, también tiene bajo su responsabilidad la zona arqueológica de Quiahuixtlan, luego de que el arqueólogo Ramón Arellanos Melgarejo –quien estaba a cargo– falleciera. En esta zona Navarrete ha contado y clasificado los cerca de 70 mil tiestos que se encontraban en la bodega de Villa Rica y ha emprendido trabajos de restauración de un juego de pelota y un muro de contención.