Año 6 • No. 215 • marzo 13 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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REGIÓN POZA RICA
Utiliza Poza Rica estudios de la UV
para resolver problema sociales
Poza Rica, Ver.- Pobreza extrema, hacinamiento y los males que de ello se derivan –como alcoholismo y drogadicción–, son los problemas detectados en cinco colonias de la ciudad de Poza Rica, según dieron a conocer Virginia Calleja y Sandra Luz Hernández, de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Veracruzana (UV) en la zona norte del estado de Veracruz.

La Facultad de Trabajo Social, en el marco de sus actividades tendientes a la preparación práctica de sus alumnos ha implementado una serie de acciones de manera conjunta con las autoridades municipales. “Desde luego que no estamos haciendo un gran descubrimiento. Esa es la problemática de prácticamente todos los municipios del país y Poza Rica no está exento de ellos”, comentó Calleja.

La encargada de realizar la investigación dijo que si bien es cierto que los funcionarios no ignoran el problema, “nuestra tarea es realizar el estudio para levantar la estadística, llevarla a las autoridades y, con ello, instar a la implementación de las acciones correspondientes. Todos sabemos que los problemas están allí, pero cuando los números dan la idea de su magnitud, el asunto cobra otras dimensiones”, añadió la universitaria.

No es ésta la primera ocasión en que la Facultad de Trabajo Social colabora con las autoridades municipales. De hecho, el trabajo mancomunado con administraciones anteriores se ha mantenido como una norma de funcionamiento y ha rendido frutos importantes.

A ese respecto, Calleja mencionó: “Cuando los funcionarios adoptan medidas sanitarias o programan actividades de prevención comunitaria en las colonias, ya cuentan con un estudio previo que les da circunstancias y porcentajes. No van al campo de acción con los ojos vendados. Esa es la tarea de la facultad. Nosotros convertimos en números la gravedad del entorno y preparamos el terreno para que la presidencia municipal adopte las medidas apropiadas”.

Por su parte, Sandra Luz Hernández Mar dijo que cuando en una familia hay miseria y hacinamiento se genera el caldo de cultivo para las adicciones: “Y no sólo es asunto de desintegración familiar. Estas adicciones conducen a la comisión de delitos, intencionales o accidentales, llevan ciudadanos a la cárcel y generan descomposición social”.

A la luz de la observación, mediante el trabajo con los centros de integración juvenil en la zona, Hernández Mar ha podido constatar que mientras la drogadicción avanza entre la juventud de manera paulatina, el alcoholismo ocasiona más estragos: “En eso debemos depositar mucha atención. Los jóvenes de hoy serán los adultos de la sociedad en unos cuantos años. Y si esa sociedad registra niveles alarmantes de adicción, estamos ante un problema de proporciones inmensas. ¿Qué se puede esperar de un entorno social en el que los vicios son el acento dominante?”.

Sin afán de llevar el asunto a las proporciones del tremendismo, Hernández Mar supone que el problema es de verdad preocupante. No es posible fincar un futuro sobre un presente en que los jóvenes se hunden en prácticas nada recomendables.

“Cuidar a los niños y los jóvenes de los problemas que genera la marginación es una prioridad insoslayable. Nosotros hacemos los estudios que dan número a la magnitud de la bronca que tenemos enfrente. Las autoridades son quienes, mediante los medios y recursos a su alcance, deben tratar de contrarrestar esa tendencia”, explicó.