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Ahorran
pagando salarios bajos y negando seguridad social a maquiladores
Crecen transnacionales a
costa de países en desarrollo Edith
Escalón |
Con
los recursos que ahorran las empresas transnacionales al negar seguridad
social y otros derechos laborales a los trabajadores de los países
en desarrollo, las grandes compañías obtienen ventajas
comerciales que les permiten crecer y competir a costa de los empleados.
Leyes más estrictas en las regiones “maquiladoras”
podrían cambiar este escenario, planteó Jorge Ortiz
Escobar, jurista y académico de la Universidad Veracruzana
(UV). |
Jorge
Ortiz Escobar. |
Al
participar en el Seminario de Derecho y Globalización, organizado
por la UV, el especialista aseguró que esta situación
podría frenarse haciendo valer, por ejemplo, la “cláusula
social” en el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN) que establece la obligación de los miembros al
reconocimiento de derechos laborales de los trabajadores.
Dijo que el “dumping social”, como le llaman a esta práctica
derivada de la globalización, es utilizado por las grandes
empresas transnacionales para irrumpir deslealmente en el mercado
de otros países, además, con ventajas económicas
por los grandes volúmenes que les generan utilidades con productos
que son de baja calidad, bajo costo y bajo precio. |
“La competencia desleal afecta directamente a las empresas y
a la economía nacional de los países subdesarrollados
que no pueden sostener el ritmo de ‘costos’ y ‘productividad’
que imponen las empresas transnacionales, que se traduce en un círculo
vicioso de la economía”, aseguró el jurista durante
el seminario internacional Derecho y Globalización.
Para hacer frente a esta práctica, el académico reiteró
como fundamental hacer valer la cláusula social, pues “es
la fórmula jurídica que podría garantizar a los
trabajadores un mínimo de derechos laborales y de prestaciones
de seguridad social, imponiendo sanciones a quienes violen esos mínimos”.
Explicó que en el seno de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), se ha dado un amplio debate sobre la cláusula
social, que también ha sido analizada por el propio sector
empresarial privado, tratando de vincular el comercio internacional
con el Derecho Laboral, particularmente a partir de 1989.
Aunado a esto, destacó la campaña para promover los
Derechos Humanos tanto en Estados Unidos con el Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN) como en Europa, donde el tratado
de la Comunidad Económica Europea contiene un capítulo
sobre “disposiciones sociales”, orientadas a promover
la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores.
Así, subrayó el interés que existe por el respeto
a los derechos de los trabajadores. Puso como ejemplo el “Acuerdo
de Cooperación Laboral de América del Norte”,
que compromete a los estados a promover la libertad de asociación
y el derecho a organizarse; el derecho a la negociación colectiva;
el derecho de huelga; la prohibición del trabajo forzado; restricciones
sobre el trabajo de menores; condiciones mínimas de trabajo,
tales como el pago del salario mínimo y pago de tiempo extra
que comprenden a los asalariados, incluyendo los no cubiertos por
contratos colectivos.
Por otra parte, implica la eliminación de la discriminación
en el empleo por motivos tales como raza, religión, edad, sexo
u otros que fijen las leyes internas de cada una de las partes; el
salario igual para hombres y mujeres; la prevención de lesiones
y enfermedades ocupacionales; la compensación en caso de lesiones
de trabajo y de enfermedades ocupacionales; la protección de
trabajadores migratorios.
Habló también de la Carta Comunitaria de Derechos Sociales
Fundamentales de los Trabajadores de la Unión Europea, que
establece 12 categorías de derechos y remarcó su propuesta:
“Si logramos que los sindicatos importantes de América
Latina presenten proyectos específicos para reforzar la llamada
‘cláusula social’ en los tratados de comercio internacional
es muy posible que a partir de estos mínimos necesarios de
condiciones de trabajo –que sean respetados por las grandes
empresas trasnacionales cuando traen su capital a estos países–
pueda haber mayores beneficios para la clase trabajadora”, puntualizó. |
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