Año 6 • No. 216 • Marzo 20 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Señaló en la UV especialista de Cuba
Debe replantearse el Derecho Civil ante el vertiginoso avance de la ciencia
Fernanda Melchor
Frente al aborto, es necesario saber cuándo surge la personalidad en el ser humano, que le asegura la protección y respaldo de las leyes, dijo Caridad Valdés
El avance tecnológico y de la ciencia ha traído como consecuencia que el Derecho Civil tenga que replantear forzosamente algunas de sus categorías clásicas, sobre todo las referentes a la personalidad, declaró Caridad Valdés Díaz, emérita catedrática de la Universidad de la Habana, quien visitó la Universidad Veracruzana (UV) para impartir la conferencia “Incidencia de la Bioética en el Derecho Civil”.

La investigadora afirmó que, muchas veces, los descubrimientos científicos irrumpen en la sociedad y se adelantan a las formas del Derecho, que sólo puede reaccionar frente a estos. Opinó también que, aunque este rezago es criticado por la comunidad científica, el Derecho jamás debe intentar adelantarse a la sociedad: “Si ya es peligroso que el Derecho no se adapte a las nuevas circunstancias, más lo sería que se ocupara de normar algo que en la realidad todavía no existe”.

Celebrada el 21 de febrero de 2006 en el Aula Magna de esta facultad, la conferencia contó con una nutrida participación de alumnos y docentes del Derecho, interesados en abordar los fenómenos desprendidos del avance científico y tecnológico bajo una mirada bioética, en los conceptos de la persona, la personalidad, el inicio y el final de la vida y, entre ellos, la distinción entre los seres concebidos por medios naturales o por medio de la reproducción humana asistida y los distintos diagnósticos de la muerte humana.

La vida y la muerte: los confusos bordes de la existencia humana
“El derecho a la vida es inherente a la personalidad y, como tal, también lo es el derecho de protección de sus propiedades e intereses”, afirmó Valdés Díaz. La investigadora también dijo que la principal interrogante en cuanto al comienzo de la existencia humana es delimitar el momento a partir del cual inicia la personalidad, atributo singular del hombre que le asegura la protección y respaldo de las leyes.

La docente cubana analizó una gama de corrientes históricas de pensamiento relativas al reconocimiento jurídico de la personalidad, que van desde las teorías que consideran personas a los concebidos, o nonatos, hasta la postura que afirma que sólo el nacimiento otorga la personalidad, y por ende, la protección jurídica de las leyes. También reconoció que, en la actualidad, existe una marcada tendencia a reconocer la personalidad de los concebidos, al menos como titular en potencia de los derechos jurídicos.

Partiendo de estos fundamentos, la académica tocó temas polémicos como el aborto –que en Cuba es libre y legal hasta las 12 semanas de gestación–, la determinación de la maternidad y la paternidad de productos obtenidos a través de la reproducción asistida –como la inseminación artificial y la fecundación in vitro–, así como el mantenimiento y conservación de embriones “sobrantes” producto de estas técnicas.

También abundó sobre los efectos jurídicos de la muerte, los diferentes criterios de su diagnóstico, así como el transplante de órganos y la eutanasia, brindando un panorama general de los enfoques abordados por las diferentes legislaciones en todo el mundo, en especial la cubana, así como consideraciones de orden ético y práctico en todos los casos.

Antecedentes de la Bioética en Cuba
Directora del Departamento de Derecho Civil y de la Familia de la mayor institución universitaria de la isla caribeña, Valdés Díaz comenzó a estudiar este tema: “En Cuba, y desde hace 10 años, se realizan investigaciones médicas acerca de los aspectos relativos al comienzo y final de la vida”.

La experta explicó que dentro de estos estudios, “el neurólogo Calixto Machado se especializa en el tratamiento de las lesiones cerebrales y el diagnóstico de muerte encefálica, y siempre manifestó su preocupación por la falta de respaldo jurídico para estos casos”. Esta inquietud llevó a Machado a acercarse al departamento dirigido por Caridad Valdés Díaz y a formar un grupo multidisciplinario de Bioética, que incluyó médicos, filósofos y juristas.

Este equipo se dedica a estudiar otras temáticas vinculadas al avance de la medicina y de la genética, así como de la normatividad de las nuevas ciencias y el papel que podría jugar el Derecho, particularmente el Derecho Civil y de la Familia, este último considerado como una rama aparte de la ciencia jurídica en Cuba.

La docente subrayó la necesidad de abordar el tema de los bordes de la vida a través de la Filosofía, pues “desde cualquier ángulo, esta disciplina ha tratado siempre de arrojar luz sobre los fenómenos universales y la Bioética es un poco eso, la filosofía de la vida, una ética acorde con la posición del pensador que aborde un hecho en particular”, afirmó.