Año 6 • No. 216 • Marzo 20 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  A 68 años de la expropiación
Universitarios están en contra de privatizar el petróleo
Redacción UniVerso
Numeralia
* 99% considera que la expropiación fue favorable para el país
* 50% está en contra de la privatización
* 20% está a favor de la propuesta
* 16% pone condiciones a su voto favorable
Después de 68 años de emitido el decreto presidencial que regresó el petróleo a los mexicanos, la comunidad de la Universidad Veracruzana (UV) se manifiesta a favor de que la paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) continúe siendo la única responsable de manejar el recurso.

Marisela Lobato, académica de FCAS, resaltó la necesidad de estipular claramente las cláusulas de compromisos, en caso de llegar a la privatización petrolera.

Para Daniel Martí Capitanacci, académico de la Facultad de Arquitectura, la expropiación buscaba que la riqueza generada por los activos influyera en el desarrollo de México.
Como resultado de un sondeo entre académicos y estudiantes de diversas facultades de la región Xalapa, la mayoría se manifestó en contra de que otros inversionistas se hagan cargo de la extracción, transformación y venta del petróleo mexicano; sin embargo, la mitad de ellos también se pronunciaron en pro del ingreso de otras empresas para mejorar el manejo del llamado oro negro.

La expropiación petrolera le dio oportunidad a los mexicanos de quitar de manos extranjeras un recurso que actualmente constituye una de las principales fuentes de ingresos económicos; además, consolidó las reformas laborales plasmadas posteriormente en la Ley Federal del Trabajo. Son estas suficientes razones para que la mayoría de la comunidad consultada considere que fue una decisión atinada para las condiciones de aquel entonces.

José Luis Bretón Arredondo, académico de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS) declaró que si bien la expropiación fue en su momento un acto benéfico, también tuvo puntos negativos. “Uno de estos fue considerar a la expropiación como único fin y no ver los demás elementos de riqueza que tenía el país”.

Para Daniel Martí Capitanacci, académico de la Facultad de Arquitectura, la expropiación petrolera, impulsada por el ex presidente Lázaro Cárdenas, ocurrió en una época de nacionalismos, por lo que se buscaba transferir de manos extranjeras a México la mayoría de los activos para que la riqueza generada repercutiera en el desarrollo del país.

Azucena Medina Vázquez, octavo semestre de Sistemas Computacionales, resaltó que en 1938 los trabajadores petroleros igualaron sus derechos con los de otras áreas.

Delia Gutiérrez, alumna de Medicina, aseguró que, con la entrada de otras empresas la industria será más redituable y mejorará su servicio.
Los beneficios no sólo se ubicaron en el rubro económico, sino también en el laboral pues sentó un precedente en las agrupaciones de trabajadores. Así lo consideró Azucena Medina Vázquez, estudiante de octavo semestre de Sistemas Computacionales, quien resaltó que con la expropiación los trabajadores petroleros igualaron sus derechos con los de otros campos. En esto coincidió Esperanza Sandoval Pérez, académica de la Facultad de Derecho, quien añadió que además de apoyar la consolidación de las reformas para la Ley del Trabajo, la expropiación fortaleció las disposiciones del Artículo 123 constitucional.

En cuanto a la polémica que se ha desatado en los últimos años de la privatización del recurso natural, Luis Blasco Lagos, docente de la Facultad de Arquitectura, comentó que es preciso que el petróleo se abra a la inversión, pues “vivimos en un mundo globalizado y no podemos cerrarnos como Cuba, que vive en un mundo socialista que ya no existe”.

Para Sergio Fabián Méndez, estudiante de Bioanálisis, el petróleo está ya casi privatizado porque los particulares actúan conforme a sus intereses. “A estas alturas, sería mejor que otros inversionistas le entraran para que sucediera una mayor apertura”, opinó. En tanto, Delia Gutiérrez, alumna de la carrera de Medicina, resaltó que al existir otras empresas éstas tratarían que el negocio del petróleo fuera redituable y mejorarían el servicio. Resalta la declaración de Carolina Ramírez, alumna de Odontología al asegurar que, además de favorecer a las empresas, disminuirán los robos de combustible.

Sergio Fabián Méndez, estudiante de Bioanálisis, consideró necesario que se abra la industria del petróleo a otros inversionistas.

José Luis Bretón, académico de FCAS, declaró que un efecto negativo de la expropiación fue considerarla la única fuente de riqueza del país.
Cinco universitarios más dieron su voto a favor, pero con ciertas cavilaciones. La principal inquietud de los encuestados fue la de aceptar la privatización siempre y cuando sean empresas mexicanas las encargadas de velar por el oro negro. Es el caso de Atzin García Flores, académico de FCAS, quien además condicionó una posición afirmativa a respetar el derecho que tiene la nación sobre el crudo.

Otra sugerencia es que se privaticen sólo algunos rubros. José Luis Bretón contó entre estos las actividades de extracción y transformación. “Creo que se debe buscar la mejor utilidad porque finalmente es una inversión y supongo que es como cuando nosotros buscamos el banco que nos ofrezca mejor rendimiento y mayores beneficios”, dijo.

Para privatizar se deben poner claros los términos legales, así como mantener una buena negociación para evitar problemas graves a la larga. “En las cláusulas debe estar completamente bien estipulado qué papel van a jugar las partes”, consideró Marisela Lobato, docente de Ciencias Administrativas.

De entre los consultados que se mostraron contrarios a que la paraestatal deje el manejo del recurso no renovable, Azucena Medina aseguró que si esto llegara a ocurrir sucedería un retroceso, pues se había conseguido un logro grande para el país y nuevamente se dejaría entrar a mercados de otras naciones.

Esperanza Sandoval también se mostró en contra porque aseguró que el petróleo pertenece a los mexicanos, “es el que sostiene a la economía del país y no tiene porqué haber influencia ni de capitales extranjeros ni de concesiones particulares”, asentó. La opinión de Jorge Bahena, estudiante de Música, fue que la privatización sería algo injusto y provocaría el aumento de precios de artículos que se utilizan de forma cotidiana.

Una opinión que resume la causa de que nos topemos con respuestas no definitivas la hace el director de la Facultad de Contaduría y Administración, Ricardo Olivares Mendoza, quien aseguró que a la población le falta información. “Si plantearan claramente en una tabla los beneficios y desventajas de la privatización, la opinión pública podría tener mayor certeza de qué es lo que conviene, porque a final de cuentas no sabemos qué le sucedería al bolsillo personal. Esto es algo similar a lo que pasa con el horario de verano que no sabemos si en verdad existe un ahorro. En el caso que nos interesa habría que analizar qué tanto favorecerían a México las políticas internacionales”, expresó.