Ningún
programa de desarrollo sustentable puede realizarse sin tomar en cuenta
los riesgos asociados a diversos fenómenos naturales y derivados
de la actividad humana, aseguró Ignacio Mora González,
director del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad
Veracruzana (UV), quien agregó que la naturaleza de esos fenómenos
y la manera de evitar que deriven en catástrofes son los objetivos
centrales de los programas de investigación que ahí
se realizan.
Interpretar la más imperceptible actividad de un volcán
es cuestión de vida o muerte. Los volcanes "avisan"
cuando va a entrar en erupción; por ello, de unos años
a la fecha se han implementado sismógrafos en la mayoría
de los volcanes activos de México, entre ellos el de Fuego
de Colima, el Popocatépetl, el Pico de Orizaba –el más
alto de México con cinco mil 700 metros sobre el nivel del
mar–, el Chichón y el Tacaná.
Se trata de volcanes que en cualquier momento pueden hacer erupción.
Afortunadamente, a través de los datos sísmicos se detecta
con días de anticipación si tendrá actividad
significativa, de ahí la importancia de tener una red de monitoreo
sísmico que trabaja de manera permanente 24 horas los 365 días
del año.
Por ello, desde 1997, la UV cuenta con el CCT, cuyo Programa de monitoreo
permanente de la actividad volcánica del Pico de Orizaba tiene
entre sus objetivos el generar datos y conocimientos nuevos sobre
la geología de la parte media oriental de México, especialmente
los estados de Veracruz y Puebla.
Actualmente existen tres estaciones portátiles de monitoreo
–sismógrafos– en un albergue a las faldas del Pico
de Orizaba. Mediante estos sofisticados aparatos se comenzó
a medir una serie de eventos que ha permitido el intercambio de información
con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
Las estaciones que registran la actividad sísmica son: Halcón,
Halcón II y Chipe.
“La medición de los micro sismos que pueden ocurrir al
interior del volcán nos indica su estado de actividad. Nosotros
los sismógrafos tenemos una analogía y lo vemos como
el ultrasonido de los doctores, no son sonidos ni altas frecuencias
lo que detectamos, sino bajas frecuencias que no son ondas ultrasónicas
sino ondas sísmicas y nos permite saber qué pasa al
interior del volcán”, explicó el director del
CCT, Ignacio Mora González.
Las estaciones, a través de la telemetría –tecnología
que permite la medición remota de magnitudes físicas
por radio y el posterior envío de la información hacia
el operador del sistema– intercambian señales entre el
CENAPRED y el Centro de Ciencias de la Tierra en Xalapa, agregó
Mora González Se comparte información con otras redes
de monitoreo como las del Popocatépetl y de ahí se enlaza
con una repetidora. Las dos instituciones reciben la misma señal
de halcón, aunque también la comparten a través
de Internet.
Mora González mencionó que el año pasado se formó
un fideicomiso entre Protección Civil Federal, la UV y el Gobierno
del Estado de Puebla para el monitoreo del Pico. Con este fideicomiso
se adquirió equipo que comparten entre la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), UV y CENAPRED.
“Es un sistema de cómputo en el cual tendremos tres señales
idénticas en los tres puntos. Junto con el Instituto de Geofísica
estamos haciendo mediciones con estaciones móviles para seleccionar
los sitios donde instalaremos una nueva red de monitoreo y así
cubrir una gran parte del territorio veracruzano”, explicó.
El CCT cuenta también con un mapa de peligros del volcán
Pico de Orizaba, el cual sirve a las autoridades de Protección
Civil para crear sus planes de respuesta, localizar rutas de evacuación,
albergues, etcétera, y se reparten a la población; éste
es resultado del trabajo de investigadores nacionales e internacionales,
entre ellos Sergio Rodríguez Elizarrarás, de la UV.
El
Centro de Ciencias de la Tierra
Además de lo mencionado, forma recursos humanos especializados
en el área, mediante la integración de grupos de trabajo
con estudiantes tanto a nivel licenciatura como de posgrado, pone
especial énfasis en el estudio de la petrogénesis,
estratigrafía y geocronología del vulcanismo cenozoico
de la región y define el peligro implicado en los diferentes
fenómenos geológicos y su aplicación en los
aspectos preventivos.
¿Qué
es un volcán?
Según CENAPRED, un volcán es una zona de donde salen
materiales calientes (lava, ceniza, rocas, gases, vapores) del interior
de la Tierra. Parte de estos materiales se acumulan alrededor del
lugar de salida, formando cerros o montañas que llegan a
alcanzar grandes alturas. Los materiales calientes pueden salir
por grietas o por el cráter, que es un orificio en la parte
superior del cerro o montaña volcánica, formado por
erupciones anteriores.
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