Año 6 • No. 217  • marzo 27 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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En CMAS-Coatepec ya funciona este sistema
Tecnología de la UV reduce desperdicio y costo del agua potable

Edgar Onofre

La disminución en los costos del agua potable, el ahorro del líquido vital y la precisión en el control de información y abastecimiento, son algunas de las ventajas del sistema automatizado de monitoreo de depósitos de agua potable que desarrolló la Facultad de Instrumentación Electrónica de la Universidad Veracruzana (UV) y que puso en operación la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento (CMAS) de Coatepec.

Los responsables del proyecto, Enrique Pretelín Canela y Ángel Gasca Herrera, con el apoyo de estudiantes, lograron un sistema práctico y funcional, diez veces más económico que los que existen en el mercado.

Con dicho dispositivo, es posible tener, en una computadora central, los datos precisos de la cantidad de agua potable que poseen cada uno de los depósitos –que abastecen del líquido al municipio–, sin necesidad de que personal de cmas verifique personalmente y con métodos rudimentarios la cantidad de agua de cada uno.

El software y hardware del sistema fue diseñado y construido en el Laboratorio de Neumática de Instrumentación Electrónica UV, cuyos responsables, Enrique Pretelín Canela y Ángel Gasca Herrera, con el apoyo de estudiantes de diferentes semestres, lograron un sistema práctico y funcional, diez veces más económico que los que existen en el mercado.

" Basta decir que cada sensor, que a nosotros nos cuesta 700 pesos, en el mercado lo venden en 15 mil; las unidades de transmisión remota que envían los datos de un sitio a otro nos cuestan alrededor de 10 mil pesos, pero las comerciales de su tipo valen cerca de 100 mil", comentaron.

Según reportes de los académicos, uno de los problemas que dificultaba el abastecimiento de agua potable en Coatepec, y provocaba quejas entre la población, era la operación manual de sus procedimientos, pues elevaba los costos de operación y dificultaba la organización en el abasto.

Explicaron que para medir la cantidad de agua en alguno de los depósitos, los supervisores de cmas tenían que trasladarse hasta donde estuvieran ubicados, introducir al fondo unas regletas y verificar el nivel de mojado, con la consecuente pérdida de tiempo y recursos, y con los riesgos que implicaba meter un cuerpo extraño en el agua.

Además, la toma de decisiones era lenta, pues no había forma de saber cómo estaban los depósitos, "a veces los tanques se saturaban y el agua se desbordaba, entonces cmas tenía que mandar a un operador a la caja de agua a cerrar las válvulas de captación; otras veces las comunidades reportaban falta de agua y nuevamente un operador iba al depósito para revisar si en efecto estaba vacío o era problema de las tuberías domésticas".

Para evitar desperdicios del vital líquido y resolver problemas de abastecimiento, los universitarios crearon un sensor ultrasónico que se coloca en la parte superior del depósito y envía periódicamente ondas sonoras hasta el agua, mismas que viajan y "rebotan" en el agua en un determinado tiempo; esto es, a partir de un cálculo matemático.

Como complemento del dispositivo electrónico, y para disminuir los tiempos de operación, diseñaron también un equipo de transmisores de información que envían a una computadora central todos los datos que recogen los sensores; ahí son procesados e interpretados por un programa de cómputo especial (software), también creado por los académicos, mismo que permite llevar un registro sistemático y confiable del nivel de agua de cada depósito, sin necesidad de ir hasta el sitio.

Gracias a los datos que arroja el sistema, también es posible controlar los tiempos de operación del bombeo de agua, para llevarla de los tanques que captan el líquido en los arroyos a los depósitos donde se queda ya filtrada y clorificada, lista para suministrarse potable a la población.

«El costo de la energía necesaria para el bombeo elevaba los costos del agua potable (pues se agrega al costo del servicio) pero, gracias a este sistema, nosotros podemos saber exactamente cuándo se necesita usar las bombas y cuánto tiempo, lo que reduce los costos de operación, y por lo tanto, del servicio», explicó el universitario.

Para Ángel Gasca, con este sistema lograron que el tiempo de operación y respuesta se redujera, que exista un mayor control de la información de abastecimiento, que se evite el desperdicio de agua por derrames y, por lo tanto, que se brinde un mejor servicio a la comunidad.

Cabe señalar que el sistema también incluye, en primer lugar, un mecanismo automatizado que permite controlar desde la terminal central las válvulas de apertura y cierre de captación de agua (que proviene de cinco arroyos que nutren al municipio), por lo que, para operar una de ellas, ya no es necesario trasladarse al sitio del depósito.

Además, con él también es posible monitorear la clorificación del agua y llevar una base de datos estadística y un registro del monitoreo, para lograr así administrar los niveles de líquido en cada uno de sus depósitos, y tener un historial del comportamiento de ese sistema.

Cabe señalar que el mismo ya está operando en dos de los depósitos de abastecimiento de los 16 que operan en Coatepec, tres más están en proceso de operación y existen ya varios en proyecto.

«Esta es una muestra de la inventiva y capacidad de los estudiantes de la Facultad de Instrumentación Electrónica, que pocas veces es reconocida, pero con este proyecto de vinculación queremos demostrar lo que somos capaces de hacer», aseguró Enrique Pretelín.