El
reto de los gobiernos en materia de seguridad social, en el contexto
de la globalización, es buscar un equilibrio entre la eficacia
empresarial de los organismos de salud y la protección del
trabajador, afirmó la jurista española Ana Isabel
Pérez Campos, durante su participación en el Seminario
Internacional de Derecho y Globalización, celebrado en la
Universidad Veracruzana (UV).
Ante esta disyuntiva, la académica de la Universidad Rey
Juan Carlos de España, explicó a una nutrida audiencia
las acciones y reformas que el gobierno español ha realizado
en materia de seguridad social: “Se trata un reordenamiento
jurídico basado en tres líneas de reformas fundamentales,
que evitan el incremento de cotizaciones a los trabajadores y empresas;
consisten en la reducción de las prestaciones, la privatización
de la seguridad social y la homologación de los derechos
asistenciales en los estados de la Unión Europea (UE)”.
La primera de estas reformas, la reducción de las prestaciones,
se refiere a la disminución de su cuantía y al incremento
de los requisitos para acceder a ellas. Pérez Campos señaló
que el más afectado ha sido el seguro de desempleo, ya que
ahora se busca que los recursos destinados a éste fomenten
el empleo y no lo retarden. Para ello, se busca la agilización
de gestión gubernamental del trabajo, así como la
detección oportuna de los fraudes al sistema.
La segunda línea de reformas se refiere a la privatización
de las prestaciones sanitarias o a la promoción de las instituciones
privadas, con el fin de disminuir el gasto público en hospitalización
y medicamentos.
La última línea mencionada por la académica
es la que hace referencia a la universalidad de las prestaciones
de los trabajadores a través de la introducción de
elementos comunes en las legislaciones de la UE que sientan la base
de principios generales europeos de seguridad social: la igualdad
de trato y de prestaciones sin importar la nacionalidad, la homologación
de cotizaciones y la coordinación interestatal entre administraciones
de seguridad social.
“Estas reformas no significan que el sistema público
de seguridad social español haya sufrido un retroceso, con
el pretexto de la globalización, sino por el contrario: El
Estado debe seguir garantizando un bienestar al ciudadano, que se
concreta en una protección social suficiente”, finalizó
la jurista.
|