Año 6 • No. 217  • marzo 27 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 Libros

 General

 Reportaje

 Sondeo

 
Arte

 Deportes


 Contraportada


 Números  Anteriores


 Créditos



 

 

 

Según universitarios
Vigente la discriminación
en el siglo XXI
Redacción UniVerso

Se deben organizar campañas enfocadas a terminar con la discriminación de cualquier tipo, dijeron
“A mí me han discriminado por ser moreno, tener sobrepeso y a veces siento que me ven como si fuera raro”. De esta manera se expresa Luis Adrián Elizondo Sánchez, estudiante de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS) de la Universidad Veracruzana (UV). Pero como él, miles de personas han padecido o padecen algún tipo de discriminación: según la opinión del 86 por ciento de un grupo representativo de la comunidad de esta casa de estudios, la discriminación se sigue manifestando en pleno siglo XXI.

A propósito de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, celebrado desde 1960 cada 21 de marzo, UniVerso consultó a académicos, estudiantes y egresados para conocer su opinión acerca de este fenómeno y los diferentes tipos de discriminación que existen en nuestra sociedad.

Luis Elizondo.

Luis Elizondo.

Es el caso de Luis Elizondo, quien se ha percatado que si se encuentra en una situación de elección, se prefiere a personas con tez más clara que la suya. Actualmente los jóvenes manifiestan tipos de discriminación que si bien todos conocemos, pocos se atreven a reflexionar al respecto. Por ejemplo, si quieren ingresar a uno de los denominados “antros”, deben someterse a un proceso de selección.

Jorge Morales, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas, explicó que se ha puesto a pensar en la discriminación que hay en esos lugares, pues también interviene el género, la apariencia física y la situación económica. Otro aspecto que han podido observar los jóvenes es que los medios de comunicación han jugado un papel trascendental en el tema, específicamente en la cuestión física.

Mónica Alatorre de FCAS opina que “los estereotipos nos presentan siempre personas delgadas, de estatura alta y rubias, como modelos”, lo cual afecta mucho a la autoestima y desde luego diversifica la discriminación, pues quienes no cumplen con estos parámetros son tratados de manera distinta. La sugerencia de Mónica es que así como se organizó una campaña para acabar con estos estereotipos (por ejemplo, “Di no a la talla cero”), se hagan enfocadas a cuestiones indígenas, de religión, género, clases sociales, color de piel, procedencia, preferencia sexual.

Día mundial de la no discriminación
El 21 de marzo de 1960 la policía disparó a un grupo de manifestantes del distrito Sharpeville, en Sudáfrica, quitándole la vida a 69 personas. Ellos estaban expresando pacíficamente su descontento por las “leyes sobre los pases” del apartheid. Ante los hechos, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó ese día como el Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Con ello instó a la comunidad mundial a conmemorar este día y luchar para acabar con el racismo y la discriminación racial donde quiera que se dé.

Sin embargo, el 21 de marzo puede ser un buen pretexto para hablar de otros tipos de discriminación, no sólo la racial. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española la palabra “racismo” es la exacerbación del sentido racial de un grupo étnico, especialmente cuando convive con otros; empero, discriminar significa seleccionar excluyendo, dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos. De ahí la necesidad de ampliar la lucha para acabar con las diferencias que más allá de empobrecernos, enriquece nuestra mente y espíritu, no sólo como personas sino como miembros de una sociedad.

De acuerdo con cifras del censo realizado en el 2000 por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México había 97 millones 483 mil 412 habitantes, de los que poco más de seis millones son hablantes de una lengua indígena. En nuestro estado existen 633 mil 372, que significa el 10.4 por ciento del total de habitantes que existen (seis millones, 908 mil 975 personas).

Aunque ser hablante de una lengua distinta al español no es sinónimo de ser indígena, sí nos da una idea de la porción de la población que tiene estas características. Entonces ¿por qué se les discrimina? El 21 por ciento de los universitarios encuestados reconocieron que el indígena es tratado de manera peyorativa.

Sin conocer o ignorando la historia de nuestro país, sin saber a ciencia cierta el significado de la palabra indio e indígena, éstas son utilizadas como ofensas; cinco de las 37 personas consultadas así lo sugirieron. Diana Gálvez Rodríguez, estudiante de Filosofía, afirmó que denostamos a los indígenas “porque todavía no aceptamos que son parte de lo que somos ahora. Incluso podemos ser racistas al ignorarlos”.

Para ofender a una persona o tratarlo como a un ser inferior se recurre también a la palabra naco, otro tipo de discriminación. Regresando al Diccionario la palabra “naco” tiene distintos significados dependiendo del país; por ejemplo, en Colombia es puré de papa, en Uruguay es susto o impresión repentina, en El Salvador es nada y en tierras uruguayas significa excremento sólido, especialmente el humano. El lector se preguntará ¿y en México? Se considera un adjetivo y tiene la siguiente definición: “indio (indígena)”.

Esto demuestra que por años se han utilizado como sinónimos y es, hasta cierto punto, socialmente aceptado, de ahí que no extraña conocer que el 32 por ciento de los universitarios consideren ambos como ofensas. Sin embargo, existen otras concepciones, según Luis Alejandro Valle, estudiante de Antropología histórica, naco es más popular entre los jóvenes y la sociedad urbana. Incluso “es símbolo populista de orgullo, pues ahora hay camisetas que dicen ‘soy naco’; está de moda. De alguna manera los insultos se vuelven una forma de consumo cultural y hasta es estar ‘in’”.

¿Yo discrimino?
Si alguien nos pregunta: ¿tú discriminas?, nos queda responder con la verdad o con lo que debe ser correcto. De las 37 personas encuestadas, sólo 27 respondieron a la pregunta si discriminan. El 60 por ciento de éstas asintieron utilizar o haber hecho alguna vez en su vida alguna referencia despectiva. El restante 40 por ciento negó rotundamente realizar esta práctica.

Sagrario Cruz, catedrática de Antropología, explicó que la discriminación persiste, incluso las palabras indio y naco están arraigados en nuestro vocabulario. “La diferencia es que uno lucha para no usarlos y esto se convierte en un frente de batalla en el salón de clases. Debemos hacer conscientes a los muchachos de que estos términos no deben ser usados como una ofensa”, explicó, y reconoció que es muy complicado quitar esas palabras y más cuando reaccionas sin pensar.

Egresado de Biología y actual estudiante de inglés en el DELEX, Jesús Flores Aguirre aseguró que cuando quiere ofender a una persona, prefiere decirle que es un ignorante, pero jamás indio o naco. A propósito del tema, los bajos niveles de inteligencia o instrucción educativa también son temas de discriminación; según el INEGI el 15 por ciento de los veracruzanos no han cursado formalmente algún tipo de estudios. Pero eso no es todo, incluso los estudiantes con calificaciones excelentes son calificados de manera despectiva como nerds o “ñoños”.

Cada facultad es un mundo
Atendiendo al dicho “cada cabeza es un mundo”, durante la aplicación del sondeo pudimos distinguir que la opiniones de la comunidad de cada facultad difería entre sí. El rasgo más notable, es que los tres estudiantes consultados de la Facultad de Contaduría y Administración opinaron que ya no existe racismo ni discriminación en nuestra tierra. En esto coincidieron dos de tres jóvenes de la Facultad de Derecho.

Llama atención el hecho debido a que los demás encuestados adscritos a las carreras de Física, Ingeniería Química, Pedagogía, Historia, Letras Españolas, Arqueología, Antropología, Sociología, Publicidad y Relaciones Públicas, Agronomía y Biología, afirmaron, sin chistar, que persiste la discriminación y el racismo.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, pese a los logros en algunas esferas de los derechos humanos, las distinciones, exclusiones, restricciones y preferencias basadas en la raza, color, ascendencia, nacionalidad o etnia, persisten los conflictos y se agravan causando incontables sufrimientos y, incluso, pérdidas de vidas.

Es preciso que no sólo la comunidad universitaria reflexione acerca de lo que realmente sienten las personas discriminadas, el daño que se les hace y la concepción que se tiene de sí mismo al hacer uso de esta lamentable práctica común, sino que también los tres millones 554 mil mujeres y tres millones 355 de hombres que habitan en Veracruz tengan consciencia de la repercusión que tiene en la sociedad y el desarrollo del país.