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REGIÓN
CÓRDOBA
Señalan estudios técnicos de la UV
Contaminación por plaguicidas en Córdoba, por debajo
del promedio nacional Edith
Escalón |
Peñuela,
Ver.- Por debajo del promedio nacional se encuentran en Córdoba
los niveles de contaminación por plaguicidas domésticos
o agrícolas que pueden ser cancerígenos o provocar otros
daños a la salud humana, según demuestra un estudio
realizado por académicos de la Facultad de Ciencias Biológico
Agropecuarias (FCBA) de la Universidad Veracruzana (UV).
Resultados preliminares señalan que las concentraciones de
compuestos organoclorados –como se les conoce a los plaguicidas
que están monitoreando– en ciudades como Sinaloa, casi
duplican las existentes en esta zona veracruzana, así lo afirmó
Joaquín Murguía, director de la FCBA, quien prefirió
no manejar cifras exactas o porcentajes de concentración en
partes por millón.
“El objetivo es saber con certeza científica cómo
se encuentra la calidad del aire en el país con respecto a
la concentración de estos compuestos”, comentó
Murguía en relación al proyecto en el que la UV participa,
y que lidera Terry Bidleman del Servicio Meteorológico de Canadá.
De hecho, Córdoba es sólo uno de los diez puntos de
monitoreo en México, en los que se incluyen ciudades de Morelos,
Campeche, Veracruz, Sinaloa, Chiapas, entre ellas San Felipe, Celestún,
Santa María, Tecomán, el Distrito Federal, Veracruz
y Tuxpan.
Esta investigación, donde participan también la Universidad
Luterana de California, el Instituto Nacional de Ecología y
el Centro de Investigaciones Avanzadas de Mérida, Yucatán,
comenzó en 2005 y ha implicado el registro de numerosos parámetros
de concentración de contaminantes.
“Aún estamos en las primeras etapas del proyecto y por
eso no podemos dar resultados concluyentes, pero esperamos tener mayores
certezas para finales de 2006”, comentó el académico
universitario, quien añadió que la presencia de estos
compuestos es cada vez más evidente debido al abuso de plaguicidas
en el campo y en la ciudad que provocan cada vez más contaminación
medioambiental.
Explicó que si bien se aplican en el suelo, en plantas, cultivos
o casas habitación (como el que se utiliza masivamente para
el control del mosquito transmisor del dengue), los compuestos organoclorados
no desparecen, sino que persisten y son arrastrados por las corrientes
de aire o por la evaporación que provoca el calor hacia otros
puntos físicos.
De hecho, en la FCBA ya se realizan investigaciones y pruebas con
plaguicidas de origen natural (a base de extractos vegetales), como
demuestran los trabajos de Daniel Arturo Rodríguez, académico
de la Facultad que ha estudiado las propiedades del árbol del
Nim como alternativa orgánica a los plaguicidas químicos.
Por otra parte, Joaquín Murguía señaló
que para hacer el seguimiento, la FCBA cuenta con un equipo de monitoreo
especializado en mediciones químicas del aire, ubicado en la
estación meteorológica que tiene la Facultad en Peñuela.
La información que arroja este mecanismo es registrada y procesada
por académicos de la UV, trabajo que coordinan los académicos
Noé Aguilar Rivera y Stefan Walisewsky.
Cabe señalar que toda la información recabada servirá
de plataforma para el diseño y la implementación de
una red formal de monitoreo ambiental a largo plazo de sustancias
persistentes en el territorio nacional. |
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