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Transformación
de familia incrementa violencia y delincuencia infantil
Alma
Espinosa |
Las
instituciones gubernamentales no generan mecanismos para garantizar
la buena calidad de vida de los niños. Tampoco los protegen
porque, en vez de buscar alternativas de ayuda o medidas preventivas,
aplican sanciones que en poco contribuyen a su desarrollo, aseguró
Alejandro Moreno Hernández, coordinador de la maestría
en Psicología y Desarrollo Comunitario de la Universidad Veracruzana
(UV).
A pesar de que el gobierno de México ha firmado convenios y
protocolos con organismos como la ONU y el UNICEF para proteger a
los niños y defender sus derechos, persisten prácticas
que van en contra de su sano desarrollo. En el caso concreto de Veracruz,
la reforma a la edad penal ha despertado numerosas manifestaciones
en contra, pues de esta manera (disminuir la edad penal a 16 años
en el estado) no se pueden resolver los problemas sociales, especialmente
la delincuencia infantil, indicó. |
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Esta
circunstancia refleja que es más fácil incrementar las
penas que buscar medidas preventivas. De acuerdo con Alejandro Moreno,
la propia legislación penitenciaria establece mecanismos para
la readaptación, y lo que se observa en los hechos es que no
existe tal en ninguno de los centros penitenciarios del estado ni
del país.
Recientemente se publicó, dijo, una investigación que
reveló el mal estado de los centros, las condiciones de hacinamiento
y las nulas alternativas de carácter educativo. |
Lamentablemente,
señaló, este panorama se observa con más frecuencia
no sólo en las grandes ciudades sino también en las
zonas con reducido número de habitantes, por lo que se deben
generar las medidas efectivas de protección a los niños,
principalmente las que tengan impacto jurídico para que ayuden
a desarrollar una vida plena en vez de incrementar los castigos.
“A todos nos corresponde hacer algo dependiendo de la gente
interesada. En la UV existen muchas personas trabajando en diversos
programas enfocados a la niñez”, expresó. Un ejemplo
es el Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) que,
a través de la maestría de Psicología y desarrollo
comunitario, ha estructurado su programa de tal manera que combina
la teoría y la práctica.
Los estudiantes, a la vez que conocen, analizan, discuten y reflexionan
las metodologías, hacen trabajo de intervención. En
las cinco regiones donde se imparte la maestría a distancia
se identifican grupos de trabajo con menores de edad, con los cuales
se dialoga para conocer los problemas a los que se enfrentan y, de
manera conjunta, definir mecanismos para resolverlos.
En algunos casos, comentó, los resultados de los trabajos de
los universitarios pueden ser los primeros indicios de investigaciones
más amplias e, incluso, contribuir a la generación de
políticas públicas que pueden apoyar el trabajo de instancias
como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia.
La
familia se transforma
El coordinador explicó que una de las causales por las que
se han incrementado de forma alarmante los niveles de violencia
y delincuencia infantil se debe a la transformación que ha
sufrido el concepto de familia. La crisis económica ha afectado
la estructura familiar y se muestra a través de la creciente
migración a Estados Unidos, que deja a los hogares sin el
padre y con mayores problemas financieros.
Por ello la madre debe desempeñar un doble papel, pues anteriormente
ella era la figura principal que transmitía valores y afecto
a los hijos, incluso los disciplinaba; ahora, indicó, tienen
que salir a buscar el sustento dejando a los niños al cuidado
de familiares, vecinos, amigos, incluso en la calle. Como consecuencia
disminuyen los elementos formativos y se vuelven muy vulnerables,
en especial en lo que se refiere a las adicciones y delincuencia.
Ante esta situación, la maestría en Psicología
y desarrollo comunitario abre sus puertas a todos los interesados
en cursarla y contribuir a crear una niñez sana. Las preinscripciones
serán del 24 de abril al 19 de mayo y las clases darán
inicio el 18 de agosto de este año. Para mayor información
llame a los números (228) 841 8900 extensión 13209
y 841 8914, escriba a los correos bperez@uv.mx
y bereniceph@yahoo.com,
o acuda a las instalaciones del Instituto, sita Dr. Luis Castelazo
s/n, Col. Industrial, Las Ánimas, en la capital del estado. |
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