Año 6 • No. 220 • Mayo 2 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 Libros


 Reportaje

 General

 
Arte

 
Deportes

 
Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

  Transformación de familia incrementa violencia y delincuencia infantil
Alma Espinosa
Las instituciones gubernamentales no generan mecanismos para garantizar la buena calidad de vida de los niños. Tampoco los protegen porque, en vez de buscar alternativas de ayuda o medidas preventivas, aplican sanciones que en poco contribuyen a su desarrollo, aseguró Alejandro Moreno Hernández, coordinador de la maestría en Psicología y Desarrollo Comunitario de la Universidad Veracruzana (UV).

A pesar de que el gobierno de México ha firmado convenios y protocolos con organismos como la ONU y el UNICEF para proteger a los niños y defender sus derechos, persisten prácticas que van en contra de su sano desarrollo. En el caso concreto de Veracruz, la reforma a la edad penal ha despertado numerosas manifestaciones en contra, pues de esta manera (disminuir la edad penal a 16 años en el estado) no se pueden resolver los problemas sociales, especialmente la delincuencia infantil, indicó.
Esta circunstancia refleja que es más fácil incrementar las penas que buscar medidas preventivas. De acuerdo con Alejandro Moreno, la propia legislación penitenciaria establece mecanismos para la readaptación, y lo que se observa en los hechos es que no existe tal en ninguno de los centros penitenciarios del estado ni del país.

Recientemente se publicó, dijo, una investigación que reveló el mal estado de los centros, las condiciones de hacinamiento y las nulas alternativas de carácter educativo.
Lamentablemente, señaló, este panorama se observa con más frecuencia no sólo en las grandes ciudades sino también en las zonas con reducido número de habitantes, por lo que se deben generar las medidas efectivas de protección a los niños, principalmente las que tengan impacto jurídico para que ayuden a desarrollar una vida plena en vez de incrementar los castigos.

“A todos nos corresponde hacer algo dependiendo de la gente interesada. En la UV existen muchas personas trabajando en diversos programas enfocados a la niñez”, expresó. Un ejemplo es el Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) que, a través de la maestría de Psicología y desarrollo comunitario, ha estructurado su programa de tal manera que combina la teoría y la práctica.

Los estudiantes, a la vez que conocen, analizan, discuten y reflexionan las metodologías, hacen trabajo de intervención. En las cinco regiones donde se imparte la maestría a distancia se identifican grupos de trabajo con menores de edad, con los cuales se dialoga para conocer los problemas a los que se enfrentan y, de manera conjunta, definir mecanismos para resolverlos.

En algunos casos, comentó, los resultados de los trabajos de los universitarios pueden ser los primeros indicios de investigaciones más amplias e, incluso, contribuir a la generación de políticas públicas que pueden apoyar el trabajo de instancias como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia.

La familia se transforma
El coordinador explicó que una de las causales por las que se han incrementado de forma alarmante los niveles de violencia y delincuencia infantil se debe a la transformación que ha sufrido el concepto de familia. La crisis económica ha afectado la estructura familiar y se muestra a través de la creciente migración a Estados Unidos, que deja a los hogares sin el padre y con mayores problemas financieros.

Por ello la madre debe desempeñar un doble papel, pues anteriormente ella era la figura principal que transmitía valores y afecto a los hijos, incluso los disciplinaba; ahora, indicó, tienen que salir a buscar el sustento dejando a los niños al cuidado de familiares, vecinos, amigos, incluso en la calle. Como consecuencia disminuyen los elementos formativos y se vuelven muy vulnerables, en especial en lo que se refiere a las adicciones y delincuencia.

Ante esta situación, la maestría en Psicología y desarrollo comunitario abre sus puertas a todos los interesados en cursarla y contribuir a crear una niñez sana. Las preinscripciones serán del 24 de abril al 19 de mayo y las clases darán inicio el 18 de agosto de este año. Para mayor información llame a los números (228) 841 8900 extensión 13209 y 841 8914, escriba a los correos bperez@uv.mx y bereniceph@yahoo.com, o acuda a las instalaciones del Instituto, sita Dr. Luis Castelazo s/n, Col. Industrial, Las Ánimas, en la capital del estado.